Coses Nostres

Las camaleónicas arañas cangrejo

La especie ‘Thomisus onustus’ es un arácnido abundante en Eivissa y Formentera que tiene en las islas dos variedades, en color amarillo y blanco con manchas rosadas

La variedad amarilla es la más habitual en estas arañas cangrejo.

La variedad amarilla es la más habitual en estas arañas cangrejo. / CAT

Hay cangrejos araña y arañas cangrejo. Cangrejos que recuerdan a arañas y arañas que parecen cangrejos. En Ibiza y Formentera es muy abundante uno de los múltiples arácnidos que son conocidos con el genérico nombre de arañas cangrejo, la especie Thomisus onustus, que mide poco más de un centímetro pero que es habitual observar cazando abejas, moscas y otros insectos mucho más grandes que ella. La araña cangrejo de las flores es un gran depredador en su pequeño mundo. 

No fabrica telarañas para atrapar a sus presas, sino que las espera apostada, paciente, sobre las flores, y por ello ha desarrollado un método de camuflaje por color; es decir, esta araña es capaz de adoptar el tono de la flor sobre la que acecha, aunque no es una capacidad que se revele de manera inmediata, como un camaleón, sino que el arácnido adapta su color en cuestión de un par de días. De esta forma, hay variedades de araña cangrejo en amarillo, rojo, naranja, blanco e incluso verde. En las islas, sin embargo, se observan preferentemente dos variedades, una del mismo amarillo intenso que los capítulos florales de las margaritas y otra de color blanco. Curiosamente, la variedad blanca muestra manchas rosadas que le permiten un buen camuflaje sobre una de las plantas comunes y emblemáticas de las Pitiüses, la herba de Sant Ponç, que presenta pequeñas flores de color purpurina sobre tallos y botones blancos. 

LA CLAVE | Dimorfismo sexual

En las arañas se da un curioso dimorfismo sexual en el que son las hembras las que identifican la especie, las más grandes y llamativas y las que suelen observarse sobre las flores o en las telarañas. Los machos, en la mayoría de los arácnidos, no disponen de las características que -como los patrones de color- distinguen a la especie. En el caso de la araña cangrejo Thomisus onustus, el macho es mucho más pequeño (apenas llega a los 5 milímetros) y es de color pardo o rojizo, aunque mantiene ese aspecto de cangrejo tan característico del grupo. 

Además de lo ya apuntado, esta araña dispone de espinas en sus patas delanteras y de un veneno que actúa con rapidez, características que hacen posible que sus presas sean de un tamaño considerable.

Respecto a su nombre popular, suele pensarse que recuerda a un cangrejo por la forma de trapecio de su abdomen (el opistosoma), pero lo cierto es que el rasgo definitivo es la postura que adopta, con las patas delanteras levantadas de la misma manera que un cangrejo avanza, en actitud defensiva, con sus patas transformadas en pinzas. De hecho, se utiliza la denominación popular de arañas cangrejo para todos los tomísidos, y no todos ellos poseen el abdomen anguloso de Thomisus onustus (dentro de esta familia se encuentran especies como la araña napoleón, muy abundante, asimismo, en las Pitiüses). Y, para recordar aún más a un crustáceo marino, estas arañas cangrejo de las flores caminan a menudo de costado y hacia atrás, mientras mantienen levantado el primer par de patas (o los dos primeros pares de patas). Era inevitable que fueran conocidas como arañas cangrejo, con la particularidad de que, tradicionalmente, son las especies marinas las que han recibido, por similitud, los nombres de los animales terrestres, más familiares para los también terrestres seres humanos. 

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