Sant Josep elimina 118 hamacas en Cala Vedella por el impago del canon de 2020

El concesionario alegó que por culpa de la pandemia trabajó un mes y medio con una ocupación por debajo del 60%

Las hamacas y sombrillas del ‘beach club’ Maya, en Cala Vedella, en una imagen de archivo. | VICENT MARÍ

Las hamacas y sombrillas del ‘beach club’ Maya, en Cala Vedella, en una imagen de archivo. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissa

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El Ayuntamiento de Sant Josep ha retirado a Maya Beach Club Ibiza, en la playa de Cala Vedella, los dos lotes que suman 118 hamacas y 59 sombrillas por el impago del canon de la concesión correspondiente a 2020. El contrato de las concesiones de hamacas de las playas del municipio abarcaba el período de 2018 hasta 2021, pero debido a las consecuencias de la pandemia, sobre todo en 2020, se ha decidido prorrogar la autorización un año más. Sin embargo, el beach club de Cala Vedella se ha quedado sin la posibilidad de explotar este verano las hamacas y sombrillas después de que el Ayuntamiento haya anulado el contrato por el impago del canon de 2020. Quedan otros dos lotes en esta playa que sí han sido prorrogados un año más.

El Consell Consultiu, el máximo órgano de consulta jurídica de la Comunitat Autònoma, ha emitido un informe favorable a la resolución del contrato del servicio de hamacas y sombrillas suscrito con Maya Beach Club Ibiza por «incumplimiento grave» de la obligación del contratista de pagar el canon anual.

Esta concesión fue adjudicada en junio de 2018 con un coste de 277.000 euros anuales (141.000 euros por el lote 43 y 136.000 euros por el 44). Como consecuencia de la pandemia del covid, la actividad de esta explotación no empezó en 2020 hasta el 22 de junio, que es cuando se levantó el acta de replanteo entre el contratista y un técnico municipal. Una semana después, la junta de gobierno de Sant Josep acordó reducir el canon de ese año en un 58,9% y modificar el período de explotación, entre el 1 de julio hasta el 31 de octubre, además de aplazar el pago del canon de esa temporada hasta el 30 de septiembre.

El 30 de noviembre de ese año, el concejal de Playas requirió al concesionario mediante un oficio para que, transcurrido el plazo voluntario de pago, procediera a saldar la deuda en diez días hábiles. En el caso de estos dos lotes, el canon, con la reducción acordada por el covid, ascendía ese año a 113.860 euros en total (57.958 euros el lote 43 y 55.902 euros el 44).

Sin embargo, un representante del beach club respondió por escrito al Ayuntamiento a finales de diciembre que la actividad se había desarrollado sólo durante un mes y medio con una tasa de ocupación inferior al 60% en comparación con lo habitual en el mismo período, tanto por la baja afluencia de turistas como por la reducción de hamacas para cumplir con la distancia de seguridad de dos metros entre los usuarios.

Por todo ello, Maya Beach Club Ibiza solicitó al Consistorio la exención del pago del canon de ese año y, como alternativa, el abono de sólo el 17,6% del mismo. El informe del Consell Consultiu destaca que no consta que con este escrito el concesionario aportase documento alguno para acreditar el desequilibrio económico.

Principio de riesgo y ventura

Posteriormente, ya en abril del año pasado, un informe jurídico del Ayuntamiento justificaba el inicio del procedimiento de la resolución del contrato por «incumplimiento de una obligación esencial». Dicho informe recordaba que la cuantía del canon se ajustaba a «la oferta económica que hizo el licitador» y, además, la ejecución del contrato estaba sometido al «principio de riesgo y ventura». Además, resaltaba que con la petición de la exención del canon, tampoco se aportó «prueba alguna sobre la inviabilidad económica de la explotación».

El Consell Consultiu señala que, aparte de ser un incumplimiento grave del contrato, el impago del canon «perjudica el interés público». Culpa además al concesionario porque ya había explotado durante dos veranos la concesión y conocía, por tanto, sus obligaciones contractuales.

También considera «el nada desdeñable precedente» del impago del canon de 2018 «basado en la supuesta fuerza mayor por la calidad de las aguas, que fue desestimado. De hecho, el beach club abonó el canon después de que el Ayuntamiento iniciase un expediente de resolución del contrato.

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