Cáritas atiende a un 8% más de personas y alerta de una pobreza «crónica» en Ibiza

La entidad católica atendió el año pasado a 2.960 personas en la isla, el 46% de las cuales acudían por primera vez a solicitar ayuda

Rueda de prensa en la sede de Càritas, con el obispo Vicent Ribas en el centro de la imagen.

Rueda de prensa en la sede de Càritas, con el obispo Vicent Ribas en el centro de la imagen. / D.V.

David Ventura

David Ventura

Cáritas Ibiza atendió el año pasado a 2.960 personas, lo que supone un incremento del 8% respecto al año anterior. Unas cifras que, según el coordinador de esta entidad, Gustavo Gómez, son la constatación de un fracaso: «Pensábamos que pasada la pandemia, el número de personas atendidas se reduciría, y ha sucedido lo contrario. Cada vez más, en Ibiza hay una pobreza y una exclusión cronificada. Pasa el tiempo y no podemos revertir esta situación».

La entidad asistencial vinculada a la Iglesia católica ha presentado este lunes en rueda de prensa su memoria de actividades del año 2023, y que sirve también para poner cifras a la pobreza y la exclusión social de la isla. Durante el año pasado, Cáritas repartió comida a una media de 300 familias al mes, y su centro de día y comedor social para personas en exclusión severa atendió a 241 personas. «Tanto el empleo como la vivienda han perdido en Ibiza su función protectora», concluyó Gómez al finalizar la presentación: «Tenemos que preguntarnos, como sociedad, dónde están nuestros valores».

Datos en detalle

Según la memoria de Cáritas, de las 2.960 personas atendidas el año pasado, el 47% eran hombres y el 53% mujeres. El 46% de los beneficiarios fueron personas que acudían a Cáritas por primera vez. El 21% de los atendidos eran españoles y el 79% de otras nacionalidades -los más numerosos, los colombianos (20,4%) y los paraguayos (16,7%)-.

«Los españoles y, especialmente, las personas nacidas en la isla, suelen contar con redes de apoyo y no necesitan tanto nuestra ayuda. Pero estamos viendo casos en los que estas redes de apoyo también se están agotando», explicó el coordinador de Càritas, quien señaló que la mayoría de atendidos son migrantes: «Personas que vienen buscando una oportunidad pero que luego chocan frontalmente con dos aspectos con los que no contaban, el coste de la vida y la falta de vivienda».

Respecto las 241 personas sin hogar y en exclusión severa atendidas, Gómez destacó el incremento de los usuarios de nacionalidad española, que alcanzan ya el 31%. El perfil medio es el de un varón de entre 36 a 65 años sin hogar y extracomunitario, aunque hay un aumento de mujeres, que ya son el 22% del total: «Antes, el sinhogarismo era un fenómeno prácticamente solo masculino, y año tras año vemos cómo el número de mujeres en esta situación sube paulatinamente». Y alertan de que «si la gente sin hogar está invisibilizada, en el caso de las mujeres esto se agrava y sufren más dificultades todavía».

En 2023, Cáritas ofreció 30.000 menús elaborados por la residencia Reina Sofía, además de repartir 100.000 kilos de alimentos en las sedes parroquiales, que llegaron a una media de 300 familias al mes, de las cuales un 43% tenían menores a su cargo. En el área asistencial, ofrecieron ayudas directas puntuales para la compra de fármacos.

Respecto a la recogida de ropa, se donaron 6.075 prendas a personas que lo necesitaban y se recogieron 374.000 kilos de ropa. Cáritas también agradece la labor de los voluntarios y colaboradores de la entidad, así como las ayudas de empresas privadas, en especial, una de 200.000 euros por parte de Ushuaïa Hi que ha permitido «cubrir el déficit arrastrado del año 2022» y equilibrar las cuentas.

Son personas, no problemas

Después de desmenuzar los datos, tomó la palabra el obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, quién criticó duramente la criminalización que sufren los migrantes: «Estas personas no son un problema, tienen un problema», y relató : «Estas personas te cuentan historias estremecedoras sobre las cosas que les han sucedido en sus lugares de origen y sus motivos para migrar». Ribas reclamó «escuchar» a los migrantes y ver a los necesitados «como a un hermano», tal y como señala el evangelio. «Es escandaloso que en esta isla haya tantísima riqueza y, a la vez, tantísima pobreza», reflexionó.

Sobre las soluciones al problema de la vivienda, Gustavo Gómez dio un ejemplo de respuesta ecuménica y ofreció alternativas para todos los gustos: «Creo que hay que intervenir para moderar los precios, porque si el mercado es el único regulador no se variará esta tendencia. Y a la vez, hay que dar garantías jurídicas a los propietarios de las casas vacías para que las alquilen» dijo, aunando las recetas de izquierda y derecha. Lo que no se discute ni negocia es la defensa de la dignidad de las personas migrantes: «No podemos permanencer indiferentes ante esta situación», reiteró el obispo.

Encuesta en los asentamientos

Cáritas Ibiza ha encargado un estudio de campo para conocer la realidad de las personas que habitan en los asentamientos de infraviviendas. Esta iniciativa se llevará a cabo a través de la Fundación Foessa de estudios sociales, que depende de Cáritas Española. En este trabajo, que se realizará durante el mes de junio, cuatro encuestadores se desplazarán a los asentamientos y entrevistarán a las personas que viven en ellos, para conocer su perfil. «La idea es tener una fotografía nítida de esta problemática», explicó Gómez. La previsión es entrevistar a un total de entre 500 y 600 personas.