El 25% de los hogares de Ibiza se encuentra en riesgo de exclusión social

Cáritas afronta las semanas de mayor presión asistencial antes del inicio de la temporada y reparte alimentos para 350 familias 

«En las colas para recoger los lotes de comida nos encontramos con gente asalariada que no puede llegar a final de mes»

Imagen de la cola para el reparto de alimentos en la sede de Cáritas, en enero de 2023. | VICENT MARÍ

Imagen de la cola para el reparto de alimentos en la sede de Cáritas, en enero de 2023. | VICENT MARÍ / josep àngel costa. eivissa

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

A pesar de la gran recuperación del sector turístico experimentada el año pasado, y de los buenos augurios para la inminente temporada, las situaciones de vulnerabilidad han crecido en Ibiza, según pone de manifiesto un estudio de la Fundación del Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (Foessa). En estos momentos, el número de familias que se encuentran en situación de riesgo de exclusión social ronda el 25%. Este porcentaje es incluso superior al que se daba hace dos años, aún con los últimos coletazos del parón económico debido a la crisis sanitaria del covid.

El director de Cáritas Diocesana, Joan Torres, avisó ayer del alarmante crecimiento de la pobreza durante la entrega de los Premis Cor de la entidad (ver página 4). Más aún cuando muchas de las familias afectadas disponen de trabajo con contrato, aunque no les permite salir adelante sin la ayuda social.

«Observamos claramente este problema en las colas para recoger lotes de alimentos, con muchos casos de gente que cobra un sueldo y que no logra llegar a final de mes. Esta ayuda les permite mantenerse a flote, pero siempre y cuando no les venga algún imprevisto o gasto extraordinario», señala. La evidente preocupación de Torres se hace patente cuando recuerda que estas situaciones de vulnerabilidad afectaban a un 22% de las familias residentes en la isla antes del verano de 2022, «una cifra que ya era escandalosa, pero que ahora va a peor».

El director de Cáritas Diocesana, Joan Torres.

El director de Cáritas Diocesana, Joan Torres. / Toni Escobar

La Fundación Foessa, dependiente de Cáritas, recibió el encargo de un estudio específico para detallar la situación social de Ibiza. Hasta el momento, estos análisis se habían llevado a cabo a nivel balear. El diagnóstico de este informe se elevará a las instituciones locales y al Govern.

Si hasta ahora los indicadores de exclusión social se centraban en los ingresos de la unidad familiar, el informe de Foessa incluye nuevos baremos más acordes con la inflación y el encarecimiento generalizado de los costes de la vida.

"La soledad afecta a muchísimas personas mayores que ahora están en riesgo de exclusión social"

Índices de exclusión

Por ejemplo, se interesa por si una familia no puede comprar carne un mínimo de tres veces por semana, si tiene recursos para sustituir un electrodoméstico básico en caso de avería o si a un trabajador le alcanza para salir, al menos, una semana al año de vacaciones.

También se ha introducido otro aspecto que puede ser clave en este incremento de los casos de vulnerabilidad: el número de personas mayores pensionistas que viven solas. «Esta soledad afecta a muchísimas personas mayores que ahora están en riesgo de exclusión social», lamenta el coordinador de Cáritas Diocesana en Ibiza, Gustavo Gómez.

Evidentemente, los precios desorbitados por acceder a una vivienda han provocado o agravado buena parte de esta inestabilidad. Como recuerda Gómez, ni tan solo en la gran recesión de 2008 y los años posteriores, con el desempleo disparado, se llegó a unos niveles de riesgo de exclusión social como los actuales.

En plena temporada, el número de usuarios que recogen lotes de alimentos se reduce a unos 200

Mucha de la gente a la que arrastró aquella crisis no ha logrado salir del pozo. A ellos cabe sumar los afectados por el parón económico del covid, que también siguen recurriendo a la beneficencia. Pese a la reactivación económica, existe un sector que ha quedado atrapado en la vulnerabilidad.

En estas fechas, Cáritas Diocesana asume la mayor demanda de ayuda de todo el año. A pocas semanas del inicio de la temporada, «a muchos usuarios ya no les quedan ahorros del verano pasado o se les ha acabado el subsidio», apunta Gómez.

En estos momentos, cerca de 350 familias acuden dos veces al mes a recoger los lotes de alimentos que se reparten en la sede de la entidad en Vila. En plena temporada turística, esta cifra se reduce a unos dos centenares, precisa Gómez.

El nuevo centro de acogida de Cáritas estará listo a finales de mayo

Cáritas podrá contar en breve con un nuevo recurso para facilitar la reinserción de sus usuarios. Se trata del nuevo centro de acogida que se está habilitando en el piso del antiguo albergue municipal, en la calle Carlos III de Eivissa, propiedad de la entidad diocesana. Las obras de adecuación de estas instalaciones, que ha asumido la hotelera Vibra Hotels con la colaboración de otra veintena de empresas, ya se encuentran en su recta final. De no surgir imprevistos, Cáritas recibirá el nuevo centro de acogida coincidiendo con la festividad del Corpus Christi, que este año se celebra el 30 de mayo. No obstante, aún queda cerrar la financiación para contratar el personal y asumir los gastos diarios. Este centro se destinará a usuarios sin problemas de adicciones y que siguen programas de inserción laboral. La gestión de este centro se compaginará con el de un piso para permisos penitenciarios que también está acabando de reformarse.

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