Urbanismo en Ibiza: «No tengo licencia, pero el alcalde me dio permiso»

Jornada Inmobiliaria celebrada en Ibiza.

Jornada Inmobiliaria celebrada en Ibiza. / Marcelo Sastre

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Es escuchar la frase «mi casa no tiene licencia de obras pero el alcalde me dio permiso», y sonar una bocina estridente (como la del ‘1,2,3’) en la cabeza del arquitecto y asesor Juan Marí Ferrer, Botja, que durante la jornada habló de ‘Urbanismo, ilegalidades y afecciones según las leyes y sus aplicaciones’. Tras la frase y las bocinas de rigor, Marí contesta a su in terlocutor lo mismo: «Eso no vale». «Hay gente —explica—, que confunde eso con tener permiso. O te dicen ‘está en escrituras’, o ‘me han puesto una placa’, o ‘pago el IBI’. No, nada de eso vale para acreditar que una vivienda es legal. La única manera es mediante la licencia de obras». Esos razonamientos son habituales «en personas de cierta edad», señala. 

Sólo hay tres casos posibles. Primero, que la vivienda esté «incorporada a ordenación, que es cuando tiene licencia de obras». Luego están los inmuebles «fuera de ordenación, que significa estar fuera de la legalidad, total (toda la vivienda carece de permiso) o parcial (lo está parte de ella, por ejemplo, una ampliación sin licencia, que es lo más frecuente). En este último caso, en la parte ilegal no se puede hacer ninguna obra. Ni siquiera cambiar una bombilla o pintarla», avisa. Y el tercer caso es «la disconformidad: toda la edificación tiene licencia, pero por normativa sobrevenida ya no sería autorizable». Es lo que sucede en casas construidas en suelo rústico en los años 70 u 80 con parcelas mínimas de 7.000 metros cuadrados, cuando en la actualidad se establece, como mínimo, 15.000 metros. ¿Qué pasa en estos casos? «En suelo urbano, se regula mediante el plan general. A veces permite hasta su ampliación. En rústico, antes se permitía ampliaciones en determinados casos. Pero desde 2018, con la ley Urbanismo balear, esta posibilidad de reconocimiento de disconformidad se eliminó y solo pueden ampliarse si cumplen el parcelamiento».

La foto de cumpleaños

Se acabó también la prescripción de las obras ilegales en rústico. Con la ley de disciplina urbanística de 1990, la prescripción de obras sin licencia era de ocho años. Desde el 1 de enero de 2018 «no prescribe en rústico, pase el tiempo que pase», señala Marí. «El día que empieza a contar es cuando acabó la obra. Y debe demostrarlo el propietario. Hay casos en los que esa comprobación se hace con fotografía aérea. Pero yo he visto de todo: hasta fotos de cumpleaños con la casa acabada para demostrarlo».

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