Coses nostres

La fragancia única de la reseda

Las resedas, conocidas popularmente como ‘pebre d’ase’, son plantas muy comunes en campos abandonados y suelos alterados y tienen un peculiar olor entre dulzón y picante

La rara flor de la reseda

La rara flor de la reseda / CAT

Cristina Amanda Tur

Cristina Amanda Tur

Las raras flores de las resedas tienen los pétalos blancos y hexámeros y muy divididos, como cortados a tiras con unas tijeras, así como un destacable aparato reproductor en colores amarillos y marrones rosados. Estas flores se abren en una larga espiga sobre unos tallos que pueden alcanzar una altura de más de medio metro.

Las resedas, de las que en las islas hay representadas al menos cuatro especies, son propias de campos de secano y terrenos removidos, y pueden florecer prácticamente durante todo el año, aunque en el Herbari Virtual del Mediterrani Occidental se especifica que el periodo de floración se extiende de abril a septiembre, en la especie R. alba, y de febrero a noviembre, en el caso de R. phyteuma. Estas dos especies son las más abundantes en los campos de Ibiza, aunque también pueden encontrarse, al menos, las variedades R. lutea y R. luteola, que se distinguen por tener las flores amarillas y espigas mucho más pequeñas. Estas dos últimas especies, según señala el citado herbario, también se encuentran en Formentera.

Todas las resedas tienen inflorescencias como espigas, de flores pequeñas de pétalos similares, y suelen formar racimos alargados. La especie Reseda alba se distingue de R. phyteuma por ser mucho más grande, de tallos más largos. Y forman parte de toda esa serie de plantas que suelen denominarse hierbas, que crecen hasta en las cunetas y en los vertederos y a las que no se suele prestar atención; hasta que un día decides acercarte a observar y oler sus pequeñas y raras flores desordenadas.

Espiga de resedafotografiada en elmes de enero.  cat

Espiga de reseda fotografiada en el mes de enero. / Cristina Amanda Tur

La reseda silvestre es conocida también como gualdo, farolillos, sesamoide menor, gualdilla, miñonetas y sosieganiño. En Ibiza, su nombre popular es el de pebre d’ase, aunque también pueden escucharse variantes como pebrots de ruc, minyoneta y gabarró (según la especie) y en catalán se usa ampliamente la forma capironat para todas las resedas.

La más abundante de las resedáceas, Reseda alba, es una planta de distribución mediterránea, aunque ha sido introducida en muchas otras partes del mundo –donde se ha naturalizado–. Las resedas son a menudo consideradas especies ornamentales y plantadas en los jardines por el aroma dulce de las flores, un peculiar aroma entre dulzón y picante que resulta difícil describir, clasificar o comparar con algún otro olor.

El aceite de algunas variedades de reseda se usa, de hecho, en perfumería; existe una variedad cultivada por su olor y todas las grandes marcas –Roger & Gallet, Aramis, Dior o Issey Miyake– han creado perfumes usando su original esencia.

WHITE RESEDA

Uno de los perfumes de la casa Roger & Gallet lleva el nombre de White reseda por ser esta planta el ingrediente destacado de la fragancia.

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