Limpieza del vertedero ilegal de Cala Tarida: Residuos y el cuento del lobo

Sant Josep considera que «no se puede echar para atrás» el proyecto para limpiar el solar donde el empresario condenado por amenazas e investigado por los fondeos ilegales de Porroig había creado un vertedero ilegal

César Navarro

César Navarro

La concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Litoral de Sant Josep, Felicia Bocú, está satisfecha, y tiene sobrados motivos para ello. Gracias a su tesón («he tenido que estar muy encima del procedimiento judicial» que les permitió entrar en la propiedad, explica Felicia Bocú), se inició por fin el pasado viernes la limpieza del vertedero ilegal que ha creado el polémico empresario Evaristo Soler en un terreno de su propiedad en la carretera de Cala Tarida.

La primera denuncia de la que tiene constancia el Ayuntamiento contra esta actividad tan peligrosa para el medio ambiente data de 2016. «El proceso administrativo ha sido lento porque es muy garantista. Pero he tenido la suerte de poder llevarlo a cabo», explica Bocú.

Un operario durante las tareas de limpieza en Cala Tarida.

Un operario durante las tareas de limpieza en Cala Tarida. / Toni Escobar

Durante la jornada del viernes y parte del sábado (la lluvia y el viento dificultaron los trabajos), los técnicos de Herbusa, la empresa que se adjudicó la tarea titánica de limpiar este terreno en suelo rústico, pudo inventariar todo lo que Soler ha acumulado en su propiedad. Aunque no había obuses de la Guerra Civil, como los cuatro que se hallaron y tuvieron que ser desactivados en una primera inspección en octubre de 2016, se han localizado un total de 170 «grandes elementos», de los que 72 son embarcaciones y remolques, 71 vehículos (no se matiza de qué tipo), otros 16 «vehículos grandes» y once velomares. «No se han encontrado materiales peligrosos» como los obuses, pero Bocú matiza que sí hay «residuos muy peligrosos para el medio ambiente», como aceites, baterías...

También se han encontrado una sorpresa: una especie de almacén secundario en una depresión del terreno, una suerte de «foso al que no podíamos acceder hasta ahora» situado detrás de la vivienda, lindando con la cantera. Había vehículos, cómo no, y alguna embarcación. En concreto 65 nuevos residuos que se han sumado a los que ya se preveía encontrar gracias a una inspección anterior (se intentó licitar entonces, hace unos años, su retirada, pero no fue posible).

Entre las cosas «curiosas» y además de los vehículos y los cascos de barcos, la concejala enumera «excavadoras, palés de obra e incluso varias turbinas enormes» cuyo origen desconocen, pero que por su tamaño bien podrían haber formado parte de «alguna industria», apunta como hipótesis. Y «mucha basura».

Una vez completado el inventario, la empresa inició ayer la retirada de los residuos. Bajo la vigilancia de la Policía Local, que aunque no estará todo el tiempo (los operarios están de 9 a 18 horas), sí garantizan la seguridad de los trabajos. Por si acaso, Herbusa ha contratado por su cuenta un servicio de vigilancia de las máquinas específicas que ha desplazado hasta el terreno para llevar a cabo el trabajo encomendado por contrato por el Ayuntamiento. Entre ellas, trituradoras y otras para el desmontaje y transporte de estos residuos tan voluminosos. Invertirán en todo el proceso alrededor de seis semanas, calcula Bocú.

"Han tenido tiempo para alegar y no lo hicieron y para gestionar los residuos y tampoco lo hicieron. Hasta que han visto al lobo no se lo han creído

Felicia Bocú

— Concejala de Sant Josep

Lo que no contempla el Consistorio, con todas las reservas porque no puede adelantar cómo pueden evolucionar las maniobras legales de la defensa de Soler, es que se retrase o se eche atrás el proyecto de limpieza del solar. «Hay una orden judicial firme y no creo que esto se paralice. Han tenido tiempo para alegar y no lo hicieron y para gestionar los residuos y tampoco lo hicieron. Hasta que han visto al lobo no se lo han creído». El lobo, como es obvio, está representado por los técnicos municipales, los policías locales, los guardias civiles y, finalmente, por los técnicos y las máquinas que entraron el viernes en esta propiedad.

El mismo viernes, sobre el terreno, el abogado del dueño de los terrenos, Danielle Mundula, explicó a los periodistas que su representado alega padecer una patología mental que le habría llevado a la situación actual en la que el Ayuntamiento ha tenido que iniciar la retirada de manera subsidiaria de los vehículos abandonados en su parcela. «Vamos a aportar informes ante el juzgado para solicitar la suspensión del procedimiento, porque es evidente que esta acumulación de chatarra en sus propios terrenos no se corresponde con una conducta normal», alegó.

"Es fácil eludir la responsabilidad"

En el fondo de este recurso subyace el coste de los trabajos de limpieza adjudicados por el Ayuntamiento, presupuestados en 752.000 euros que deberá devolver Soler a la Administración municipal. «Es fácil eludir la responsabilidad en este tipo de problemas», apunta la concejala, que advierte de que este caso es «un aviso a todos los vecinos del municipio: el Ayuntamiento está dispuesto a aplicar la ley. Hay que gestionar los residuos tóxicos y peligrosos».

En cuanto a los vehículos que el propietario puede haber retirado, o que retire en estos días, para intentar abaratar la factura, algo que la concejala no cree que pueda producirse, Bocú insiste en que exigirán las garantías necesarias de que han sido tratados por un gestor autorizado.

Además, desde el equipo de gobierno de Sant Josep indican que «una parte están pendientes de comprobación por si tienen alguna causa pendiente (alguna multa o denuncia, por ejemplo) por parte de la Policía Local, la Guardia Civil u otras autoridades».

Evaristo Soler ha incumplido desde 2017 todas las órdenes de desmantelamiento de su desguace. Finalmente, Sant Josep ha tenido que hacerse cargo de estos trabajos de manera subsidiaria, tras una larga espera hasta recibir la autorización judicial para entrar en la finca.

En febrero del año pasado, la Policía Local retiró al menos cuatro embarcaciones que este empresario tenía almacenadas en el arcén de la carretera, justo al lado de su vertedero ilegal.

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