La Ibiza libre en el objetivo de Oriol Maspons

La obra ‘Oriol Maspons Ibiza’ muestra fotos inéditas del fotógrafo durante su estancia entre los años 50 y los 80 en Ibiza

El libro está a la venta en algunas galerías de arte de la isla y se presentará en una nueva galería que se abrirá en mayo

Dos personas bailan en Amnesia

Dos personas bailan en Amnesia / Oriol Maspons (Todos los derechos reservados)

Estela Torres

Estela Torres

Asistir a una exposición de Oriol Maspons y reconocerse entre las imágenes. Esas imágenes que muestran la libertad que imperaba en la Ibiza de las décadas de entre los 50 y los 80, y que centraron el objetivo de Maspons: desnudez, sol, playa y fiesta. Su fotografía muestra «un estilo de vida de libertad pura», según cuenta su único hijo, Alex Maspons, que ha seleccionado las imágenes que recoge la publicación ‘Oriol Maspons Ibiza’, que se publicó en España coincidiendo con el Día del Libro.

La publicación muestra obras inéditas del fotógrafo. Maspons hijo cuenta, casi como una metáfora de lo que eran esos tiempos en la isla, que la gente se reconoce en las fotografías y, hace poco, en Barcelona, una señora de 60 años y su hija se acercaron a buscar a alguien en el nuevo libro: «A ver si lo ves», le decía la hija a la madre. Esperaban encontrar al padre de la mujer: «Un hippy de Ibiza», al que su madre conoció en un breve instante de excitación, y al que no volvió a ver más. Algo parecido le ocurrió a Maspons en Londres, donde se publicó hace poco el libro, en el primer aterrizaje del apellido Maspons en Reino Unido. Una mujer reconoció a su padre (que en este caso sí conocía). Era un cubano que trabajaba en Pacha como promotor de las fiestas por las calles del puerto. Y exactamente así aparecía.

Oriol Maspons llegó a la isla en la década de los 50, de la mano de su amigo y también fotógrafo, Jordi Petit. El fotógrafo recorrió Ibiza y Formentera con su Vespa y «empezó a hacer fotos por puro placer», cuenta su hijo. Más adelante le acompañaron amigas francesas y las inmortalizó en su obra, con imágenes tan conocidas como ‘El primer bikini’, que muestra a una modelo posando con esta prenda mientras dos militares pasan tras ella. En la década de los 70 Oriol Maspons se instaló en Ibiza como enviado especial de la revista Interview y de manera «inevitable» su hijo le acompañó durante 16 veranos seguidos.

La discoteca KU

Con 14 años, Maspons hijo se dio un paseo por la antigua discoteca KU, a la que entraba con su padre por la puerta de una especie de almacén. De la sala, entre las fotos que ha seleccionado Maspons, se incluye la inolvidable visita de Freddie Mercury y Montserrat Caballé. Con su mirada de entonces, el ahora adulto recuerda los concursos de Miss KU y Míster KU, que «formaban un show muy llamativo y divertido». Se trataba de un concurso en el que se veía a «15 macizorros desfilando en un bañador diminuto y muy ajustado, ante un jurado formado únicamente por mujeres, que iban con la camiseta mojada», cuenta.

La Ibiza libre de Oriol Maspons |

Un grupo de concursantes de Míster Ku preparados para desfilar con sus diminutos bañadores en la antigua discoteca. / Oriol Maspons (Todos los derechos reservados)

Entre las imágenes más reconocidas de Maspons también figura la de una madre en una fiesta de Paula’s con una copa en la mano y su bebé agarrado en un pareo. Esa misma imagen aparece en la película ‘Madres Paralelas’, de Pedro Almodóvar, que se quedó la foto tras el rodaje. El bebé que aparece en ella se llama Zoltan, y Maspons está en contacto con él. Ha escrito un texto para la nueva publicación: «Se acuerda mucho de su madre porque ella, la chica de la foto, murió en enero de este año», afirma Maspons.

Una fiesta entre animales

El libro también eterniza, continuando con aquello que ahora se consideraría una locura, a una cabra en las escaleras de entrada de la desaparecida discoteca Charlie Max, ubicada en lo que ahora es el paseo Joan Carles I de Ibiza. Igual que a ese animal, la discoteca también acogía «ovejas, vacas, gallinas, un poni...», cuenta Maspons antes de señalar que «era como el chiste de ‘sujétame la cerveza’: a uno se le ocurría una barbaridad, el otro decía ‘a que no te atreves’ y, entonces, el primero respondía: ‘sujétame la cerveza’. Así era esa época».

Esta Ibiza es una parte de lo que muestra el nuevo libro de Maspons, además de fotos de playas y arquitectura. Se publica ahora porque era «una asignatura pendiente», afirma el hijo del fotógrafo, al que la distribuidora de arte Emma Salahi, que tiene previsto abrir una nueva galería en mayo donde se presentará el libro, contactó con la idea de publicar el libro. La editorial encargada de la edición es IDEA, que Maspons desconocía pero a la que considera «muy rupturista y un tanto provocadora», en línea con lo que caracteriza la fotografía de su padre. En Ibiza el ejemplar se podrá adquirir en la Galería Elefante, el Hotel los Felices y en Particular de Cala Jondal. Además, todas las fotos de Oriol Maspons estarán disponibles en Agony and Ecstasy Gallery, como ediciones limitadas exclusivas.

«Mi padre siempre ha buscado provocar. Aunque fuera una reacción», afirma Maspons sobre lo que buscaba el objetivo del fotógrafo. En España, en los años 80 había dos destinos: «Los pijos se iban a Marbella y en Ibiza nos reíamos, porque era todo más natural, espontáneo... Menos artificial», recuerda Maspons antes de señalar que «esa Ibiza fue un experimento social, ademá de una convivencia perfecta con los ibicencos. Nadie ofendía a nadie».

La Ibiza libre de Oriol Maspons |

Tres payesas, en el paseo Vara de Rey. / Oriol Maspons (Todos los derechos reservados)

En la contraportada del libro figura una imagen que Maspons ha seleccionado simbólicamente. En ella aparece su padre desnudo y de espaldas, entrando al mar, cogiendo a los dos perros que tenían entonces, cada uno en un brazo: «Ninguno de los tres está ya y simboliza un poco el adiós», comenta sobre el efecto que busca al cerrarse el libro. Además, como una gran anécdota, que no es más que otro indicador de cómo era antes España, Maspons cuenta que uno de los perros que aparece en la contraportada falleció en Ibiza y el fotógrafo se lo llevó dentro de una maleta, envuelto en bolsas, a Barcelona. La intención era, y se pudo cumplir, enterrarlo en la finca de la familia, junto a las demás criaturas que le acompañaron en su vida.

Alex Maspons piensa que muchas de las fotos que aparecen en el libro «ahora no se podrían hacer». En la introducción plantea una pregunta: si, como sociedad «hemos evolucionado o involucionado». Desde su punto de vista se han dado pasos atrás: «Así como en esa época el topless fue rupturista, ahora parece que es al revés. Quien se quiere liberar está adoptando una posición retrógrada y hay una moralidad que señala con el dedo. La gente ya no puede comportarse con tanta libertad como antes y esto es lo que refleja el libro», cuenta Maspons.

Para el hijo del fotógrafo las redes sociales son las principales culpables de este cambio: «Todo el mundo tiene voz y puede decir cualquier parida, que a lo mejor hasta tiene seguidores». Le apena pensar que la juventud de ahora, entre los que se encuentra su hijo, no vivirá el espíritu de la Ibiza libre de los 70: «Éramos felices y no lo sabíamos».

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