El arte de lo artesanal: “Mi trabajo es un vicio, pero sano”

“El artesano del cuero no vende cuero; el artesano del cuero vende su vida”. Con estas palabras define su trabajo Antonio Reyes, uno de los artesanos con mayor trayectoria en Ibiza. Si bien la frese puede sonar un tanto fuerte y hasta cierto punto exagerada, transmite a la perfección la esencia de lo que significa un producto de elaboración artesanal.

En el contexto actual en el que los oficios quedaron relegados y los trabajos se vuelven cada vez más automatizados, casos como el de Antonio ganan protagonismo. Más conocido como Tony entre el público local, lleva 43 años en el sector del cuero, creando piezas únicas tanto para los ibicencos como para los turistas que visitan la isla. 

“Es un vicio, pero sano”

Tony, maestro en su oficio, ofrece sus productos en su tienda Sandra’s Leather en Ibiza. Desde su taller, diseña y trabaja cada pieza para que sea única y respete la esencia del trabajo artesanal, que se traduce en transmitir sensaciones. “El proceso del trabajo del cuero es lento y se debe hacer poco a poco”, explica Tony, haciendo referencia a que “cada corte, cada tinte y, en definitiva, cada pieza, es única”.

Sus manos curtidas por el trabajo reflejan la experiencia acumulada a lo largo todos estos años. Para Tony, cada pieza de cuero no es solo un objeto, sino una extensión de sí mismo, una manifestación tangible de su habilidad y amor por lo que hace. En este sentido, “cuanto más tiempo se dedica a una pieza, más se logra transmitir y más perfecto es el resultado final”.

A pesar de las tentaciones del mundo moderno y de las herramientas disponibles que agilizarían el trabajo, Tony se aferra a sus raíces artesanales con firmeza. El valor de su trabajo va más allá del precio de mercado; es una forma de preservar la tradición y transmitir emociones a través de sus piezas.

“El ritmo de trabajo puede ser de doce o incluso catorce horas al día y cuando llega esa cantidad de horas es cuando me siento que estoy empezando el día”, agrega Tony, quien resume su trabajo como “un vicio, pero sano”. Si bien la elaboración de una sola pieza lleva días e incluso semanas de trabajo, Tony antepone su pasión sobre cualquier otra cuestión. “Soy un apasionado de mi trabajo, estoy agradecido de que me llene y pueda transmitir algo a los demás a través de mis manos”, resume el artesano del cuero. 

Ibiza, tierra de artesanos

Si bien Tony nació en Sevilla, a los nueve años desembarcó en Ibiza, donde conoció el mundo de la artesanía y, de a poco, fue escribiendo su historia. Tal y como nos cuenta, su comienzo en el cuero en Ibiza surge haciendo pulseras de hilo. “Al ver cómo las aceptaban, pasé al cuero, lo que significó toda una progresión”, agrega.

Soy un apasionado de mi trabajo, estoy agradecido de que me llene y pueda transmitir algo a los demás a través de mis manos

Antonio Reyes

— Artesano del cuero en Ibiza

El artesano del cuero reconoce que parte de su trabajo está influenciado en otros trabajadores del sector.  “Siempre he admirado el conocer a otros trabajadores del sector y de cada uno llevo un poquito”, postula Tony, quien está a la espera de que le otorguen la Carta de maestro artesano, un reconocimiento a su basta trayectoria y conocimiento en la materia. 

Sandra’s Leather en Ibiza

A pocos metros del Castillo de Ibiza, encontramos la tienda Sandra’s Leather, de Tony. Aquí, turistas y residentes pueden encontrar “trabajos irrepetibles, con muchísima labor que no se pueden copiar por la dificultad, las técnicas y el amor con el que trabajo cada pieza”. “Es una tienda con mucho amor y cariño, donde busco que no se mueran las técnicas artesanas”, concluye Tony. 

En un mundo dominado por la producción en masa y la uniformidad, Tony representa la resistencia de lo auténtico y lo genuino. Cada pieza que sale de su taller lleva consigo la impronta de ser un trabajo único, irrepetible, especial.

Su trabajo es mucho más que un trabajo. Más allá de las modas pasajeras y las tendencias fugaces, su arte perdurará en el tiempo, como un testimonio de la autenticidad de lo hecho a mano. Y mientras haya personas que valoren la calidad sobre la cantidad, el legado de Tony seguirá respirándose en cada rincón de Ibiza.