Fiesta grande en plena canícula de verano para celebrar la Diada de Formentera

El 25 de julio en Formentera más que una fiesta unida al santoral es la fiesta de la hospitalidad. Especialmente con los vecinos ibicencos que no pierden la oportunidad para escaparse.

Desde la segunda repoblación de Formentera, a principios del siglo XVIII, los colonos procedentes de es Amunts y de Santa Eulària (Ibiza), entre los que abundaban los jaumes, se establecieron de la mano de Marc Ferrer, en Formentera. Pasados los años y consolidada la estructura social, los formenterenses aprovechaban que tenían los campos segados y las fincas limpias y que además el estado de la mar solía ser benigno para invitar a sus familiares ibicencos a pasar el día en familia. Así se desplazaban numerosos ibicencos para disfrutar de una comida en familia, una ballada y cantada pagesa, sin olvidar la misa.

Con la llegada de la democracia y el auge del turismo Sant Jaume se convirtió en la fiesta del verano. Una fecha que este año coincide con unas temperaturas especialmente altas que se mantienen incluso de noche. Primero fue el Ayuntamiento el que puso la fecha festiva y luego el Consell Insular el que fijó la Diada de Formentera en el calendario. Cada año por estas fechas Formentera recibe a miles de visitantes de Balears, nacionales y extranjeros.