Sucesos

Grave picadura de un arácnido a una turista francesa en su llegada a Ibiza

La mujer descubrió, horas después de instalarse en la casa en la que se aloja, una punción en el pie izquierdo y otra más arriba, en la espinilla

La pierna de la turista francesa tras sufrir la picadura de un arácnido

La pierna de la turista francesa tras sufrir la picadura de un arácnido / DI

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

Una turista de nacionalidad francesa descubrió, a las pocas horas de llegar a Ibiza desde París el pasado 26 de abril, una picadura en la espinilla izquierda y otra en el pie de esa misma parte del cuerpo.

La mujer, que visita la isla para pasar tres semanas junto a su pareja en una vivienda que tienen en la zona de es Cubells (Sant Josep) se percató de las dos punciones cuando se desvistió al llegar a la casa. Aunque sospecha que la picadura es de un arácnido, los profesionales sanitarios que la han atendido hasta el momento no han sabido determinarlo con exactitud.

«La verdad es que no entendía lo que era, tenían la forma de dos botones y se había puesto un poco blanco», relata la francesa, quien, por otro lado, desconoce si el bicho le picó dentro del avión o a su llegada a la vivienda, donde indica que llevaba «muy poco tiempo» cuando se dio cuenta de las heridas.

Al cabo de unas horas, una de las picaduras se fue hinchando y adquiriendo un tono rojizo, mientras que la otra se convirtió en una especie de quiste, añade: «Llegó un momento en que no me podía poner el zapato de lo inflamado que tenía el pie», cuenta. Sin embargo, la hinchazón fue remitiendo mientras que la segunda picadura, la de la espinilla, empeoraba por momentos.

Al verse la extremidad tan afectada, acudió a la farmacia, donde le recomendaron ir a un centro médico privado donde, a su vez, le aconsejaron asistir a la clínica. Finalmente, acudió, junto a su pareja, a la Policlínica y allí le indicaron que podía tratarse de una reacción alérgica derivada de la picadura. «No tenía fiebre, pero sí que tenía mucho frío y estaba muy cansada», detalla la turista.

Dos antibióticos distintos

Los sanitarios le hicieron un análisis de sangre: «También muchas preguntas: si tenía problemas de corazón, alguna enfermedad, etcétera», apunta. «Y no detectaron nada raro», asegura.

A pesar de esto no lograron darle ninguna respuesta concreta, por lo que le recetaron antibiótico: «Le envié una foto a un amigo, que es médico en París, y me recomendó esperar tres días para ver si la medicación surtía efecto. Me dijo que, si no, él me recetaría un medicamento más fuerte», cuenta.

En ese periodo de tiempo, el dolor se fue desvaneciendo y la herida empezó a supurar, lo que le dejó un agujero en la pierna: «Me iba encontrando mejor por momentos, aún así, me estoy tomando el antibiótico más fuerte que mi amigo me ha recetado». La mujer se aplicó, además, varios ungüentos para que la herida cicatrizara. Aunque todavía le duele, sobre todo le corroe la duda: «de dónde viene una picadura de este calibre». Al parecer, podría tratarse de una Loxosceles laeta, más conocida como araña del rincón o araña violinista.

Hace apenas un mes, un trabajador de una finca de Ibiza sufrió una picadura parecida que le provocó una necrosis derivada de la punción de un animal similar. En verano del 2021 se conoció el caso de un turista británico al que tuvieron que amputarle dos dedos tras complicársele una picadura de arácnido que sufrió mientras veía la puesta de sol en Sant Josep.

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