Elecciones autonómicas

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza

La Federación Socialista de Ibiza vive su noche electoral más triste con un ambiente de funeral

Vídeo del PSOE tras conocer los datos de las elecciones municipales del 28M en Ibiza

DI

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

«¿Autocrítica? ¡Toda!», afirma Rafa Ruiz, arrastrando el cadáver de la alcaldía de Vila que acaba de perder. Le arropan, en esta noche electoral que se ha convertido en un funeral socialista, el resto de cabezas de lista a las elecciones municipales. Cariacontecidos. Ojos rojos. Cabizbajos. «¡Parad la música!», grita alguien, una de las pocas personas que comparten estos durísimos momentos con la familia del PSOE de Ibiza. La derrota es solitaria. Y abúlica. Nadie bebe. Nadie come. Nadie ríe. Los socialistas ibicencos pueden escribir sus discursos más tristes esta noche. «Es un cambio de ciclo, un resultado electoral muy malo», afirma Ruiz, que acepta «la derrota» y recuerda al PP de Ibiza que los ciudadanos le han dado «una responsabilidad inmensa» que deben aprovechar.

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza / di

«No me lo esperaba», reconoce el aún alcalde, quien, aunque afirma que hay que analizar y estudiar la debacle «con tiempo y calma» hace una lectura en clave nacional: «Ha habido una bajada generalizada en todo el territorio». «Los ciudadanos consideran que no lo hemos hecho bien. Se aprende», zanja Ruiz, cediéndole el espacio frente a los micrófonos al otro alcalde socialista que ve cómo la vara de mando se le esfuma de las manos, Ángel Luis Guerrero, de Sant Josep. Tampoco se esperaba el derechazo. También lo achaca a «una tendencia nacional» y añade el matiz del covid: «Ha sido una legislatura muy difícil, con la pandemia sólo han sido dos años».

Evolución del voto en el Consell de Ibiza

Evolución del voto en el Consell de Ibiza / di

Sin palabras

Los cinco aspirantes a las alcaldías de la isla, apiñados durante unos minutos, se disuelven en la inmensidad de una sala desoladora. No tienen palabras. Apenas les salen. Se les nota el esfuerzo que supone verbalizar la derrota. Ironías del hilo musical. Justo antes de ese «¡Parad la música!» sonaba ‘Words don’t come easy to me’, de F. R. David. Y poco antes, ‘Ironic’, de Alannis Morrissette.

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza |

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza | / Marta Torres Molina

Antonio Lorenzo apenas puede creerse que en Sant Antoni «después de todo» el PP salga más victorioso aún que en 2019. Respira hondo y consuela a su número 2, María Luisa Millán, profundamente desconsolada, levantándola a peso. Los dos se abrazan con Aída Alcaraz. Es el último alcaldable socialista en abandonar el barco. Todos los demás se marchan inmediatamente. Acompañados de sus familias, arrastrando los pies y la pena. Sin siquiera tomarse unos minutos para desahogarse con los pocos que comparten la funeraria noche.

Hace tiempo que de la marmórea sala, que esta noche hace las veces de mausoleo, ha desaparecido Alfonso Molina, rostro del pasado (o no) del PSOE de Ibiza que a primera hora de la noche electoral era la primera cara que veían quienes se asomaban a la sede. Pululan por allí Josep Maria Costa, Jordi Marí, Miquel Costa, Irantzu Fernández... Y poco más. Sí está, mostrando su apoyo incluso en los peores momentos y a pesar de haber sido madre hace apenas unos días, Elena López. Tampoco puede creerse la apisonadora que les ha arrollado. Es el comentario de la noche. Algunos confiesan que sospechaban que la noche no sería tan buena como la de las últimas elecciones, pero jamás, ni en sus peores pesadillas, habían previsto lo ocurrido este 28M. La realidad revelándose como la auténtica película de terror.

Seguimiento del escrutinio en la sede del PSOE en Ibiza

M.Torres

La negra noche roja

Alguno, llegado ese momento, pasa del catering y busca consuelo en la barra. El bálsamo en el fondo de una copa de balón. Una de las dos televisiones en las que los asistentes siguen los resultados electorales se funde a negro. «Hasta la televisión se baja del carro», bromean algunos aunque la noche roja no está, precisamente, para chanzas. Ni televisión. Ni música. Ya no. Desde el réquiem de quienes soñaban con ser alcaldes el silencio es atronador. Todo es dolorosamente estruendoso. Una tos. El chasquido de una lata de refresco abriéndose. Un hipido. Un suspiro. Un «¡qué desastre!» susurrado al abrigo de un abrazo. Una carpeta llena de datos desplomándose sobre una mesa.

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza

Un derechazo manda a la UCI a los socialistas de Ibiza / Marta Torres Molina

Las app de seguimiento siguen arrojando resultados devastadores para la progresía de las islas. Apenas queda nadie en la planta baja del hotel. Sólo quienes no tienen más remedio que esperar. Todos quieren dar ya por acabada esta noche de tinieblas. Pero no pueden. Hay que esperar. Hay que seguir contemplando cómo la marea azul del PP lo tiñe todo. Hay que aguardar a que lo inevitable sea oficial. A que Francina Armengol, cuyo poder se derrite voto a voto, salga a reconocer el desbarate. Algunos comentan, de hecho, que a la socialista jefa de Balears no le ha hecho mucha gracia que los cabezas de lista de los ayuntamientos de Ibiza salieran tan pronto a dar explicaciones. A reconocer la descomposición de su proyecto.

Detrás del escenario que se quedará sin usar aguardan los cabeza de lista al Consell de Ibiza, Josep Marí Ribas Agustinet, y al Parlament por Ibiza, Pilar Costa. Juntos, en la retaguardia del cuartel socialista, contemplan el parlamento de Armengol. Su rostro concentra frente a la pantalla a una solitaria y mermada camarilla. Segundos después de que ella calle comparecen Marí y Costa. Él, con el rostro desencajado. Ella, haciendo de tripas corazón, luce una medio sonrisa que no hace más que destacar la tristeza de sus ojos. «Los ciudadanos han hablado y han dicho claramente lo que pensaban», afirma el también secretario general de la Federación Socialista de Ibiza, que asegura que su intención es «trabajar» los próximos años para recuperar la confianza. «Trabajaremos para conservar los derechos y los avances de estos ocho años», comenta Costa, que garantiza que estarán «vigilantes para que no se produzca un retroceso en estos derechos». Él trata de consolarse con que la caída del imperio socialista no ha sido sólo en Ibiza. Ella intenta no venirse muy abajo echando la vista adelante. Hacia las próximas elecciones.

Suscríbete para seguir leyendo