Gastronomía de guerra en Ibiza: Flaó exprés sin horno

Ahora se encuentra en todos sitios todo el año, pero tradicionalmente el flaó se preparaba para el Domingo de Resurrección

Flaó exprés sin horno

Flaó exprés sin horno / MTM

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Un día como hoy el aroma en cualquier casa ibicenca sería de los de perder el sentido. Hoy, Domingo de Pascua, Domingo de Resurrección, toda casa ibicenca de antaño olía a queso, a anís, a azúcar, a hierbabuena… Un día como hoy, todas las casas ibicencas estaban envueltas en el olor del flaó. En la actualidad, este dulce tan peculiar de la gastronomía pitiusa se puede encontrar en restaurantes y pastelerías durante todo el año, pero cuando las fotos eran aún en blanco y negro, esta delicia se servía en los últimos compases de la Semana Santa. Los primeros de la primavera, cuando en las casas abundaban los huevos, el campo era generoso en hierbabuena y había tantas cabritillas recién nacidas que sobraban la leche y los quesos. La receta de hoy no es la tradicional. Es un flaó sin horno. Y sin huevos. Es ideal para cuando no se tiene un horno a mano o para cuando llegan visitas inesperadas. Se prepara rápido y se enfría mientras se degusta la comida. Aquí, como en todas las recetas, que cada cual la adapte a su gusto. A mí me gusta fuerte de sabor, intenso de queso, quien lo prefiera más suave, que use sólo queso tierno o, incluso, fresco. De cabra o de oveja, eso sí, para mantener el sabor tradicional.

Ingredientes (para diez vasitos):

-400 mililitros de nata (1,45€)

-150 gramos de azúcar (0,25€)

-200 gramos de queso tierno de cabra (2,3€)

-200 gramos de queso curado de oveja (2,6€)

-1 piel de limón (0,4€)

-20 hojas de hierbabuena (0,5€)

-2 hojas de gelatina (0,45€)

-1 chupito de anís (2€)

-1 cucharadita de matalaúva (0,15€)

-150 gramos de mantequilla (1,8€)

-200 gramos de galletas maría (0,4)

 

 

Precio total: 12,07€ (1,2€ por vasito)

Preparación

—Al revés de lo que ocurre con el flaó de horno, éste lo vamos a comenzar por lo que sería el relleno. En un cazo, calentar la nata con el azúcar, la mitad de las hojas de hierbabuena (diez, dejad las más bonitas para la decoración), la piel del limón y los quesos. Se pueden rallar o, simplemente, cortarlo a trocitos. ¡Importante! No tiréis las cortezas del queso. Guardadlas o congeladlas. Añadidas a un caldo, dejando que cuezan con todo lo demás, le da un gusto muy especial.

Dejar que cueza a fuego medio, incluso bajo, removiendo y controlando muy bien que no se pegue ni se queme. Es el máximo riesgo de esta receta. Cuando rompa a hervir, añadir el chupito de anís y dejar que cueza muy suave unos cinco minutos, dejando que el queso se derrita.

Apartar del fuego y dejar que infusione mientras preparamos la base de este falso flaó. Poner las hojas de gelatina a remojar en agua fría.

Picar las galletas. Se puede hacer con una picadora, con un mortero o, incluso, metiéndolas en una bolsa de congelación y golpeándolas con un rodillo.

Cortar la mantequilla en trozos como de un centímetro de lado y añadirle la matalaúva antes de derretirla. Para esto último, meterla en el microondas en tandas de 20 segundos hasta que veamos que está prácticamente derretida.

—Mezclar la mantequilla derretida con las galletas picadas hasta obtener una masa más o menos compacta. Colocarla en el fondo de los vasitos, aplastando bien.

—Sacar la piel del limón y las hojas de hierbabuena de la crema de queso. Añadir las hojas de gelatina bien escurridas y mezclar todo con unas varillas. Si alguien quiere una textura más fina, sin ningún trozo de queso, unos segundos de batidora y listo.

Rellenar los vasitos con esta crema, decorar cada uno con una hoja de hierbabuena y dejar enfriar en la nevera.

El toque gourmet

Nada, absolutamente nada, puede mejorar un flaó. Dicho esto, para la base, en vez de la galleta maría se pueden usar galletas de almendra, o incluir almendra picada a la mezcla para darte un toque muy especial.

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