crónica

Toma de posesión en el Consell de Ibiza: Todos quieren a Prohens

La toma de posesión de Vicent Marí como presidente del Consell insular reúne en el edificio de la avenida Espanya a todos los primeros espadas de la política balear mientras se negocia la futura investidura de Marga Prohens al frente del Govern

Patricia de las Heras y Marga Prohens comparten una conversación informal minutos antes del inicio del acto de la toma de posesión.

Patricia de las Heras y Marga Prohens comparten una conversación informal minutos antes del inicio del acto de la toma de posesión. / J.A.Riera

En la sede del Consell, en la avenida Espanya, se respira el ambiente de las grandes ocasiones. Son las seis y media de la tarde y falta una hora para que Vicent Marí sea, oficialmente, presidente del Consell de Ibiza cuatro años más. Además del salón de plenos, se han habilitado tres espacios para seguir la toma de posesión: la cafetería -55 sillas, asignadas a los invitados de los consellers del equipo de gobierno-, un patio interior -94 sillas, 25 de ellas reservadas a concejales-, y frente a la fachada del edificio -30 sillas de libre asignación-. Trabajadoras del Consell, todas ellas mujeres, todas ellas vestidas de negro, sostienen las listas en las que se distribuye a los invitados, y van repartiendo al público en un espacio u otro.

«Desde hace dos semanas que desde Protocolo se está preparando este día», comenta Montse, una de las secretarias del Consell. ¿Y ese negro tan elegante? «En los actos protocolarios los trabajadores del Consell van completamente de negro», explica Amelia Garijo, encargada de prensa de la institución, «además, al ir de negro, nos identificamos entre nosotras».

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Vicent Marí se anima con unos pasos de ‘ball pagès’ con la colla de Jesús. / J.A.Riera

En la sala de plenos, mientras, las autoridades se acomodan en sus asientos. El protocolo sienta uno al lado del otro a los dos únicos expresidentes insulares asistentes: el socialista Vicent Torres y el popular Pere Palau. «Yo vengo aquí porque toca», explica Palau, que muestra un escaso entusiasmo por las ceremonias protocolarias. En el extremo derecho de la primera fila, la presidenta de Vox en Balears, Patricia de la Heras, toma asiento al lado del exalcalde de Sant Joan, Toni Marí ‘Carraca’. Se acerca el diputado del PP Toni Costa, que departe amigablemente con De las Heras. Ambos se han visto asiduamente durante estas dos semanas, ya que forman parte del equipo que está negociando la investidura de Marga Prohens como presidenta de Balears. ¿Qué significa este buen rollo? ¿Certifica que el acuerdo es inminente?

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Ambiente jovial en uno de los espacios habilitados para seguir el acto. / J.A.Riera

Aparece ella

Y finalmente, llega la persona más esperada. No es Vicent Marí, es Marga Prohens. Su aparición en la sala de plenos genera un tumulto considerable. Con el pelo largo y rubio, un vestido rosado y una sonrisa amplísima, parece una visión arcangélica, un dibujo animado encarnado, la Elsa de ‘Frozen’. Prohens alcanza la primera fila y ¿qué hace? Pues se dirige hacia el asiento de Patricia de las Heras y la saluda cálidamente. Ambas mujeres ríen mientras los periodistas luchan encarnizadamente para capturar el momento. ¿Es esta instantánea el símbolo de la complicidad entre PP y Vox? ¿Es la foto que sellará los próximos cuatro años en el Govern?

Finalmente, las dos mujeres poderosas se separan -ambas son presidentas de sus respectivos partidos en Balears- e, ironías del protocolo, si a De las Heras le habían asignado el asiento más a la derecha de la fila, Prohens está en el otro extremo, en la silla más a la izquierda de todas. A su lado está el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, y la complicidad entre ambos es evidente. Serra le hace un par de comentarios que no podemos escuchar pero que deben ser realmente graciosos, porque Prohens se parte de la risa.

Precedidos por la colla de ball pagès de Jesús, los nuevos consellers entran en la sala de plenos y toman sus asientos. El secretario de la institución, con semblante grave y circunspecto, toma la palabra para que se constituya la mesa de edad, que forma con el conseller más veterano -Josep Marí Ribas, del PSOE- y el más joven -Óscar Rodríguez, de Unidas Podemos-. Es el momento de jurar o prometer el cargo. Encima de la mesa por donde pasan los consellers hay un volumen de la Constitución española, de la Biblia y del Estatut d’Autonomia. También hay un crucifijo. Pero, ¿el artículo 16 de la Constitución no señala que España es un Estado aconfesional?

Todos quieren a Prohens | FOTOS DE J.A.RIERA

Un sonriente Vicent Marí hace su entrada en la sala de plenos. / J.A.Riera

«He estado a punto de hacer el gesto de apartar el crucifijo porque es un símbolo que está fuera de lugar. He preferido ser prudente, aunque le he trasmitido mi queja al presidente», explica el conseller de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez. No obstante, él mismo se ha desmarcado del resto de consellers en dos momentos: ha añadido la coletilla «por imperativo legal» al prometer el cargo, y posteriormente, ha alzado el brazo con el puño cerrado.

Discurso con IA

La ceremonia se desarrolla sin sobresaltos. Antes de votar para elegir al presidente -una votación que no tiene ninguna emoción, ya que el PP tiene mayoría absoluta- el cabeza de lista de los populares, Vicent Marí, realiza un discurso que dura 19 minutos -16 de ellos en eivissenc y tres en castellano- en los que resume la que será su acción de gobierno durante los próximos cuatro años.

Un discurso que es 100% Vicent Marí. Un discurso que es como un compendio de todas sus intervenciones anteriores. Un discurso que es una música muy conocida y que podría haberse escrito con Inteligencia Artificial, porque supone una maravilloso engarce de tópicos. Se comienza por un llamamiento a la «moderación, el trabajo, la estabilidad, el equilibrio y el consenso», con el «respeto de la discrepancia dentro de la diversidad». Una invitación a todos los consellers a «trabajar juntos sin prejuicios». Un reconocimiento del problema de la vivienda llamando, por un lado, a la lucha contra el alquiler ilegal pero garantizando «los derechos de los propietarios». La apelación a una isla «sostenible», en la que se ofrezcan «mejores servicios a los más vulnerables», con un turismo «que sea el motor de la economía» pero que respete el paisaje porque «vivimos en un paraíso».

Todos quieren a Prohens | FOTO DE D.V.

Dos expresidentes, Vicent Torres y Pere Palau, de tertulia. / J.A.Riera

De hecho, no faltó la inevitable cita a Marià Villangómez -y, evidentemente, el verso que citó fue el celebérrimo ‘voler l’impossible ens cal’- e incluso se recuperaron viejos éxitos de toda la vida que se resisten a fallecer, como aquel de que en esta legislatura se dará el gran impulso a Sa Coma -en este caso, con la Escuela de Hostelería-. ¿Tópico y previsible? Sí. Pero en una época en los que hay presidentes de parlamentos regionales que se declaran antivacunas y se preocupan por los illuminati, se agradece esta previsibilidad. En política, ser aburrido es bueno. La diversión mejor dejarla para la vida personal de cada uno.

Como no podía ser de otra manera, Vicent Marí es proclamado presidente por cuatro años más. En ese momento, como si fueran los tambores de Calanda en una película de Buñuel, estallan las castanyoles como un trueno. En el vestíbulo de entrada del edificio, hay un ball pagès y Marí se atreve con algunos tímidos pasos mientras los invitados devoran los deliciosos embutidos del catering. El acto ha terminado.

Todos quieren a Prohens

El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, y Marga Prohens, compartieron risas. / D.V.

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