Seis ‘taxis pirata’ de Ibiza, denunciados por las grabaciones de las cámaras instaladas en el aeropuerto

El sistema de videovigilancia instalado en el aeropuerto de Ibiza por el Ayuntamiento de Sant Josep con el objetivo de detectar los casos de intrusismo en el transporte de personas ha permitido cazar a seis ‘taxistas pirata’. Los infractores se enfrentan a una multa de 6.001 euros, además de que se les ha inmovilizado el vehículo y trasladado al depósito.

A pesar de estar aún en fase de prueba, desde el Consistorio reconocen que estas cámaras ya empiezan a dar sus frutos. Hay tres instaladas: una en la entrada del aeropuerto, otra a la salida y una tercera en el carril de acceso restringido. De momento, solo está activada la parte que alerta a la Policía Local, que se complementará con un sistema que gestionará, de forma automática, la denuncia.

Un sistema de cámaras controlará a los taxis pirata en el aeropuerto de Ibiza

En este sentido, el Ayuntamiento trabaja en elaborar una lista que excluya a todos aquellos vehículos de empresas de servicios que acuden con regularidad al aeródromo. Por ejemplo, «hay que excluir a los de cortesía de determinados establecimientos y eso es en lo que se está trabajando ahora para que no estén dentro del sistema de denuncia», puntualizan fuentes municipales.

Actualmente, las cámaras generan alertas que se envían a un terminal y esto es lo que permite detectar al vehículo sospechoso y, acto seguido, actuar. «Lanzan el aviso de los vehículos que están en la lista negra y se hacen controles en la zona. Entonces, se emite la alerta y el agente tiene margen para esperar al ‘pirata’ a la salida del aeropuerto y comprobar que está realizando una actividad ilegal», indican desde el Ayuntamiento. Y es que es en ese momento cuando el coche va cargado de clientes.

Asimismo, el Consistorio tiene constancia, tras mantener conversaciones con los taxistas que operan en el aeródromo, de que hay un «descenso de la operativa ilegal en la zona», por lo que constatan el «efecto disuasorio» que tiene el sistema de videovigilancia.

Sin embargo, el presidente de la Federación Insular del Taxi, Antoni Riera, señala que «hay un grupo de taxistas que cogen matrículas y me dicen que sigue habiendo bastantes ‘piratas’». Sí que es cierto, reconoce, que operaban menos en el aeropuerto y más en 'beach club's y en algunas playas concretas. «Antes era mas fácil identificar a las furgonetas deslocalizadas, pero ahora son coches particulares con matrículas blancas», lo que impide su rápida detección.

A fecha de 31 de mayo, los taxistas habían identificado más de 400 vehículos que operan de forma ilegal. «Si tenemos estas cifras en mayo, en julio y agosto habrá más», lamenta Riera. «Esperamos que los cuerpos de seguridad pongan controles, que tenemos constancia de que lo hacen, pero aún queda mucho por hacer», concluye.

Depósito

Paralelamente, el Consell de Ibiza ha vuelto a poner a disposición de la Guardia Civil un depósito para trasladar ‘taxis pirata’ y así no saturar los depósitos municipales. Cabe recordar que no disponían de espacio para ello y que los depósitos de los ayuntamientos están al límite.

En este sentido, la pasada temporada se trasladaron 24 vehículos que operaban de forma ilegal, de los cuales todavía queda uno en depósito. En lo que va de campaña se han trasladado casi la mitad, un total de once vehículos.

Cámaras en todo el municipio

Paralelamente, y como ya anunció el Ayuntamiento en el último pleno, Sant Josep instalará casi 40 cámaras en una treintena de puntos del municipio para detectar diferentes infracciones: circular sin permiso o seguro, matrículas extranjeras que llevan más de seis meses operando en la isla, vehículos implicados en robos... «Así, podríamos hacer una ‘persecución virtual’ del recorrido del vehículo si pasa por el municipio y pararlo en algún control», explica la teniente de alcalde, Pilar Ribas. Se instalarán, principalmente, en rotondas y cruces donde se registra más tráfico, como el que va hacia Cala d’Hort y Cala Tarida; en zonas turísticas de gran afluencia, como Platja d’en Bossa y Cala de Bou; también en ses Salines y es Cavallet.

El estudio ya está listo, a falta de poder añadir nuevas aportaciones, y se contempla destinar una partida del presupuesto del año que viene a ponerlo en marcha. Se estima que costará 500.000 euros, teniendo en cuenta que habrá que instalar un software que controle el sistema y dar formación a los policías.

Las cámaras funcionarán con placas solares y el sistema de comunicación será mediante una tarjeta de internet móvil. En un futuro contarán con medidores de CO2. Ribas confía en que empiece a funcionar en julio de 2023.

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