Más de 60 toneladas de solidaridad de Ibiza hacia Ucrania

Mañana embarca un segundo camión de ayuda humanitaria desde el puerto de Vila

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

La solidaridad de Ibiza con el pueblo ucraniano se ha traducido hasta el momento en la recogida de más de 60 toneladas de ayuda humanitaria. Tras el envío de un primer camión con material de la primera jornada solidaria convocada por la asociación Nuestra Ucrania, celebrada en Santa Eulària el pasado 5 de marzo, los voluntarios de este colectivo han estado cargando este fin de semana un nuevo container, que prevén que parta mañana hasta el puerto de Barcelona, para facilitar una nueva remesa de apoyo a sus compatriotas. Además, ayer recibieron el apoyo del colectivo de músicos ibicencos con el festival benéfico celebrado en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni.

Más de 60 toneladas de solidaridad hacia Ucrania | J.A.RIERA

Nell Shakespeare y David Villefort | J.A.RIERA / Josep Àngel Costa

«Como no va a caber todo, ya estamos organizando un nuevo envía con un tercer camión en breve», destaca la vicepresidenta de la asociación Nuestra Ucrania, Mariana Lukynyuk. «Organizar esta ayuda y apoyar como podamos a nuestros compatriotas y soldados desde aquí nos sirve para distraernos del sufrimiento de nuestro país», confesaba.

"Nos ayuda mucho ver que la gente está con nosotros y siguen ofreciendo su ayuda. Esto nos da fuerzas para seguir luchando y no nos permite rendirnos"

Lukynyuk ayer se encontraba completamente ajetreada atendiendo una de las casetas de venta de tiques en el Passeig de ses Fonts, con un ambiente plenamente festivo y soleado después del largo temporal de las últimas semanas. «Nos ayuda mucho ver que la gente está con nosotros y siguen ofreciendo su ayuda. Esto nos da fuerzas para seguir luchando y no nos permite rendirnos», destacó Lukynyuk.

En esta ocasión, el colectivo de ucranianos de Ibiza se han volcado para colaborar en la Maratón Musical de Sant Antoni, una iniciativa impulsada por la manager de eventos del hotel Atzaró, Melissa Morales, y el músico Danilo Martínez Boerr, ahora baterista de Garufa Sound.

«La idea surgió después de una recolecta que hicimos con un grupo de amigos y que tuvo muy buena respuesta, ya que conseguimos más de 1.500 euros para comprar productos de primera necesidad», recordaba Morales. A partir de ese granito, ambos se enfrascaron en organizar este festival, en el que toda la recaudación obtenida con la venta de bebida y comida, así como el material de ayuda humanitaria recogido en el evento, se canalizará a través de Cáritas Ucrania y la asociación Nuestra Ucrania.

12 horas de actuaciones

La programación, prevista desde las doce del mediodía hasta la medianoche de ayer, contaba con las actuaciones de Maksym Pashnyk, Cooking Jazz, Nell Shakespeare & David Villefort, Lisa Rudy Collective, Paula Ramos, DJ Joan Ribas, Somosuno, The Metrallas, The Groovy Brothers, Ras Smaila & Serial Groovaz y, para cerrar la fiesta, el colofón final con la DJ Lost Angeles.

En los puestos de comida, el público tenía la opción de degustar varias especialidades ucranianas o carne a la brasa o con los shashlyk como atractivo principal. «Es la guinda en cualquier torrada o picnic en Ucrania», destacaba Illya mientras insertaba los trozos en largos pinchos antes de colocarlos sobre las brasas.

Los shashlyk son trozos de cuello de cerdo marinados en una mezcla de agua con gas, pimienta, sal, cebolla rallada y kiwi, que le da el toque de gracia. «Le mejora la textura porque ablanda la carne», detalló Yllia.

Este joven, residente en Santa Eulària, llegó a la isla con diez años. «Yo lo he visto crecer aquí, es como si fuera de familia», recordó Aleksandra Mykolaychsk, su compañera en uno de los puestos de comida repartidos por el Passeig de ses Fonts.

"Estoy muy preocupada por mi hijo, mi madre, mi hermana y mi suegra, que siguen en Ucrania"

Ella llegó a Ibiza hace 21 años, pero en Ucrania tiene a su hijo de 22, que estudia Politología y Arqueología e Historia, además de recibir instrucción militar por si los invasores rusos llegan a Ivano-Frankisvk, en la parte occidental del país. «De momento esa zona está tranquila, aunque Putin bombardeó el aeropuerto», apuntó Mykolaychsk.

«Es muy duro, porque estoy muy preocupada no solo por mi hijo, sino por mi madre, mi hermana y mi suegra, que también están allí. Pero ver a toda esta gente que nos ayuda nos motiva mucho», agradeció.

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