El riego agrícola se inicia con la balsa al 35% de su capacidad en Formentera

La Comunidad de Regantes elabora un calendario con los hidrantes, superficie y cultivo para adjudicar el consumo diario

Reunión entre Agricultura y la Comunidad de Regantes en la balsa de riego.

Reunión entre Agricultura y la Comunidad de Regantes en la balsa de riego. / CAIB

Carmelo Convalia

Carmelo Convalia

La dirección general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Govern balear y la Comunidad de Regantes de Formentera han planificado que la temporada de riego del 2023 se inicie el próximo lunes 15 de mayo.

El acuerdo fue adoptado en una reunión celebrada en las instalaciones de la balsa de riego después de que se hayan llevado a cabo una serie de mejoras para aumentar la calidad del agua depurada destinada al riego agrícola. Esta instalación ha tenido un funcionamiento irregular en los últimos años, debido especialmente al alto grado de salinidad del agua y al limitado rendimiento de la planta desaladora con la que cuenta el sistema.

Según la ingeniera agrónoma de la Comunidad de Regantes, Antònia Blanes, esos picos que se han registrado en los últimos años están relacionados con la evacuación de salmueras de las estaciones de desalación de domicilios que vierten a la red de alcantarillado.

Actualmente, la balsa de riego de Formentera recibe, de media, 400 metros cúbicos de agua depurada al día que, posteriormente, es tratada. La campaña de 2022, de media, se gastaron unos 350 metros cúbicos diarios.

El director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Govern, Fernando Fernández, explicó: «Teniendo en cuenta los parámetros de 2022, y el buen nivel de entrada de agua actual, que supera un poco al que se consumía habitualmente la temporada pasada, tenemos que tener una buena temporada de riego». De hecho, esta semana se están llevando a cabo tareas preparatorias, como las pruebas de carga y de presión de la red de regadío. La empresa pública Tragsa se encarga de realizar las pruebas por tramos para evitar paralizar toda la red, en caso de que se detecten fugas.

Imagen de archivo de la balsa de riego de Formentera

Imagen de archivo de la balsa de riego de Formentera / C.C.

El próximo fin de semana está previsto abrir todos los hidrantes, unos 50 según la comunidad de regantes, para hacer una purga de las cañerías y que todo quede limpio de lodo y tierra. A partir del 15 de mayo, se revisarán los contadores para comprobar que el volumen de agua utilizado responde al volumen de agua asignado.

La Comunidad de Regantes elaborará un cuadrante con los diferentes hidrantes con la superficie correspondiente, titularidad y cultivos para adjudicar un volumen de agua diario, calculado según el tiempo de riego.

Uso indebido

La temporada pasada se tuvieron que clausurar algunos hidrantes por un uso del agua con fines no agrícolas. El director general advirtió al respecto: «Si estos casos se repiten, está prevista una penalización en función de la gravedad. Por lo tanto, si se hace un uso responsable del agua y se atienen a la normativa de la Comunidad de Regantes, estaremos ante una campaña de riego buena en la que todo el mundo podrá hacer uso del agua regenerada y tener una experiencia positiva».

Durante el pasado invierno se ha trabajado en eliminar la turbidez y los sólidos en suspensión, surgidos la temporada pasada. También se ha limpiado el fondo de la balsa y se han cambiado los puntos de entrada y de salida del agua.

Todos estos trabajos se han llevado a cabo después de varias reuniones entre la conselleria balear de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Consell de Formentera y la Comunidad de Regantes.

Aporte de la desaladora

El pasado mes de octubre se encargaron las obras de conexión entre la balsa de riego y la desaladora para aumentar, de manera puntual, su volumen y mejorar la calidad del agua, puesto que la estación depuradora no genera suficiente para rellenarla.

Estas obras se acabarán el próximo otoño ya que se ha optado por esperar a que pase la temporada para no tener que cortar a carretera principal.

Según Fernández, «actualmente la balsa está a un 35% de su capacidad, una cantidad superior a la existente la temporada pasada y con una calidad muy buena».

El nivel la salinidad, clave para la calidad del agua

La salinidad del agua saliente de la depuradora de Formentera está en 800 miligramos, «un grado muy positivo puesto que el límite está en 3.000 miligramos, y en el fondo de la balsa está en 1.200 miligramos», explicó el director general de Agricultura del Govern, Fernando Fernández. Con el inicio del verano empieza a aumentar la salinidad por el aumento de la presión sobre la red y, de media, el nivel de sal se sitúa en 4.000 miligramos. Fernández concluyó que «la balsa todavía puede absorber capacidad de riego y la calidad todavía es buena».

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