¿Por qué el sexo cae en picado a partir de los 45?

El estrés, la paternidad, el cansancio, la hipoteca y las preocupaciones se van comiendo el deseo a partir de determinada edad. «El ritmo de vida actual apenas deja hueco para el espacio personal y la sexualidad», advierten los expertos, que recuerdan que la comunicación es la clave en este tipo de situaciones.

La falta de actividad sexual no tiene por qué ser un problema, a no ser que haya asimetría en la pareja.

La falta de actividad sexual no tiene por qué ser un problema, a no ser que haya asimetría en la pareja. / Ferran Nadeu

Olga Pereda

Rondan los 45 años. O ya han pa- sado los 50. Son una pareja hete- rosexual estable con muchos años de relación a sus espaldas. Los dos trabajan fuera y dentro de casa, tienen hijos, una hipoteca y carga mental. Hace mucho tiempo que el sexo dejó de ser una prioridad. De hecho, apenas forma parte de su vida, como les ocurre a tantas otras parejas, coinciden expertos e investigaciones. ¿Estamos de- lante de un problema, una patología, una pareja rota? La respuesta es no. Con matices.

El 75% de los españoles tienen pareja (convivan o no). La mayoría llevan juntos entre 10 y 20 años y están «muy unidos emocionalmente». Así lo revela la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de marzo de 2023, que, sin embargo, no pregunta sobre la frecuencia de las relaciones sexuales. Solo hay un apartado en el que el 5% de los encuestados aseguran tener «una relación afectiva sin sexo».

No hay estadísticas oficiales y fiables sobre el número de veces que los españoles hacen el amor. Y aunque las hubiera, las expertas en psicología y sexualidad aseguran que no serían útiles.«Sihabla- mos de sexo, el concepto normal no es sano. ¿Qué es normal? La sexualidad oscila a lo largo de la vida, de la semana y casi del día. Tener menos ganas no tiene por qué ser un problema ni significa que te pase nada malo. Se puede hacer el amor dos veces al día y ser una pareja desastrosa o hacerlo dos veces al año y ser una pareja feliz», responde Mamen Jiménez, psicóloga, sexóloga y autora de ‘Contigo. Cómo tener una relación sana sin mitos y con mimitos’.

El ritmo actual de vida

A falta de datos oficiales, sí que hay una realidad palmaria que se detecta en las consultas de psicoterapia. «El ritmo de vida actual, que incluye horarios laborales extenuantes, preocupaciones económicas y cuidado de hijos no permite espacio personal. Es decir, apenas hay lugar para la sexualidad», sentencia la divulgadora.

«El estrés, el cansancio, la logística diaria y la carga mental se comen el espacio del deseo, que, además, no es algo que nos viene de repente sino el resultado de algo que hacemos de forma activa», añade Laura Morán, psicóloga, sexóloga y autora de ‘Perfectamente imperfectas. El secreto para que tu relación de pareja funcione’.

La falta de actividad sexual no tiene por qué ser un problema, a no ser que haya asimetría. Es decir, un miembro de la pareja quiere tener más contacto físico, y el otro, no. John Gottman, psicólogo, investigador y uno de los mayores expertos internacionales en relaciones humanas, sentenció que siete de cada diez conflictos que surgen en una pareja son irresolubles. «Las parejas exitosas no lo son porque no tengan problemas, sino por cómo los abordan y cómo se comunican para encontrar la forma de convivir con esos desacuerdos», aclara Morán.

Un hombre maduro  en ademán contemplativo.

Un hombre maduro en ademán contemplativo. / Archivo

Las psicólogas y sexólogas recuerdan que el amor evoluciona y atraviesa varias fases. Las dos primeras, que se caracterizan por un subidón de energía, son la atracción y el enamoramiento. «La conexión sexual no suele faltar en el enamoramiento, que dura entre 12 y 18 meses. Y menos mal. De no ser así, la especie humana no habría evolucionado nunca porque nos volvemos bastante inútiles», explica Morán. A medida que pasa el tiempo, continúa la divulgadora, las emociones cambian y se transforman en un amor más duradero o profundo o bien derivan hacia el desamor al comprobar que tras el enamoramiento no hay nada más.

Estímulo sin respuesta

En la etapa del amor maduro,«todo lo que sube baja», explica, con humor, Jiménez. «El estímulo ya no es tan llamativo y no genera una respuesta tan potente. Además, el amor es algo que vamos cultivando, no se alimenta del aire, se nutre de lo que hacemos y requiere mantenimiento», añade. Las expertas advierten de la importancia de desterrar mitos inalcanzables. El primero, el del amor romántico: intenso, incondicional, exclusivo y de larga duración. El mantra de si nos queremos, queremos tener sexo todo el rato es falso. Lo mismo sucede con otro eslogan: lo normal es hacerlo un determinado número de veces a la semana. «La palabra normal no se aplica aquí. Si hay un área en la que hay variabilidad a tope es esta. Compararse con otras parejas no sirve de nada porque son seres humanos diferentes, con relaciones distintas. Además, en todo lo que tiene que ver con el sexo, la gente miente más que habla», concluye.

Qué entendemos por sexo

El sexo es deseable, pero no es una necesidad vital. Tampoco es esencial para que una relación funcione. Sin embargo, Morán añade un matiz importante: «Primero hay que plantearse qué entendemos por sexo. Tradicionalmente, reducimos sexualidad al sexo y el sexo a los genitales. Pero lo relevante no son las relaciones sexuales en sí mismas sino lo que implica para el vínculo el hecho de tenerlas». «¿Se puede vivir sin sexo? Por supuesto, pero ¿por qué ibas a querer renunciar a algo que no solo es gratis sino beneficioso y salu- dable? Mantener relaciones con tu pareja significa compartir complicidad, comuni- cación y placer».

El CIS revela que más de la mitad de los españoles están de acuerdo con la expresión «el verdadero amor lo puede todo». Error. «Nada es infalible. El amor es necesario pero no suficiente, se tiene que construir. Si creemos en su omnipotencia, cuando aparezcan dificultades, que van a aparecer, nos vendremos abajo», concluye Jiménez.

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