Así cambió el turismo en Ibiza la caída de Lehman Brothers

La oferta turística de las dos islas empezó a remodelarse a partir de 2009 para atraer al cliente de mayores ingresos. Sin embargo, no ha sacrificado al visitante más austero en el proceso.

Hacia el turismo de mayor poder adquisitivo

Hacia el turismo de mayor poder adquisitivo / PoR Miguel González

Miguel González

Hace 15 años, en septiembre de 2008, el desplome del sistema financiero internacional provocado por la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers desencadenó la crisis económica conocida como Gran Recesión. Según el historiador económico Adam Tooze, entre 27 y 40 millones de puestos de trabajo en todo el planeta desaparecieron en los años posteriores.

El economista Tomás Méndez explica en su libro ‘Las dos almas de Ibiza’ que el sector turístico fue más perjudicado que la media de la economía mundial. Esta crisis se sumó a la pérdida de competitividad pitiusa causada por la adopción del euro en 2002, que hizo que los precios turísticos de países norte de África como Túnez o Egipto quedasen por debajo de los locales.

Según el experto, ello provocó una «nula rentabilidad de la industria hotelera» por las menores llegadas de turistas de bajo poder adquisitivo. Ante esta situación, el investigador se muestra tajante: «El euro apoya la idea de que no podemos continuar con el mismo modelo turístico basado en el número [de turistas] porque iríamos a la quiebra. Necesitamos un nuevo modelo que actúe sobre la oferta dándole prioridad al paisaje, al medioambiente, a la calidad de los alojamientos y los negocios, a la innovación y la tecnología y a la formación».

Hacia el turismo de mayor poder adquisitivo

Como explica Méndez, a partir de 2009 las dos islas comenzaron la reconversión hacia el turismo de clientes con mayores ingresos. A este proceso ayudaron los bajos tipos de interés que el Banco Central Europeo fijó entre 2008 y 2022, que abarataron los costes de inversión de los negocios que surgieron para atender a estos visitantes o que emprendieron reformas. Así, según el Ibestat, la cantidad de plazas en hoteles de cuatro y cinco estrellas en las Pitiusas se triplicó entre 2008 y 2021, mientras que las del resto de establecimientos casi descendió a la mitad en el mismo periodo.

En total, los visitantes que se alojan en hoteles de cinco estrellas de las Pitiusas se han multiplicado por más de 11 entre 2010 y 2022 y el número de los que eligieron establecimientos de cuatro estrellas se ha triplicado entre 2008 y 2022. Por tanto, se puede decir que Ibiza y Formentera han tenido éxito en atraer al cliente de mayor poder adquisitivo y no ha de competir con la oferta del norte de África.

Las Primaveras Árabes

El inicio de las revoluciones denominadas Primaveras Árabes provocó una gran inestabilidad política a partir de 2011 en el norte de África, que atraía visitantes de menor poder adquisitivo. Esto fue catastrófico para su sector turístico ya que, según el Banco Mundial, en 2019 solo Túnez y Argelia habían podido recuperar el número de visitantes de 2010. Marruecos quedó como el único país en condiciones de competir, ya que las protestas de su ciudadanía fueron más suaves y su recepción de turistas creció año tras año durante toda la década pasada.

Por ello, la clientela que no elegía acudir a estos países, prefirió otros destinos como las Pitiusas. Este es uno de los grandes motivos por los que Ibiza y Formentera están en una transición a un turismo de lujo sin haber renunciado al de menores posibilidades económicas. Esto se comprueba en el aumento de más de 53.000 personas que se alojaron en hoteles de una, dos y tres estrellas entre 2008 y 2019, como indica el Ibestat.

Dos modelos turísticos en las Pitiüses

Este desarrollo ha tenido tantos efectos sobre la economía pitiusa que es imposible resumirlos en un reportaje. Sin embargo, daremos algunas pinceladas. El más lógico es que la coexistencia de los dos modelos turísticos agudiza la saturación de Ibiza y Formentera, que empeora la experiencia turística. El Indicador de Presión Humana indica un incremento de más de 70.000 personas de media entre los meses de julio de 2008 y julio de 2022.

Estas cifras pueden señalarse como una de las grandes causantes del gran incremento de precios del suelo urbano en los últimos tiempos de las Pitiusas. Según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el precio medio del metro cuadrado de suelo urbano en Balears y España siguió las mismas tendencias de crecimiento y posterior caída entre 2004 y 2012. Sin embargo, mientras que los valores nacionales se han mantenido en cifras similares desde 2013, los baleares han seguido al alza hasta 2022 y ese año superaron los máximos alcanzados en 2007.

Estos rasgos económicos probablemente sean los causantes de que la estancia media de los visitantes que reciben Ibiza y Formentera haya disminuido entre 2010 y 2022, lo que supone otra debilidad. El Ibestat indica que en los hoteles más modestos ha bajado en casi tres días y que en los alojamientos con más prestaciones prácticamente no ha variado.

Otro punto en el que se ha notado este cambio ha sido en la formación de los trabajadores. Como el turista de mayor poder adquisitivo exige unos servicios más especializados, la mano de obra ha de corresponder esta tendencia. Así, el turismo autonómico daba empleo en 2022 a 22.500 trabajadores con educación superior más que en 2008.

Como las ofertas de trabajo cada vez requieren de un mayor nivel educativo, la tasa balear de abandono escolar prematuro entre personas de 18 a 24 años se ha reducido desde un 42,12% en 2008 hasta un 15,4% en 2021. Esta cifra se acerca a la media nacional, que se enontraba en un 13,3% en 2021. Por tanto, el sector turístico ha dejado de ser una salida laboral para aquellas personas sin formación.

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