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Turismo en Formentera: Otro año en la montaña rusa

Comerciantes y empresarios de es Pujols, la zona más turística de Formentera, coinciden en señalar los altibajos de una temporada que esperaban «excepcional» pero que, hasta este inicio de agosto, no pasa de ser «regular»

Imagen de la playa principal de es Pujols, que recibe cada año un mayor número de familias que aprecian la cercanía de la playa a sus alojamientos.

Imagen de la playa principal de es Pujols, que recibe cada año un mayor número de familias que aprecian la cercanía de la playa a sus alojamientos. / P.M.

Pilar Martínez

«Es como estar en una montaña rusa: hay días muy buenos, días malos y otros más o menos, pero estos últimos años es muy difícil hacer previsiones de ningún tipo, hay mucha inestabilidad», explica Belén Zamora resumiendo en pocas palabras el sentir de los comerciantes y empresarios del sector turístico de la zona de es Pujols preguntados ayer por este diario.

Belén atiende a los numerosos comensales que desayunan frente al mar en Espardell, el local donde trabaja desde «hace muchos años ya», explica. Una clientela fiel que vuelve cada año pero que también incorpora a nuevos turistas cada temporada, «sobre todo españoles y en grupos familiares». Zamora apunta además que «cada vez viene menos turista joven, quizás porque ya saben que aquí no hay demasiada fiesta nocturna».

Otro año en la montaña rusa | FOTOS DE P.M.V

Los elevados precios del transporte y alojamiento reducen el gasto en comida y recuerdos. / Pilar Martínez

Este incremento del turismo familiar también lo ha notado Lina Tur, propietaria de la tienda de regalos y complementos Xumeu. «En es Pujols hay muchos apartamentos cerca de la playa y esto es muy atractivo para las familias con niños», considera.

Coincidiendo con los demás entrevistados, Tur destaca el turista nacional como el más habitual a estas alturas de la temporada y echa en falta «un sector que antes venía mucho, los napolitanos, que este año no han llegado».

Sobre la temporada, esta empresaria afirma que «aunque es muy pronto para valorar, sí es verdad que esperábamos más volumen de gente, confiados en el aumento que se produjo después del covid, pero eso nos ha fallado», opina.

«Cada vez más exigentes»

Respecto a los visitantes, «la gente cada vez es más exigente y quieren una serie de servicios que la isla no ofrece, como baños en las playas o más limpieza por las calles», asegura Tur, que añade que «nadie quiere encontrarse cucarachas mientras pasea, o los restos del mismo helado derramado en el suelo durante una semana».

Otro de los motivos de descontento entre los turistas en esta zona de la isla es el elevado precio del transporte hasta la isla y de las pernoctaciones. «Una familia de cuatro miembros, solo en eltrayecto desde Ibiza, se gasta 200 euros», calcula. «Cuando le has sumado el hotel pues les queda poco para compras o restaurantes», concluye en su análisis Lina Tur.

Desde Motorent Pujols, Isam Bouhia confirma el sentir general: «La temporada va más floja que la anterior, aunque a mi parecer, los turistas que llegan son más adinerados», observa.

«Los precios han subido mucho, por lo cual la gente se queda menos días y ya no vienen tantos jóvenes, que prefieren quedarse en Ibiza si lo que buscan es fiesta», indica Bouhia.

Miquel Tur, desde la zapatería Strivancus, ha detectado también un aumento de turistas suizos y franceses y un descenso de los italianos en un inicio de temporada «irregular y algo flojo».

Otro año en la montaña rusa

Dos turistas arrastran sus maletas en es Pujols / Pilar Martínez

Y también una bajada en el número total de visitantes que los turistas consideran positivo. «La gente me dice que está contenta porque ve la isla vacía», concluye Miquel.

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