Para empezar

El aeropuerto y el desarrollo

Que dice el presidente de AENA, Maurici Lucena, que las cifras récord en el tráfico aéreo «son fundamentales para el desarrollo económico y social». En Ibiza tenemos esas cifras descontroladas y ya sabemos qué desarrollan. En 2023, el aeropuerto ibicenco gestionó nada menos que 8.931.598 pasajeros. O lo que es lo mismo, entraron (y salieron) a la isla en avión 4.465.799 personas, la mayor parte entre junio y septiembre. Y este año es más que probable que se supere este nuevo récord gracias, además de al tirón turístico de la isla, a que las temporadas se van alargando en mi opinión demasiado. El peligro de lograr esa desestacionalización del turismo que persiguen los políticos desde hace décadas es real. Aguantar ese ritmo de actividad durante más de siete meses al año es peligroso y las alertas son muchas y preocupantes (presión en el litoral, daños al entorno en el interior de la isla, falta de agua potable y de viviendas asequibles, desaparición progresiva de la posidonia, desperdicios en cualquier rincón, por recóndito que sea...). Vivimos del turismo y esta industria es maravillosa. Debemos cuidarla. Pero no valdremos un duro, nadie vendrá a visitarnos si nos quedamos sin naturaleza, si la saturación nos acaba devorando. Otro desarrollo no es sólo posible sino necesario. ¿Tan difícil es entenderlo? Repito, podemos morir de éxito...

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