Protesta en solidaridad con las cuidadoras a domicilio de Ibiza

Con una pancarta con el lema ‘¿Quién cuida de las que cuidan?’ una cincuentena de personas se concentraron ayer ante el Parlament balear en apoyo a las trabajadoras de ayuda a domicilio de Ibiza, que iniciaron el pasado día 17 una huelga indefinida ante la falta de acuerdo entre el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) y la empresa Servisar (Domusvi) respecto a la actualización de las condiciones de trabajo y para la que se han decretado unos servicios mínimos del cien por cien.

Según informó CCOO, además de representantes de este sindicato también se contó con el apoyo de políticos del PSOE y Sumar y una de las trabajadoras afectada por la huelga asistió desde Ibiza. Los concentrados denuncian que el Govern «es cómplice con Domusvi permitiendo esta explotación, con un pliego obsoleto sin clausulas sociales», y exigen «la retirada de la bolsa de horas por ser fraudulenta», además de subrayar que el Ejecutivo y la empresa que gestiona el servicio en Ibiza «debe velar por unas mejoras dignas para la seguridad y salud de las trabajadoras».

CCOO Hábitat Balears volverá a concentrarse el próximo 4 de junio en el Parlament para visibilizar la protesta y «reinvindicar y denunciar estos abusos a las trabajadoras que cuidan a nuestros mayores y personas con necesidades especiales», anuncian.

Los motivos de la huelga

El sindicato y la empresa Servisar (Domusvi) llevan negociando tres años una actualización de las condiciones laborales de estas trabajadoras . En Ibiza, la plantilla está formada por una veintena de cuidadoras que cubren el servicio en toda la isla.

Como señala CCOO, el gran punto de discrepancia es la regularización de la bolsa de horas; el sindicato pide que se contabilicen a nivel trimestral, si bien estarían dispuestos a ampliar este plazo, pero la empresa considera que se deben contabilizar a nivel anual.

Conforme a la situación actual, las trabajadoras deben cumplir un número de horas cada año. Si el usuario al que cuidan fallece o es ingresado, deben recuperar esas horas para cobrarlas, lo que les obliga a jornadas maratonianas. Por otra parte, si por las necesidades del servicio se ven obligadas a hacer horas de más, se compensan como descansos y ellas solicitan que se puedan cobrar como horas extra.

Las trabajadoras indican que tienen contratos muy precarios con jornadas de muy pocas horas semanales y solicitan estabilizar la plantilla. Los salarios mensuales se sitúan entre los 1.000 y los 1.200 euros. La actualización del convenio estatal se debería llevar a cabo este año.