Los baleares pagan casi 310 millones al año en medicamentos

Las farmacias comunitarias se ofrecen para mejorar la prescripción

Las farmacias comunitarias estiman que podrían ayudar a recortar el gasto en medicamentos. | B. RAMON

Las farmacias comunitarias estiman que podrían ayudar a recortar el gasto en medicamentos. | B. RAMON / I.olaizola. Palma

I.olaizola. Palma

Los ciudadanos de este archipiélago pagaron durante el año pasado casi 310 millones de euros por los medicamentos que se les dispensaron en las farmacias hospitalarias.

Cifras facilitadas por la dirección general de Prestaciones, Farmacia y Consumo señalan que el ejercicio de 2022 se pagaron 309.681.887 euros por este concepto que el departamento autonómico desglosa en dos partidas: los 288,7 millones desembolsados por el IB-Salut a las farmacias y los 20,9 millones que abonaron los ciudadanos activos en concepto del porcentaje del medicamento prescrito por los profesionales de la sanidad pública que están obligados a copagar (50% para las rentas superiores a los 18.000 euros brutos anuales).

No obstante, estas dos cifras salen del mismo bolsillo, ya sea en forma de aportación directa o en forma de impuestos satisfechos año tras año.

El importe pagado en 2022 supone un incremento del 15,8% frente a los 267,2 millones abonados hace cuatro años, en 2019, el último ejercicio antes de la pandemia del coronavirus. Pero es que el gasto crece de forma imparable año tras año sin ningún atisbo de racionalización del gasto farmacéutico porque las cifras se superan año tras año.

Ahorro de 2.272 millones

Los 309,6 millones desembolsados en 2022 supusieron un incremento del 5,7% frente a los 292,7 abonados en 2021, gasto que asimismo se incrementó en un 5,5% frente a los 276,6 pagados en 2020, cantidad esta última que también se incrementó en menor cuantía, un 3,3%, frente a los 267,2 satisfechos por este concepto en 2019.

El médico de Atención Primaria José Manuel Valverde no puede ni tan solo aventurar qué parte de este gasto se podría evitar con una prescripción más racional que evitara el elevado número de personas polimedicadas de esta comunidad.

«Hay que hacer una prescripción racional y una desprescripción. No basta con mandar al paciente que se tome un medicamento, también hay que quitárselos», recomienda el facultativo.

Las farmacias comunitarias podrían ejercer algún papel en una mejora de la prescripción que evitara duplicidades o la toma de fármacos ineficaces.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos realizó un estudio cuyos resultados constataban que la intervención del farmacéutico/a mejoraba la salud de los ciudadanos y ahorraba dinero.

Así, según sus datos, el seguimiento farmacoterapéutico desde la farmacia comunitaria reduciría en un 54,1% los problemas de salud no controlados; bajaría en un porcentaje similar (53,1%) los pacientes que acudieron a urgencias o disminuiría un 59,8% los pacientes hospitalizados.

También el citado estudio apuntó a una reducción de la media de 0,39 medicamentos por paciente y que la calidad de vida percibida por el propio usuario crecería hasta 6,6 puntos.

Ahorro de 2.272 millones

Y que la intervención del farmacéutico aplicada al universo de mayores crónicos polimedicados permitiría al Sistema Nacional de Salud en su conjunto un ahorro de 2.272 millones de euros.

El Consejo General de Farmacéuticos también se ofrece para implantar un servicio de adherencia terapéutica para actuar con ese cincuenta por ciento de pacientes crónicos que no toma sus tratamientos o lo hacen de manera inadecuada.

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