Homenaje a los agentes locales de Ibiza: «Al ayudar a la gente ves que vale la pena ser policía»

Los policías locales con más de 30 años de experiencia reciben un homenaje en Can Ventosa y rememoran algunos de los momentos más difíciles de su trayectoria, así como la parte más agradecida de su trabajo

Más de tres décadas en la Policía Local de Ibiza dan para mucho: para vivir grandes momentos de satisfacción y de agradecimiento por parte de los ciudadanos, pero también para enfrentarse a circunstancias duras —como accidentes de tráfico con fatal resultado o episodios con menores involucrados— que no se olvidan y tardan en asimilarse. Tanto es así que a veces, a pesar de que se intente poner una barrera, resulta imposible no llevarse ciertas cosas a casa: «Aparte de policía, uno es humano, evidentemente», comenta el oficial Juan Antonio Mangas.

Esto es lo que ayer contaban varios agentes municipales minutos antes de iniciarse, en el auditorio de Can Ventosa, el acto de reconocimiento de los ya más de 30 años de servicio y vocación a un total de 30 policías locales. Un acto del Ayuntamiento de Ibiza que conducen el alcalde, Rafael Triguero (quien entrega la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco y el correspondiente diploma a cada uno de ellos) y Lourdes Roig, jefa de Protocolo y Relaciones Institucionales del Consistorio.

Entre el público hay familiares o amigos que aplauden orgullosos mientras los agentes iban subiendo al escenario de uno en uno para recibir su distintivo. Un evento simbólico pero importante para agradecer su labor en la ciudad.

Tres mujeres de 30

Entre los 30 galardonados se incluyen tres subinspectores, nueve oficiales y 18 agentes. De esta treintena, tres son mujeres.

Dos de ellas, Ángeles Gallardo (oficial) y Gema Carrasco (agente), charlan en la entrada de Can Ventosa poco antes de comenzar el acto y rememoran momentos de su trayectoria. «Yo fui la primera mujer mando en la policía. Debía tener unos 29 años, y claro, para los más antiguos fue como un choque aceptar órdenes de alguien que, como aquel que dice, acababa de entrar», cuenta Gallardo, que no tiene antecedentes de policía local en su familia y que dio el paso de entrar «por vocación» y por «un sentimiento de ayuda y de entender la policía como un servicio».

Carrasco, en cambio, tiene familiares militares, guardias civiles o de la Policía Nacional, aunque destaca que también entró por vocación: «Tenía claro que por lo menos lo tenía que intentar». Ambas tenían 21 y 20 años cuando comenzaron en esto.

«Hay varias situaciones duras, pero una fue especialmente mala, con resultado negativo. Hablo de un intento de suicidio en la muralla», relata Gallardo.

Su compañera Carrasco menciona los accidente de tráfico graves. Ambas estuvieron juntas en uno que ocurrió hace aproximadamente «25-28 años» en Platja d’en Bossa con dos chicas. «Tuvimos que llamar a los bomberos [para sacarlas]. Estaban sentadas y terminaron debajo con las piernas cruzadas y todo», explica Carrasco. «De hecho, tú en el hospital tuviste que ayudar a cortar pantalones y todo», añade la oficial.

Accidentes que no se olvidan

Después de tantos años, siguen recordando los detalles de aquel episodio: «Era de noche y una de las chicas no me soltaba. Iba con la mandíbula destrozada, desencajada, y me decía que no le dejase». Admiten que al llegar a casa tras estos duros momentos, «una necesita tiempo para procesarlo».

Por otro lado, la mejor parte es, sin duda, «poder atender correctamente al ciudadano y ayudarle en todo lo que se pueda». «Los servicios de ayuda son los que más te llenan y con los que realmente ves que merece la pena meterse en esto, y más como mujer».

En este sentido, Gallardo explica que actualmente las mujeres representan cerca del 10% (entre 10 y 12 personas) de una plantilla que ronda los 100 policías. «Antes era más complicado. Desde fuera da la sensación de que es una profesión muy masculinizada, pero bueno, confiamos en que eso vaya cambiando poco a poco, por eso estamos aquí», añade la oficial durante su conversación con este diario. Ambas animan a las mujeres que quieran a dar el paso definitivo y celebran que, en general, cada vez hay más interés y motivación.

Servicios de todo tipo

Ya dentro del auditorio, el oficial Juan Antonio Mangas Pulido explica que años antes de entrar en la Policía Local ya estaba interesado en hacerlo: «Esto siempre me ha gustado». «No nos dedicamos sólo al tráfico, hacemos todo tipo de actuaciones: por alcoholemia, robos, hurtos, peleas, agresiones, lesiones, incendios... Entre otras cosas». Cuando uno hace un buen servicio, cuenta, la satisfacción con la que se va a casa es importante, y más si recibe el agradecimiento del ciudadano.

«¿Situaciones duras? ¡Muchas! El fallecimiento de personas en accidentes, por ejemplo. Yo estuve muchos años de oficial en el turno de noche. Me he encontrado de todo. Hablo de fallecimientos y de tener que avisar a un familiar para comunicárselo. Es duro. También actuaciones con niños pequeños», expresa Mangas, que lleva 33 años en el Cuerpo.

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Imagen de grupo de los agentes homenajeados junto con el alcalde de la ciudad de Ibiza. / VICENT MARÍ

Por otra parte, la tercera agente mujer, Pilar Bosch, comenta que su hermano mayor era policía cuando ella dio el paso. Estar cerca de esta profesión le hizo interesarse y decidirse. Destaca que lo que más le atrae es sobre todo el trabajo preventivo en la calle, de ayuda al ciudadano. «Por supuesto que este acto supone mucha satisfacción. Esto representa toda nuestra vida laboral profesional en la policía y nos sentimos muy agradecidas. Efectivamente, en tantos años da tiempo a vivir de todo, pero yo me siento muy feliz», añade.

«Otra mujer y yo entramos juntas en la policía, cuando ya había como seis mujeres. Sí, creo que nosotras fuimos más o menos la séptima y la octava», explica la agente.

Además del alcalde, también pronuncia unas palabras el jefe de la Policía Local de Ibiza y subinspector, José María Prats Ferrer, que también es uno de los reconocidos. En su caso, son ya 38 los años que lleva en el Cuerpo. «Es un orgullo poder formar parte de esta institución y haber podido velar por la seguridad y el bienestar de la ciudadanía a lo largo de esta etapa profesional. Estoy convencido de que en esta nueva etapa que ahora se inicia, todos y cada uno de los miembros del Cuerpo continuaremos mejorando y trabajando para ofrecer a la ciudadanía todas las garantías de seguridad y convivencia que anhelamos por la ciudad y nuestra sociedad», expresa.

El alcalde, Rafael Triguero, coloca el distintivo a José María Prats, jefe de la Policía Local.

El alcalde, Rafael Triguero, coloca el distintivo a José María Prats, jefe de la Policía Local. / VICENT MARÍ

El jefe del gobierno local se dirige a los allí presentes para agradecerles su trabajo: «Son ustedes quienes velan por el bienestar de nuestros ciudadanos, quienes nos brindan tranquilidad y protección en los momentos más cruciales. Su labor va más allá de la vigilancia y el mantenimiento del orden; son guardianes de nuestra convivencia, y quienes están dispuestos a sacrificarse para que podamos vivir en armonía y nuestra ciudad funcione como debe».

Rafael Triguero también hace hincapié en el papel de la policía a lo largo de todos estos años de cambio para la ciudad de Ibiza: «Hemos presenciado cómo nuestra ciudad ha crecido y evolucionado, enfrentando nuevos desafíos y cambios sociales. La labor de la Policía Local ha sido vital en este proceso, adaptándose y respondiendo de manera eficiente a las demandas cambiantes de nuestra sociedad».

Una ciudad muy exigente

Este es un aspecto que también comentan los agentes entrevistados por este diario. «Hay mucha más demanda de servicios. Hace años llegaba el invierno y pasábamos a un nivel de cierta tranquilidad. Había servicios, pero todo era más suave. Ahora la diferencia entre el verano y el invierno evidentemente la notamos, pero no es un valle. Llega el invierno y solamente con el tráfico, la ciudad y la atención al ciudadano, es un continuo de trabajo», en palabras de Ángeles Gallardo. Al acto acude su madre, Ángeles Oliver Martínez, que también es la suegra de otro de los 30 agentes y viene acompañada de la cuñada de Gallardo. «Les veo bien, muy satisfechos de lo que le hacen. Les gusta su trabajo», señala esta madre.

Otro agente galardonado es Julián Córdoba, quien era jugador de fútbol y tenía a dos buenos amigos policías locales que, teniendo él 19 años, le animaron a entrar en el Cuerpo. A los 20 ya ingresó. Desde pequeño había tenido en mente poder dedicarse a ello.

Las pequeñas cosas

«La parte que más me gusta es la social, la de poder ayudar al ciudadano, a las personas más desfavorecidas y que necesitan ayuda en su día a día, como los mayores con algún tipo de movilidad reducida». Acciones aparentemente sencillas, como «ayudar a alguien a cruzar la calle», pero que le dan mucho sentido a la Policía Local. «También existe la parte más social e informativa, no solamente la represiva», reitera.

Córdoba ha vivido situaciones complicadas, «por ejemplo, en servicios en los que hay armas blancas o de fuego»: «Gracias a Dios no es una intervención que hagamos en el día a día, pero cuando sucede te genera estrés». El agente también hace referencia, entre otros cambios, al desarrollo tecnológico dentro del Cuerpo: «Cuando yo entré, usábamos la máquina de escribir».

La Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco se entrega a «los miembros de la Policía Local, sea cual sea su categoría, cuando cumplen treinta años de servicio en cualquier cuerpo, en situación de servicio activo o de servicios especiales, que hayan tenido una trayectoria profesional destacada y carezcan de expedientes disciplinarios en curso o sanciones disciplinarias pendientes de cancelar en su expediente personal», detalla el Consistorio. Tras la fotografía de grupo sobre el escenario al final del acto, hay un aperitivo. Al evento asisten representantes políticos de Vila y otros municipios, así como de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

"La ciudad de Ibiza ha evolucionado enfrentando nuevos desafíos. La labor de la Policía Local ha sido vital en este proceso". Rafael Triguero, alcalde de Ibiza.

"Continuaremos mejorando para ofrecer todas las garantías de seguridad y convivencia". José María Prats, jefe de la Policía Local de Ibiza.

"La parte que más me gusta es la social". Julián Córdoba, agente de la Policía Local.

"Desde fuera parece una profesión muy masculinizada, pero confiamos en que eso vaya cambiando". Ángeles Gallardo, oficial de la Policía Local.

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