Una gaviota alza el vuelo con un cruasán de buen tamaño y aspecto bien agarrado por el pico en la calle Jaume I de Vila, en el entorno de la plaza del Parque. Y por si se queda con hambre, en su huida ha dejado otra media luna intacta sobre uno de los contenedores de cartón. Solo le faltaba el cafecito.
