Perros en Ibiza: Can Dog defiende sus instalaciones y anuncia una querella contra Santa Eulària

El Consistorio recuerda que los incumplimientos de la empresa eran administrativos y no se deben a un mal cuidado de los animales

José Aranda, con muletas, y dos de los empleados muestran las instalaciones de Can Dog. | V.M.

José Aranda, con muletas, y dos de los empleados muestran las instalaciones de Can Dog. | V.M. / josep àngel costa. sant llorenç

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

El propietario de Can Dog, José Aranda, se siente víctima de un «linchamiento», especialmente en las redes sociales, después de que el Ayuntamiento de Santa Eulària prescindiera de sus servicios como adjudicatario de la recogida, atención y adopción de animales del municipio. Para defenderse de «una campaña de difamación», ayer abrió el centro a la prensa para mostrar «unas instalaciones de primera categoría», además de anunciar que ha puesto el caso en manos de sus abogados para presentar una querella a Santa Eulària.

El Ayuntamiento recordó ayer que las irregularidades por las que rescindió el contrato, el pasado 15 de febrero, eran de tipo administrativo. «Son faltas leves, pero, después de tanta repetición, pasan a ser graves», indicó un portavoz municipal. Del más de medio centenar de incumplimientos detectados por las inspecciones municipales, una de ellas, tipificada como grave, se debía a que no se llevó un perro al veterinario, tal y como se le había solicitado a Can Dog.

Aranda se siente especialmente dolido por el hecho de que el Ayuntamiento recurriera a un dispositivo de la Guardia Civil

«Estoy esperando que me digan qué perro era», asegura Aranda, que niega que se hubiera producido esa negligencia. En este punto, el Consistorio ayer incidió en que no hizo ninguna acusación respecto a un mal cuidado de los perros. En cualquier caso, Aranda se siente especialmente dolido por el hecho de que el Ayuntamiento recurriera a un dispositivo de la Guardia Civil en el momento en que se presentó para llevarse la veintena de perros del municipio acogidos en Can Dog.

Vídeo de las instalaciones y animales de Can Dog

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Ibiza o inicia sesión si ya eres suscriptor

Suscríbete

¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí

Josep Àngel Costa

«Había ocho policías. Fue todo muy exagerado», apostilla Giuseppe Guastella, responsable de la asociación animalista Ibiza a 4 Patas y coordinador de los voluntarios que pasean a los perros de Can Dog. Los empleados que acompañan a Aranda, inciden que ellos sacan a cada animal durante una hora al día como mínimo, pero el complemento de esos siete voluntarios habituales aumenta aún más esta media.

De los animales que se llevó el Ayuntamiento, salvo cuatro con dueño o dados en adopción, el resto se trasladó a la Fundación Natura Parc de Mallorca. Guastella destaca que ya han regresado a Eivissa porque varios voluntarios los han adoptado. De hecho, alguno de ellos ha vuelto a Can Dog.

Instalaciones

Durante la jornada de puertas abiertas, mientras Aranda va enseñando las instalaciones, hay otras voluntarias paseando perros de razas catalogadas como potencialmente peligrosas. Es el caso de Flor Koskas, que aparece a través del bosque con un ejemplar de american staffordshire.

"Aquí hemos montado un rancho de primera categoría. Conozco muchos centros de la Península y ninguno tiene tantos espacios como nosotros"

Los animales disponen de 14 parques para jugar entre ellos, una zona de adiestramiento de 1.800 metros, y circuitos de paseo por la finca que alquila Can Dog en Sant Llorenç, de 65.000 metros cuadrados, de los que 40.000 conforman un pinar.

«Aquí hemos montado un rancho de primera categoría. Conozco muchos centros de la Península y ninguno tiene tantos espacios como nosotros», subraya Aranda. A sus 80 años, lleva 37 al frente de Can Dog, además de dos décadas previas en adiestramiento de perros y caballos en Madrid.

De hecho, fundó su empresa en Eivissa también como escuela hípica, pero dejó esa labor, que ahora pretende retomar, en 2000. Ese año, empezó a prestar servicios para los municipios de Sant Josep, Sant AntoniSanta Eulària y Sant Joan, obligados por ley a tratar a las mascotas perdidas y abandonadas.

Tras rescindir el contrato, Santa Eulària ahora cuenta con las instalaciones de Natura Parc en Santa Agnès, al igual que Sant Josep. «Introdujimos el sacrificio cero, porque antes los sacrificaban, y en todos estos años, no había tenido ningún conflicto con los ayuntamientos. Al contrario, todos hablaban bien de nosotros», incide Aranda.

En todo este tiempo, Can Dog ha recogido 17.680 perros, además de gatos y otros animales domésticos. El 70% se habían perdido y pudieron ser devueltos a sus propietarios. Otros 5.358 permanecieron en sus instalaciones hasta que se dieron en adopción, salvo 35 abandonados que quedaron allí permanentemente.

Suscríbete para seguir leyendo