Programa navideño

Navidad en Ibiza: a Belén se va por sa Carroca

Cumpliendo con la tradición, desde principios de diciembre en la casa de Serafín Grivé, en el municipio de Sant Josep, luce un espectacular belén de estilo hebreo que ha creado con mucha paciencia y trabajo recurriendo al ingenio y a sus propias manos

Maite Alvite

Maite Alvite

Serafín Grivé es de los que opinas que «si montas un belén tienes que currártelo» y, desde luego, él predica con el ejemplo. El montaje del suyo le lleva algo más de de dos semanas, por no contar los meses que dedica a idearlo y a crear con sus propias manos prácticamente todos los elementos que lo componen, excepto las figuras. El nacimiento que luce desde principios de diciembre en su casa, en sa Carroca, pertenece a «la temporada 2021-2022». «Cada dos años hago un modelo de belén diferente para no aburrirme. El que ves ahora es de estilo hebreo, como el que monté el año pasado aunque he añadido algunas novedades», explica señalando algunas de las incorporaciones, como el establo para ovejas que hay en un lateral o las figuras del nacimiento.

El belén, que ocupa cerca de 15 metros cuadrados de una habitación que fue concebida como cocina, impresiona no solo por sus dimensiones sino también por su calidad y su atención al detalle. En él están recogidas las escenas típicas como la Anunciación a la Virgen por el Arcángel Gabriel, la cabalgata de los Reyes Magos o el nacimiento. Además, se recrean momentos cotidianos de la vida en Belén. Hay jaimas y casas típicas del lugar y de la época, también hay huertos, un mercado con puestos en los que se venden desde frutas y verduras hasta quesos y una zona dedicada a oficios como el de alfarero, carpintero o zapatero.

A Belén se va por sa Carroca   |

Los Reyes Magos, al fondo, una alberca con peces de verdad y un huerto. / VICENT MARÍ

Hay detalles que añaden realismo al conjunto como el safareig en el que nadan pececillos reales o las figuras que tienen movimiento, como la del pastor que esquila una oveja, el herrero que golpea con el martillo sobre el yunque o el torno que gira para hacer piezas de cerámicas, que ha fabricado utilizando el pequeño motor de un microondas.

Todas las construcciones del belén están hechas artesanalmente por Grivé empleando básicamente madera, a la que ha añadido cola para luego espolvorearle arena. «Para conseguir el color de las casas y del nacimiento mezclo vino con tornillos oxidados y los dejos macerar unas horas y, si necesito un tono más fuerte añado vinagre de Módena», detalla.

A Belén se va por sa Carroca   |  VICENT MARÍ

Una imagen de detalle del nacimiento. | VICENT MARÍ / Maite Alvite

Para el suelo ha empleado arena, gravilla y tierra y para la vegetación, musgo que ha reciclado de años anteriores. Prácticamente lo único que no es de elaboración propia son las figuras, unas 135 en total, adquiridas a través de un proveedor de Córdoba. Las más grandes, las del pesebre, miden 25 centímetros.

En este nacimiento Grivé se ha tomado algunas licencias como la de incluir la figura de un matancer, que le da un toque ibicenco, o la de poner en el puesto del zapatero algún calzado demasiado fashion para la época.

Este belén, aclara su autor, no está abierto el público, pero cada año lo visitan amigos y vecinos y los pequeños del centro de educación infantil El Trenet Blau. «Cuando vienen niños o mayores a verlo siempre les reto a que encuentren el caganer y el ratón», comenta.

Grivé empezó a hacer belenes con diez años, los de entonces los construía sobre una caja de cartón. La costumbre la han heredado ya sus dos hijos, Jordi y Carlos, y su nieto de once años, que empieza a hacer sus primeros pinitos. «No hay que perder las tradiciones ni los valores que nos han inculcado nuestros mayores», insiste.

Jurado en concursos de belenes

Precisamente para que no se pierda «una tradición tan bonita» como la de montar el belén navideño y, de paso, «acercar la Iglesia a los hogares», la parroquia de Sant Jordi ha organizado un concurso de nacimientos. Serafín Grivé ejerce de jurado, función que también desempeña en el certamen de la Universitat Oberta per a Majors (UOM).

Según confirma el párroco de Sant Jordi, Daniel Martín, se han presentado 22 personas, prácticamente todas del municipio de Sant Josep. Entre las propuestas, comenta Grivé, las hay muy originales y curiosas como un belén hecho con clicks de Playmobil u otro que reproduce la iglesia de Sant Jordi. El domingo, 25 de diciembre, en la misa de las once de la mañana, el párroco de Sant Jordi anunciará los belenes galardonados. Hay un primer premio y tres segundos, financiados por el Ayuntamiento de Sant Josep.

En estos días Daniel Martín está visitando en persona todas las casas de los participantes en el concurso, no como jurado sino como sacerdote, para bendecir sus belenes. Esta tarde (por ayer) hará lo mismo con el de Serafín Grivé.

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