«En Ibiza, la mayoría de casos de acoso sexual en el trabajo no llegan a denunciarse por miedo»

Los sindicatos animan a las mujeres a denunciar estos casos ya sea en juzgados, comisarías o a ellos

Imagen de archivo de las manos de Consuelo López, de CCOO, en la sede de los sindicatos.

Imagen de archivo de las manos de Consuelo López, de CCOO, en la sede de los sindicatos. / Toni Escobar

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Cada semana, a la sede de Comisiones Obreras (CCOO) de Ibiza llega, al menos, un caso de abuso sexual en el entorno laboral, afirma Consuelo López, secretaria general de este sindicato en las Pitiusas. «Llegan muchísimas trabajadoras diciendo que las han tocado, les han dicho, les han hecho... Lo que pasa es que la mayoría de los casos de abuso o acoso sexual en el trabajo no llegan a denunciarse por miedo a perder ese empleo», continúa la sindicalista, que indica que los casos como el que se hizo público este fin de semana (un detenido por acosar sexualmente a una empleada en un hotel de Ibiza) son una minoría. López está convencida de que «no hay una sola mujer» que no haya aguantado en el trabajo, como mínimo, algún comentario o proposición fuera de lugar o roces injustificados.

En la misma línea se manifiesta Fernando Fernández, secretario general de Unión General de los Trabajadores (UGT) en las Pitiusas: «Nos llegan muchas trabajadoras con estos casos, pero con miedo a perder sus puestos de trabajo. Es muy triste». Fernández también apunta que la mayoría de los casos no llegan a denunciarse, algo que anima a hacer. Si no en una comisaría o en los juzgados, al menos a través del comité de empresa o del delegado de personal. «Si no lo tienen, que se pongan en contacto con el sindicato, que ya denunciará en su nombre», apunta Fernández.

El secretario general en Ibiza y Formentera de Unión Sindical Obrera (USO), Enrique Lorenzo, sin embargo, pone en duda ese miedo a perder el empleo dada «la coyuntura» de este año en el que, afirma, «hay trabajo». El sindicalista señala que los casos deben denunciarse, pero matiza que se trata de situaciones «que rayan la línea roja» y que, además, son «complicados» ya que suele ser «la palabra de una contra la del otro».

López destaca un dato sobre la hostelería en Ibiza: «Trabajan muchas más mujeres que hombres en estos establecimientos, pero los hombres son mayoría en puestos de responsabilidad». La secretaria general de CCOO lamenta que con la entrada de las nuevas generaciones en el entorno laboral no se está reduciendo el problema, sino todo lo contrario: «Están repuntando los casos de abuso sexual a las mujeres en todos los ámbitos, también en el laboral. Da miedo».

«Prácticamente todas llegan bastante tocadas, después de haber pasado un auténtico calvario y pensando que va a ser complicado demostrarlo», indica López, que explica que lo primero que suele hacer es enviarlas a la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito. «Lo primero que tienen que hacer es ser conscientes de que son víctimas», insiste la secretaria general de Comisiones, que destaca que las empresas, al tener conocimiento de estos casos, tienden a ponerse de perfil, a no hacer nada. «Algunas se han llevado un buen rapapolvo en los juicios cuando se ha demostrado que la empresa era sabedora y consentidora de estos casos», continúa López, que insiste en que estos abusos y acosos sexuales en el entorno laboral «destrozan» a las mujeres que los sufren.

Consuelo López recomienda a las mujeres que estén pasando por esto que acudan directamente a denunciar a la Policía Nacional, la Guardia Civil o los juzgados. Y que soliciten asistencia psicológica. La responsable sindical hace hincapié en que muchas empresas no tienen aún planes de igualdad y los protocolos que tienen de acoso sexual, si los tienen, en general «son muy antiguos o defectuosos».

«Yo, a las trabajadoras, les recomendaría que pierdan ese pudor a denunciar cuando sufren un acoso sexual en el trabajo. Es la única forma de avanzar y de hacer que los acosadores y las empresas sientan la presión», insiste Fernández, que recuerda que están siendo víctimas de un delito. Y no sólo ellas, sino que pide a quienes trabajen con ellas y vean lo que está pasando, que lo hagan.

Al igual que López, Fernandez lamenta que la mayoría de las empresas se pongan siempre de parte del acosador. «Es muy triste, pero para ellos la trabajadora es una más mientras que el jefe que la ha acosado suele ser alguien que ha escogido la empresa para ese puesto».

Enrique Lorenzo señala que los casos que llegan a los juzgados son los de las trabajadoras «con más fortaleza mental» ya que, indica, el proceso les afecta psicológicamente. «No sólo a ellas, también a su entorno», comenta el secretario general de USO en las Pitiusas, que recuerda haber atendido a alguna trabajadora que ha sufrido un acoso sexual en el trabajo mientras la acompañaba su pareja, que le había sugerido en más de una ocasión que, dada la situación, abandonara ese puesto de trabajo, algo a lo que la mujer no había accedido.

«La mayoría de estos casos acaban mal, tienen que ser muy fuertes para aguantar estas situaciones», indica el representante sindical, que recuerda casos en los que se han solventado con indemnizaciones a las trabajadoras que habían denunciado los abusos.

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