Ibiza alberga a 15 personas sin hogar en el nuevo Servicio de Acogida Municipal

Este recurso está dirigido a ciudadanos con un perfil de media y alta exigencia que, por diferentes motivos, han perdido su vivienda y son derivados desde los Servicios Sociales del municipio

Una de las habitaciones del nuevo albergue. | J.A.RIERA

Una de las habitaciones del nuevo albergue. | J.A.RIERA / laura amores. eivissa

Laura Amores

Laura Amores

Desde que en diciembre se inaugurara, el nuevo Servicio de Acogida Municipal de Ibiza (SAM) en el edificio del antiguo retén ubicado en la calle de Vicent Serra i Orvay, no ha dejado de dar cobertura a personas sin hogar. El nuevo albergue cuenta con 15 plazas, las mismas con las que contaba el antiguo centro de la calle Carlos III, y actualmente están todas ocupadas, según confirmaron desde el Ayuntamiento.

Este servicio está dirigido a personas con un perfil de media y alta exigencia que, por diferentes motivos, han perdido su casa. El personal del albergue ayuda a hacer todo tipo de trámites a las personas que viven en él y les guía para favorecer su reinserción en la sociedad.

Los usuarios del albergue municipal tienen que ser directamente derivados por parte de los servicios sociales comunitarios básicos y deben cumplir con un plan de trabajo acordado previamente, con objetivos a los que deben llegar en un tiempo determinado. También están obligados a observar unas normas de conducta y a respetar el horario. La entrada al SAM se hace por orden de llegada a los servicios sociales, con la excepción de si hay factores de algún tipo que requieran darle prioridad a una persona

Estructura en vertical

En este nuevo albergue se ha podido mejorar la calidad del servicio y además es muy amplio, dispone de 1.979 metros cuadrados de superficie, repartidos en una planta baja y tres pisos. La principal diferencia con el anterior centro es que su infraestructura es en vertical, lo que permite organizar las estancias por servicios.

En la planta baja hay un lugar para recibir y para servicios comunitarios: la lavandería con lavadora y secadora industrial, una consigna con un equipamiento de estanterías modulares, lavabos y la recepción, donde se ofrece una atención personalizada. Este espacio funciona durante el día y proporciona a los usuarios atención individualizada.

La primera planta dispone de centro de día, una cocina y un comedor para 34 comensales, donde se imparten talleres y desde donde se trabaja en las competencias de organización. También hay una sala donde los usuarios pueden ver la televisión y el espacio para los monitores, además de un patio.

En la segunda planta y en la tercera se encuentran los dormitorios. En total hay ocho habitaciones, que dan servicio en estos momentos a 15 usuarios. Siete son dormitorios dobles y el otro es para personas con diversidad funcional. Cada habitación está equipada con camas individuales, armarios y una mesita.

Además, todo el edificio está conectado con ascensor, lo que mejora la accesibilidad, una escalera de emergencia y otra escalera de uso habitual.

Al principio, el anuncio del Ayuntamiento de cuál iba a ser la nueva ubicación del Centro de Acogida de Vila contó con el rechazo de los vecinos de la zona, que llegaron a crear una asociación, Avicen, cuyo principal objetivo era «mejorar la calidad» del barrio, según explicaba su presidente, José Vicente Riera.

Rechazo de los vecinos

La asociación de vecinos mostró en repetidas ocasiones su desconfianza y el temor a que este centro acabase recibiendo usuarios conflictivos, que pudieran perturbar la convivencia en el barrio, pese a las promesas del Ayuntamiento. La asociación insistió en plantear sus reivindicaciones «de forma pacífica», desde «el diálogo» y con la presentación de «alternativas» para una infraestructura cuya necesidad no discutieron, pero sí que plantearon distintos emplazamientos alternativos, entre los que se encontraban es Gorg o la zona de Can Misses.

Además la asociación consideraba que el nuevo establecimiento podía ser «un peligro» para los niños del barrio por el «gran número de centros educativos» que hay en la zona. Al final el nuevo albergue salió adelante.

Sa Bodega

Además, de este Servicio de Acogida Municipal, el Ayuntamiento de Ibiza dispone de otros recursos para los ciudadanos que presentan una situación de vulnerabilidad, como nueve pisos supervisados en los que, según la composición familiar, varía la ocupación, de entre 22 y 28 personas.

Por otra parte, el municipio también cuenta con el Espacio de Primera Acogida de sa Bodega para dar cobertura a un perfil de usuarios de baja exigencia, habilitado para 15 personas que, en momento puntuales de necesidad, «se puede ampliar añadiendo más camas», indican desde el Consistorio. Este espacio está abierto durante todo el año.

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