Sociedad

Dos nuevos canónigos para la catedral de Ibiza

Isaac Vaquer

Isaac Vaquer

Con el bonete sobre la cabeza y vestidos con el sobrepelliz y la muceta, Antoni Ferrer y Vicent Tur subieron ayer al altar de la catedral de Santa María, durante la celebración de laudes, luciendo por primera vez la indumentaria que les identifica como canónigos del cabildo catedralicio en la víspera de Pentecostés.

Ferrer lo hace por razón del cargo; como párroco de la ciudad de Ibiza que oficia en la Iglesia de San Pablo le toca ocupar una cátedra en el cabildo. Tur, como canónigo estable, será el nuevo Prefecto de Música Sacra de la catedral y «en noviembre o diciembre» se encargará de tocar el órgano, en proceso de restauración, anunció el obispo, Vicent Ribas. Con estas incorporaciones, son ocho los canónigos de la catedral.

Antes de la celebración, el canónigo de más edad, Lucas Ramon, fue el encargado de dar conocimiento y hacer un pequeño elogio ante los feligreses de las nuevas incorporaciones. «Serán un refuerzo muy importante para solemnizar el culto litúrgico de la iglesia catedral». Los canónigos se encargan, de forma colegiada con el obispo, de presidir los oficios de la oración diaria y del mantenimiento de la seo.

Jordi Martí tocó el órgano durante la celebración.

Jordi Martí tocó el órgano durante la celebración. / isaac vaquer

De Antoni Ferrer, Ramon recordó cómo se acercó a él para pedirle consejo respecto a su vocación. En aquel momento se planteaba unirse a la orden de los Carmelitas. «Yo le aconsejé que se hiciera sacerdote para nuestra diócesis y así sucedió», rememoró.

De él destacó «su humildad y su obediencia» y el cariño que los feligreses de las parroquias porlas que ha pasado le profesan. Algunos de Sant Carles e incluso de Sant Ferran de Formentera, donde pasó algunos años, acudieron ayer a la ceremonia de nombramiento. También los había de San Pablo, su actual parroquia.

A Vicent Tur prácticamente lo vio nacer, «su familia vivía delante de casa». Señaló que desde muy pequeño mostró interés por la religión y dió muestras de ser un niño muy despierto. Ramon relató una anécdota en la que, siendo pequeño Tur, se le acercó el obispo de aquel momento, Manuel Ureña (1988-91), y le dijo: «A ver, dime el credo», a lo que el niño contestó: «¿Cuál? ¿El de los apóstoles o el de Niceno?».

Lugar de acogida

Durante la homilía, el obispo les recordó a los nuevos canónigos la vocación de servicio que requiere su nuevo cargo, «ser canónigo no es ser más que nadie».

Un servicio que deberán ejercer en la «casa de todos y cada uno de los ibicencos», que indicó que debe ser la catedral. Dentro de su labor estará trabajar por «mantener la imagen» de la parroquia de Santa María de Ibiza, que recordó que es el monumento más visitado de la isla, pero más allá de su interés patrimonial, les insistió en que es «un lugar de acogida y de fe, la casa Dios».

Animó a los nuevos canónigos a no enterrar sus talentos, como cuenta la parábola del evangelio, sino a darles uso: la simpatía y afabilidad de Antoni Ferrer para esta labor de acogida y los conocimientos y habilidades musicales de Vicent Tur para solemnizar las celebraciones con la colaboración de todos los músicos que pasan por la catedral. Ayer era el caso de Jordi Martí, director de coro que también se encargó en la celebración de tocar el órgano en su ubicación provisional.

Aprovechó para mencionar que también serán responsables de preparar «de aquí a once años» la celebración del 800 aniversario de la conquista cristiana de las Pitiusas por parte de tropas catalanas que dio lugar a la construcción de la catedral. En este sentido, recordó que las tropas conquistadoras prometieron construir una iglesia dedicada a Jesucristo y a su madre, motivo de la advocación a Santa María de las Nieves, la celebración mariana más cercana al 8 de agosto.

Autoridades de todos los municipios de la isla, durante el  acto.

Autoridades de todos los municipios de la isla, durante el acto. / isaac vaquer

Tras la profesión de fe y el juramento de fidelidad de los dos canónigos frente a los evangelios, ambos sacerdotes ocuparon sus lugares en la silla coral que rodea el altar. Francesc Torres Peters fue el encargado de acompañar a Antoni Ferrer y Lucas Ramon hizo lo propio con Vicent Tur. La asamblea prorrumpió entonces en aplausos al toque de campana.

Concluido ya el acto solemne, Vicent Tur fue a tomar asiento al teclado del órgano, por primera vez ostentando el cargo de Prefecto de Música Sacra, mientras Jordi Martí se unía a las voces del coro.

Agradecimiento

Antes de concluir la celebración de laudes, los nuevos canónigos tomaron la palabra. Ferrer fue breve y agradeció al obispo su confianza y a los presentes su asistencia.

Algo más se extendió Vicent Tur, que explicó que durante la reciente celebración del Mercado Medieval se acercó a la sala capitular del antiguo ayuntamiento, «donde cuelgan algunos retratos de ilustres ibicencos con las vestiduras de canónigo». «Me siento muy honrado y agradecido por pasar a formar parte de este cabildo por el que han pasado personas tan importantes para la historia de nuestra isla», indicó.

Como responsable de la música sacra, aprovechó para hacer un primer llamamiento a quien esté interesado a que se acerque a comentárselo para conformar un grupo y «crear un ambiente sacro durante la liturgia».

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