Baloncesto en silla de ruedas. El jugador de Ibiza Pablo Hempler, a un paso de ascender a la élite nacional

Pablo Hempler, el primer jugador ibicenco en la historia que compite en una categoría de ámbito estatal de baloncesto en silla de ruedas, está feliz y de enhorabuena. Y no es para menos, ya que el deportista pitiuso, natural de Sant Jordi, ha logrado clasificarse con su equipo, el DiscaEsports mallorquín, para disputar la fase de ascenso a la Primera División española, la más competitiva a nivel mundial.

Pablo Hempler, que se siente muy orgulloso de lo mucho que ha conseguido y progresado deportivamente en estos últimos dos años, desde que comenzara a jugar enrolado en las filas del CRiC Ses Salines, está por lo tanto a un paso de hacer realidad uno de sus grandes sueños, como es el de llegar a competir en la élite nacional del baloncesto en silla de ruedas.

«Este sábado jugamos el último partido de Liga contra el líder de la clasificación del Grupo 1, el Costa Daurada de Reus, un equipo que es muy fuerte, muy duro y que tan solo había perdido un solo partido en toda la temporada, pero al que conseguimos ganar tras un apasionante encuentro en el que nos impusimos por 57-50. Y con ese triunfo hemos logrado clasificarnos para disputar la fase final de ascenso a la Primera División, que se va a celebrar durante el primer fin de semana del mes de abril», explica a Diario de Ibiza el deportista ibicenco, que también detalla: «El choque contra el Costa Daurada fue muy interesante porque estuvo muy igualado todo el tiempo, aunque al final del tercer cuarto nos superaron en el marcador. Pero en el último cuarto competimos muy bien y les remontamos porque defendimos a tope y solo fueron capaces de meternos una canasta, mientras que nosotros nos fuimos hasta los 57 puntos».

Así las cosas, con ese valioso y decisivo triunfo, el DiscaEsports se garantizó una de las plazas en la fase de ascenso, al empatar a puntos con el Tenerife, aunque depende del basketaveraje para saber si finaliza como segundo o tercer clasificado, ya que algunos de los equipos aún tienen que jugar al haber tenido una de las jornadas aplazada.

«En la Segunda División hay dos grupos de competición y se clasifican para la fase final de ascenso los cuatro primeros clasificados de cada uno. Así que, sea como segundos o como terceros en la tabla nosotros ya tenemos nuestro sitio en la liguilla para subir de categoría, aunque dependiendo de la posición en la que te clasifiques te es más o menos difícil esta fase de ascenso», comenta Pablo Hempler, antes de señalar: «Estamos muy contentos y ahora vamos a ir a por todas, a ver si conseguimos el ascenso a la máxima categoría nacional. En esta liguilla de la fase de ascenso, que creo que va a ser en Granada, aunque aún no está decidido, jugaremos primero todos contra todos en un mismo fin de semana. Y luego se hará una ‘Final Four’ a la que acceden los cuatro mejores equipos y que se disputará el tercer fin de semana del mes de abril, aunque aún no se sabe si la sede será en Cádiz, Melilla, Granada o Barcelona».

En cuanto a sus sensaciones de cara al reto de pelear por ese ascenso de categoría y de conseguir así su sueño de dar el salto para jugar en la élite nacional del baloncesto en silla de ruedas, Pablo Hempler manifiesta: «En el equipo estamos todos muy unidos y nos sentimos muy felices de lo que hemos logrado ya hasta ahora. Tenemos mucha ilusión porque la posibilidad del ascenso la tenemos ahí. No lo tenemos asegurado porque hay rivales que son verdaderamente muy fuertes, pero si jugamos tan bien como lo hemos hecho hasta ahora, concentrados y tenemos un poco de suerte, porque siempre hay que tenerla, creo que podemos subir a Primera. Las sensaciones que tengo son muy buenas porque en la Liga, de los dos grupos de Segunda, hemos competido en el que era el más duro. Y por eso las sensaciones que tenemos son bastante buenas porque la ilusión y la confianza es máxima».

Motivado para ir a por su sueño

Con ese inimaginable e histórico objetivo tan cerca de hacerse realidad, Pablo Hempler se muestra, como siempre lo hace en su vida, optimista y a tope de moral, y se permite la licencia de soñar con total libertad con un hito que le haría entrar de nuevo en la historia del deporte de Ibiza.

«La Primera División española es la mejor Liga del mundo de baloncesto en silla de ruedas, aunque la mayor parte de los jugadores son extranjeros porque pasa como en el fútbol. Da gusto ver jugar a los equipos que militan en esa categoría y se puede aprender mucho jugando contra esos rivales porque tienen mucho nivel y también hay jugadores en España que son muy buenos», matiza el jugador ibicenco, al tiempo que asegura: «En lo personal y en lo deportivo estoy muy motivado y muy contento porque además de todo lo logrado con el DiscaEsports, también en la Liga catalana, en la que juego con el Binissalem, vamos líderes. Y todo esto es gracias al apoyo que me presta desde el principio la Fundación Julián Vilás y ahora también a la importante ayuda del Ayuntamiento de Ibiza, que me patrocina a través de la publicidad que llevo de Ibiza Patrimonio Mundial. Y eso es algo por lo que quiero recalcarles mi agradecimiento».

Suscríbete para seguir leyendo