Fútbol - Segunda

La UD Ibiza asalta El Molinón gracias a un golazo de Ekain

El equipo ibicenco sufre para derrotar al Sporting a pesar de jugar con un hombre más toda la segunda mitad y sella la permanencia

Ekain celebra el gol con sus compañeros.

Ekain celebra el gol con sus compañeros. / LaLiga

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

La UD Ibiza se ha impuesto esta tarde por la mínima al Sporting de Gijón gracias a un solitario gol de Ekain en la primera mitad del encuentro disputado en El Molinón que sirve para sellar matemáticamente la permanencia en Segunda División. El conjunto de Paco Jémez ha salvado con fortuna los muebles tras una floja segunda parte en la que ha jugado con un futbolista más por la expulsión de Pablo Pérez antes del descanso. El cuadro rojiblanco ha tenido ocasiones muy claras para empatar en la recta final, pero no ha tenido acierto de cara a gol y los celestes han conseguido los tres puntos en uno de los templos del fútbol español y rompen una racha de tres meses sin ganar a domicilio.

Ambos equipos se presentaron en El Molinón con muchas novedades, en el bando local motivadas por las lesiones y las sanciones, y en la UD Ibiza por cuestiones técnicas al margen de sus tres bajas por molestias físicas. Álex Domínguez regresó a la portería tras diez jornadas siendo defendida por Germán; el alcarreño Javi Pérez sustituyó a Diop en la medular y entraron en el once jugadores como escasos minutos como Morillas, en el lugar de Escobar, y Nono por el zurdo Raúl Sánchez.

Al margen de las piezas del puzle, el escenario estaba también condicionado por la situación clasificatoria de unos y otros. El Sporting necesitaba tomar aire para no asomarse al abismo y la UD Ibiza llegaba sin presión y con ánimo de disfrutar y ganar por fin a domicilio. Y esa tranquilidad se notó en la propuesta celeste, que precisamente trataba de jugar con la ansiedad del equipo de Pep Martí. Con más aplomo y mejores decisiones, el equipo ibicenco dominó el esférico con paciencia hasta que encontró el hueco para hurgar en la herida de su rival. Cifuentes percutió por su banda y envió un gran centro al área que cabeceó a la red Ekain con un potente salto y una excelente ejecución en el primer palo (0-1, min. 15).

Bajo los pitos angustiados de El Molinón, Guerrero tuvo en sus botas el segundo en una volea escorada dentro del área que se fue por encima del travesaño. Con el Sporting aturdido, el partido se detuvo durante unos minutos por un tremendo choque en el rostro sufrido por Manu Molina que le obligó a abandonar el encuentro en camilla. Kevin Appin ocupó su lugar formando una inusual dupla con Javi Pérez. Entre unas cosas y otras el equipo ibicenco perdió el control y dio alas al cuadro gijonés, que comenzó a inquietar el área de Álex Domínguez. Los rojiblancos tuvieron la más clara a los 36 minutos, tras una internada de Kravets cuyo centro desbarató primero Morillas y luego Juan Ibiza en boca de gol. El Sporting repitió con una falta desde la frontal del área y un posterior zapatazo de Pedro Díaz que se fue rozando el poste, amenazas provocadas por un nuevo taconazo innecesario en defensa, esta vez de Javi Pérez. La expulsión del rojiblanco Pablo Pérez al ver la segunda amarilla por sacar el codo en un salto puso fin a la primera mitad en el templo asturiano.

Victoria con sufrimiento

Paco Jémez no pasó por alto el taconcito del alcarreño y le sustituyó en el descanso por Pape Diop. Con uno más sobre el césped, la UD Ibiza se apoderó el esférico y fue doblegando con templanza las esperanzas del Sporting. Pep Martí introdujo un doble cambio para espabilar a los suyos ante un Ibiza que aunque anestesiaba el choque, manejaba con ciertas dosis de relajación su superioridad. Contemporizar no parecía la mejor estrategia con un marcador tan ajustado y Ramírez tuvo el empate a los 70 minutos tras coger la espalda de la defensa celeste, pero se entretuvo en el control y perdió la opción de encarar a Álex. El propio Ramírez marcó poco después en fuera de juego milimétrico tras una internada de Kravets hasta el balcón del área que no encontró oposición. Algo que, dicho sea de paso, no debería pasarle a un equipo con un hombre más.

Los pitiusos reanimaron con su displicencia al Sporting, que tiró de amor propio para asediar a su rival. La más clara fue un libre directo de Pedro Díaz que se estrelló en el lateral de la red acariciando el 1-1 en el minuto 84. Paco Jémez se desvivía en la banda tratando de reordenar tácticamente a su equipo, incapaz de dominar su ventaja, cuando el goleador esportinguista Djuka mandó a las nubes su mejor oportunidad tras recibir el balón completamente solo en el segundo palo. Ahí no quedó la cosa. Jordi Calavera falló otra clarísima en el descuento después de que hasta tres atacantes desnudaran las carencias de la zaga celeste a la contra. Con un remate de Campuzano tras el último córner al que subió el meta Cuéllar finalizó el encuentro.

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