Curso de Emergency Staff: «Hay que saber qué hay detrás de una borrachera»

El curso sobre intoxicaciones de drogas en entornos de ocio finaliza tras cuatro días con una jornada práctica en el que los asistentes, en su mayoría del entorno sanitario, disfrutan de simulacros de situaciones reales

Aarón Benet

Aarón Benet

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera». Ésta es la conclusión que extrajo Markel Etxabe, un joven enfermero de Bilbao, tras realizar uno de los talleres prácticos sobre sumisión química enmarcados en la quinta edición del ‘Foro Nacional de Emergencias y Problemáticas Sociales’ celebrado ayer en el Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària.

El curso contó con la participación de aproximadamente 70 personas, según indicaron desde la organización, Emergency Staff. Durante toda la mañana, los asistentes, mayoritariamente jóvenes profesionales del sector sanitario procedentes de la Península, disfrutaron de ejercicios prácticos que simulaban situaciones reales en las que, para que fueran más reales, participaban actores.

Para alumnos como Markel, esta jornada resultó «de gran utilidad» ya que se centra en una problemática que «está muy a la orden del día y que ocurre frecuentemente, pero en la que los sanitarios no tienen una formación».

En el primer taller se trató un caso de intoxicación en el que la protagonista se mostraba claramente histérica, y los alumnos debían hacer frente a la delicada situación.

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera» |

Un participante busca material sanitario antes de empezar una actividad. / TONI ESCOBAR

En el segundo de los talleres se centró en los abusos sexuales cometidos tras una sumisión química en entornos de ocio. En este ejercicio, la protagonista de la escena, una actriz, se desvanecía tras salir de fiesta como consecuencia de una sustancia que le habían administrado sin ella saberlo. A continuación, la asistieron los alumnos siguiendo las indicaciones previas de la coordinadora, Gema Enero.

Según explica, cofundadora de Mi Copa no se Toca, la sumisión química para cometer abusos sexuales en fiestas «es más habitual de lo que la gente piensa». Además, indicó que «los datos son abrumadores» a pesar de que, según explica, «quedan distorsionados ya que en la mayoría de los casos no se suele denunciar». Esto se debe, recalcó, entre otros motivos, a que no hay un entorno «en el que se sientan seguras las víctimas cuando, por ejemplo, llegan al hospital». Asimismo, afirma que aunque «existe el mito de que solo las mujeres son víctimas, esto es falso ya que se calcula que el 30% de los afectados son hombres».

Gracias a este taller, Markel aprendió cómo afrontar una situación de este tipo: «En un caso de abuso sexual por sumisión química he aprendido que lo que debemos hacer es hablar con la víctima y su entorno de confianza y asegurarnos de que no haya habido consentimiento».

El tercer taller tuvo como eje la «detección de los riesgos asociados al consumo», sin entrar a valorar el daño que, posteriormente, las sustancias puedan causar, según indicó el profesor Castro, responsable de esta actividad. Con ello se pretende «conseguir y crear una educación en el personal sanitario que genere confianza». En el taller se abordaron dos escenarios. El primero tenía lugar en un espacio de noche, en el que, según Castro, «la valoración de riesgo de la víctima es menor», mientras que el segundo sucedía en un centro de Atención Primaria en el que hay que tratar a la víctima de una forma diferente: «La propuesta de los sanitarios debe ser más educativa y rehabilitadora a medio y largo plazo». Además, se trató la relación con dos tipos de pacientes: uno vinculado con el consumo recreativo de alcohol y otro que es consumidor habitual.

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera» | FOTOS DE TONI ESCOBAR

Imagen de una docente en un primer plano en un instante de la explicación a su alumnado. / TONI ESCOBAR

En el descanso entre actividades, Mario Cortín, enfermero zaragozano que actualmente trabaja en Ibiza, afirmó que los talleres «han sido muy completos», y que gracias a la puesta en práctica, tras los tres primeros días de clases teóricas, le han servido para «detectar las propias carencias», y con ello, a partir de ahora, asegura que sabrá «afrontar situaciones así».

Por su parte, a Francisco Alberto Rodríguez, técnico sanitario de Sevilla, esta jornada le ha servido para «aprender sobre el manejo de las drogas y, especialmente, su prevención». Además, recalca la dimensión de esta problemática entre los jóvenes ya que ha visto que «gente de esta edad consume mucho alcohol y no controlan».

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera» | TONI ESCOBAR.

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera» | TONI ESCOBAR. / Aarón Benet Parrot

Otros cursos de formación

El curso sobre intoxicaciones de drogas en entornos de ocio es solo el primero de los tres cursos que Emergency Staff imparte en el marco de la quinta edición del ‘Foro Nacional de Formación en Emergencias y Problemáticas Sociales’.

Hoy empieza la segunda formación centrada en el control de persona agresiva y áreas hostiles que se alargará hasta el próximo domingo. Desde la organización, se apuntó, a modo de adelanto, que una de las actividades incluidas en este curso transcurrirá en la madrugada del sábado al domingo, para conseguir que los participantes se expongan en una situación en la que están agotados. Finalmente, el foro concluirá con el curso de intervención multidisciplinar en accidentes, que se celebrará del 24 al 26 de abril.

«Hay que saber qué hay detrás de una borrachera»

Gema Enero explica las directrices a uno de los grupos. / TONI ESCOBAR

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