Opinión | Editorial

Es urgente frenarla escalada de preciosde la vivienda

¿Qué se necesita para instalar una casa prefabricada?

Un estudio del sindicato Comisiones Obreras concluye que el salario neto mínimo para garantizar unas condiciones de vida dignas en Ibiza debe ser de 2.470 euros al mes en 14 pagas, y en Formentera, de 2.632 euros. Muy por encima del salario medio en Balears, que en 2022 era de unos 1.500 euros brutos mensuales en 14 pagas, según datos de la Agencia Tributaria manejados por CCOO. El sindicato ha comparado lo que suman en cada isla de Balears los gastos básicos para vivir y así ha hecho un cálculo del sueldo que debería percibir un ciudadano para no sufrir penalidades. La estimación para Formentera es la más alta, seguida de Ibiza, Mallorca y Menorca. La causa principal es el disparatado precio de la vivienda, que obliga a un residente en las Pitiusas a gastar alrededor de 21.000 euros al año, por término medio, sólo en este concepto, muy por encima de la media de Mallorca (14.700) y de Menorca (12.600).

Tras la vivienda (y a mucha distancia), el transporte es la otra partida de gasto más elevada y en la que hay más diferencia entre las Pitiusas y las otras dos islas. La más cara, a causa de la doble insularidad, es Formentera, donde una persona gasta al año una media de 5.400 euros, seguida de Ibiza, con 3.900 euros, lejos de los 2.490 de Mallorca y los 1.900 de Menorca.

No obstante, los sueldos reales distan mucho de los que el análisis de CCOO considera que serían adecuados para hacer frente al coste de la vida, lo que revela la precariedad de gran parte de los trabajadores, especialmente los que tienen contratos temporales o fijos discontinuos, pues no tienen trabajo (ni ingresos fijos) durante todo el año. El informe del sindicato es muy interesante y novedoso. Las diferencias del coste de la vida en cada una de las islas son considerables, debido al precio mucho más elevado de la vivienda en las Pitiusas: Formentera es la más cara, con un gasto anual de casi 37.000 euros, seguida por Ibiza, con 34.600; Mallorca y Menorca son sensiblemente más baratas y el coste de las necesidades básicas se reduce a 27.000 y 24.000 euros al año, respectivamente.

Los datos del análisis revelan que el desorbitado precio de la vivienda en las Pitiusas, consecuencia de la alta demanda y de la especulación, está originando una gran presión sobre las empresas. Las que pueden permitírselo, se ven obligadas a incrementar mucho los sueldos para contratar o retener a sus trabajadores, lo que también dispara sus costes y, al repercutirlos sobre los precios, alimenta la espiral inflacionaria y les hacer perder rentabilidad y competitividad, todo lo cual influye negativamente en la economía insular. Y las que no tienen posibilidad de afrontar grandes subidas salariales, que son la inmensa mayoría en un tejido económico como el pitiuso con un gran peso de pequeñas y medianas empresas, se ven condenadas a una dramática falta de personal y de empleados cualificados que complica y puede llegar a impedir su funcionamiento, además de erosionar la calidad de sus servicios. Como ocurre también en la Administración pública de Ibiza y Formentera, donde la imposibilidad de completar las plantillas provoca una merma alarmante de la calidad de los servicios que presta. Es evidente que la conjunción de todas estas circunstancias provoca un impacto muy negativo en la economía pitiusa

Precisamente esta semana otro informe, este del BBVA, ha advertido de que la escasez de mano de obra cualificada en Balears, especialmente en el turismo, pero también en los servicios y la construcción, es uno de los graves problemas de la economía del archipiélago, y lo vincula directamente a la falta de vivienda. Esta falta de trabajadores puede generar un aumento de los sueldos y también una reducción de los servicios que se prestan, según el BBVA, que advierte de que los problemas para atraer empleados es uno de los factores que genera mayor incertidumbre en la economía de Balears, y supone «un lastre al avance de la economía». «Los precios en el sector turístico aumentan. La pérdida de competitividad ya tiene consecuencias en el flujo de turistas provenientes de la península. Esto, en un entorno de escasez de mano de obra y aumento de los costes laborales, sin que se perciban avances importantes en la productividad», sentencia el informe.

Ambos estudios proporcionan nuevos datos sobre la grave crisis que está provocando el elevado precio de la vivienda en las Pitiusas, y que tiene multitud de repercusiones negativas en todos los ámbitos. Si el mercado de la vivienda sigue bajo las reglas disparatadas de la especulación, ligada en gran medida al alquiler turístico ilegal (pero no únicamente), como hasta ahora, los precios seguirán subiendo sin límite y de forma descontrolada, y gran parte de la población seguirá abocada a la exclusión social, con todo lo que ello representa.

Sin lugar a dudas, hay que reclamar una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores, que pasa por incrementos de los sueldos, pero no es viable en absoluto que estos puedan subir al ritmo desorbitado de la vivienda, por eso hay trabajadores con buenos sueldos (según los estándares de la Península), que en nuestras islas se encuentran en una situación calamitosa porque no pueden disponer de un hogar en condiciones a un precio digno. Comisiones advierte de que el crecimiento económico de las islas no se traduce en una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, debido al alto precio de la vivienda. La solución, por tanto, pasa por regular de algún modo un mercado, el de la vivienda, que está poniendo en grave riesgo la propia economía de las islas y está empobreciendo hasta límites insoportables a una buena parte de los residentes, abocados a habitar en infraviviendas en condiciones insalubres. Cuanto más tiempo pase sin que se afronte esta situación y se pongan límites a la escalada de precios, más insostenible será nuestra economía y nuestra vida en todos los sentidos.

DIARIO DE IBIZA