Llama la atención

Los problemas que genera en la isla de Ibiza desde hace años, y que ahora se están agudizando, la imposibilidad de acceder a una vivienda digna a un precio razonable, lo que está convirtiendo a asalariados en marginados sociales. Son decenas, incontables, los asentamientos ilegales que se reparten por toda la geografía insular. Cualquier sitio vale para intentar vivir dignamente y pasar la temporada de verano. Chabolas, tiendas de campaña, cuevas, autocaravanas... todo vale. Ante la necesidad de buscar un sitio en el que vivir, muchos optan también por la okupación, lo que provoca desalojos como el del antiguo hotel Rustic. En todas estas situaciones límites hay menores implicados, viviendo en condiciones que no son propias de una sociedad en teoría tan avanzada.

Que desde hace tiempo se registren carreras ilegales de coches y motos en la carretera de Sant Joan y que ninguna administración haya hecho nada para evitarlas. Esta actividad ilegal y muy peligrosa se repite prácticamente cada fin de semana. Hasta ahora no ha habido heridos o muertos, principalmente por el extremo cuidado de los vecinos al circular. Pero sorprende la inacción ante un peligro tan evidente.