Derrumbe en un acantilado de Porroig: «Toda nuestra infancia la pasamos en verano jugando por aquí»

En la zona del derrumbe de Porroig ayer había poca gente en una bahía habitualmente llena de bañistas y embarcaciones en época estival

Vista de las casetas varadero de la zona derrumbada en Porroig

Vista de las casetas varadero de la zona derrumbada en Porroig / DI

Cerca de la zona precintada por el derrumbe de parte de un acantilado en la bahía de Porroig (el aviso se dio el miércoles, pero se desconoce cuándo se produjo), dos hombres que venían de la zona lamentaban ayer por la tarde cómo había quedado todo. «Conocíamos a los dueños de una de las casetas. Cuando nos hemos enterado hemos venido a ver cómo había quedado. Toda nuestra infancia la pasamos en verano jugando por aquí», recordaba uno de ellos, que no quiso ser identificado. Calificaron el suceso de «masacre» de las casetas y lamentaron que habían quedado completamente arrasadas por las toneladas de tierra y rocas que se habían desprendido.

En la zona, el mar todavía tenía ayer un color anaranjado por el material arcilloso que había acabado en sus aguas y que el fuerte viento y las corrientes seguía removiendo.

Los dos hombre comentaban que conocían a todos los propietarios de las casetas, que estaban frecuentadas todos los días en verano. Si el desprendimiento hubiera sucedido en verano, es posible que la tragedia fuese humana y no sólo material por la pérdida de unas estructuras que ahora quedarán simplemente en la memoria de todos aquellos que comieron, jugaron, charlaron con amigos o se bañaron alguna en sus alrededores.

Un poco más abajo, dos pescadores tiraban la caña desde la costa. Aseguraron no saber nada de lo que había pasado porque hacía días que no visitaban la zona.

Adiós a las casetas: «Toda nuestra infancia la pasamos en verano jugando por aquí»

Adiós a las casetas: «Toda nuestra infancia la pasamos en verano jugando por aquí» / isaac vaquer. sant josepi.v.

Urbanización desierta

El acceso a la costa en la zona de las casetas varadero de Porroig se debe hacer desde la carretera, antes de subir a la pequeña península elevada situada al sur de la bahía.

Pasado este acceso, empieza un muro junto a la carretera que impide el acceso a la costa. Los terrenos de todas las villas están cercados por tapias de más de dos metros de alto, una al lado de la otra, que flanquean la carretera a ambos lados.

Apenas hay vehículos. Una furgoneta de una empresa de construcciones y un vehículo rotulado con el nombre de una inmobiaria. Este último se dirige a una casa donde dos mujeres están trabajando. «Ahora por aquí no hay nadie. Igual encuentras al chico de mantenimiento de la casa de en frente», apuntan.

Vídeo del derrumbe en Porroig

DI

Desprendimientos recurrentes

En septiembre de 2005 se produjo un corrimiento de tierras que derribó un edificio de 26 apartamentos y varios chalés unifamiliares en la Urbanización Vista Alegre, en sa Caixota, en es Cubells. El deslave acabó en un procedimiento judicial iniciado por los propietarios, que reclamaron responsabilidades al Ayuntamiento por haber concedido licencia urbanística en ese suelo. El juez absolvió a la Administración local.

Ya en el año 2019, tras las intensas precipitaciones por una gota fría en el mes de septiembre, se derrumbó parte del acantilado que rodea la playa de es Bol Nou en el entorno de sa Caleta. La piedra y las rocas sepultaron la torre del socorrista. El suceso se repitió, con menor intensidad, en mayo de 2022 en esta misma playa.

Lejos de esta zona, en Sant Carles, en julio de 2021 un desprendimiento de tierra y rocas sobre la playa de Aigües Blanques provocó heridas leves a dos personas que estaban en la arena. El Ayuntamiento cerró ese tramo de la playa siguiendo las recomendaciones que le dieron los Bomberos, emergencias y Costas

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