El centro de baja exigencia de sa Joveria atiende en su primer año a 131 personas sin techo

El centro de baja exigencia provisional de sa Joveria, en Ibiza, ha atendido en su primer año de funcionamiento a 131 personas, según ha detallado el Consell coincidiendo con el primer año de funcionamiento.

La consellera del departamento de Bienestar Social, Carolina Escandell, ha felicitado a todo el equipo técnico y a los profesionales que trabajaron en su puesta en funcionamiento “en un momento de máxima necesidad como fue la pandemia del mcovid" y ha felicitado también al equipo de atención que se encarga del día a día “de un servicio que ha demostrado ser fundamental para Ibiza, adecuado a un determinado perfil, muy complejo y necesitado de atención, de personas que vivían en la calle y ahora tienen un recurso de vivienda digna”.

Escandell ha recordado que este es un “servicio provisional” hasta que se construyan las instalaciones definitivas de Es Gorg. Sa Joveria es un espacio de alojamiento alternativo y los usuarios, pernocten o no siempre en el centro, se pueden beneficiar de un seguimiento social gracias a programas dirigidos a la inserción social y se convierte, además, en un punto de proximidad a los colectivos en exclusión, dándoles atención durante todo el año y las 24 horas del día.

La institución insular recuerda que un centro de baja exigencia es un servicio especializado y específico para aquellas personas sin hogar que, debido a su problemática concreta, no pueden ser atendidos por otro servicio de acogida.

La consellera ha recordado que hay que seguir avanzando en la mejora de los servicios y en la atención a las personas en situación de vulnerabilidad. Así, ha recordado que el Consell Insular reserva una partida económica para el futuro centro de baja exigencia de Es Gorg que tiene que ejecutar el Ayuntamiento de Ibiza.

Las Unidades de Trabajo Social de los diferentes municipios de la isla, en coordinación con el Departamento de Bienestar Social del Consell Insular de Ibiza derivan a sa Joveria a las personas usuarias. Allí, el servicio ofrece las prestaciones básicas de alojamiento, atención social, centro de día, alimentación, higiene, ropero, lavandería y consigna.

La Fundación Samu, encargada de la gestión del servicio, cuenta con una coordinadora, una educadora social, una trabajadora social, una auxiliar de enfermería, debe integradores sociales, una persona de mantenimiento, dos de limpieza y un servicio de seguridad 24 horas.