Fauna

La extraña aparición de una gineta en el casco histórico de Ibiza

Encuentran y fotografían a un vivérrido, cuyo principal hábitat son los bosques de la isla, en el baluarte de Santa Llúcia, en Dalt Vila

Vídeo de la gineta captada la noche del martes en Dalt Vila.

P. de Vidts

La Enciclopèdia de las Pitiusas va a tener que actualizar su voz sobre la «geneta d’Ibiza». De este vivérrido, del que en la isla hay una subespecie endémica (Genetta genetta ssp. Isabelae), más pequeña que la de la Península y Mallorca (hasta 700 gramos menos que en esta última isla), se dice en esa voz que «se ha detectado su presencia en la punta de la Rama, el torrent de s’Aigua, sa Talaia y es Amunts». Y desde el martes a las 21.30 horas, en Dalt Vila.

Peter de Vidts se topó con una, vivita y coleando, en el baluarte de Santa Llúcia, en pleno Patrimonio Histórico de la Humanidad, justo en la parte amurallada situada frente al codo que forman las calles sa Carrossa y General Balanzat: «Subí hasta allí, desde el Portal de ses Taules, con una amiga para enseñarle los baluartes y el Castillo. De repente, ella se fijó en el animal y dijo ‘mira qué gato’. Pero me di cuenta de que por ese pelaje, brillante, y por ese color no podía ser un gato. Se parecía, pero no, era una gineta».

No es normal ver una gineta dentro de una urbe, señala Jaume Estarellas, aunque sí en un entorno humanizado

La vieron pegada a un muro. En cuanto el animal se dio cuenta de la presencia de esos dos humanos, se escondió. Aguardaron a que volviera a salir. Y salió. Entonces, De Vidts ya tenía preparada la cámara de su móvil. La grabó mientras corría, con su largo cuerpo arqueado, por ese tramo del baluarte hasta que decidió subirse a lo más alto de un pino que se alza al lado del templo de Santo Domingo y enfrente de la primera vivienda de la calle sa Carrossa. «Y se quedó allí», comenta De Vidts. Mirándolos.

Gineta en el baluarte de Santa Llúcia, al lado de la iglesia de Santo Domingo.

Gineta en el baluarte de Santa Llúcia, al lado de la iglesia de Santo Domingo. / P. d V.

No es habitual ver una gineta dentro de una urbe, señala Jaume Estarellas, técnico de Medio Ambiente del Consell, aunque sí en un entorno humanizado: «Es un bicho que se mueve por la noche. Y es antrópico: no es normal que sea visto en la ciudad, pero suele estar cerca de las casas de campo, donde encuentra su dieta, que son ratas o ratones. Puede ser que haya alguna pareja por es Soto y Puig des Molins. Y podría haber entrado por la ciudad desde la periferia, desde Cas Mut, que es una zona muy salvaje y donde seguro que hay ginetas».

«En expansión"

Estarellas afirma que esta especie se encuentra «en muy buen estado de conservación, incluso está ampliando bastante su límite de distribución normal, de manera que ahora está presente en casi toda la isla». Respecto a su presencia en Dalt Vila, indica que es posible que se deba a que «la zona de es Soto ha sido bastante naturalizada por el Ayuntamiento, que ha mejorado la conservación de esa área».

No es normal encontrar una gineta en un entorno urbano.

No es normal encontrar una gineta en un entorno urbano. / P. de V.

La gineta está en proceso de «expansión en Ibiza», entre otras razones porque desde hace medio siglo «ya no sufre la caza directa. En los años 40 y 50, cuando vinieron muchos peleteros de fuera, casi la extinguen», explica Estarellas. En los años 60 eran comunes las razias contra este animal porque molestaba a los payeses. El principal peligro para ella actualmente «es el atropellamiento». De hecho, hace escasas semanas una falleció por esta causa en la empinada cuesta de Can Germà, cerca del instituto Quartó de Portmany (Sant Antoni).

La gineta está en proceso de «expansión en Eivissa», entre otras razones porque desde hace medio siglo «ya no sufre la caza directa»

En las proximidades de donde se produjo el encuentro con la gineta, De Vidts vio «varios platos de comida para gatos. Estaban vacíos». Cree que quizás rondaba por allí con el propósito de aprovecharse de ese pienso. «Es posible —comenta Estarellas— que correteara por allí por esa razón, de la misma manera que también hay unas gaviotas que se han aficionado a la comida felina y se acercan a determinados comederos de es Botafoc». En la Enciclopèdia se indica que «aunque su alimentación presenta un componente vegetal muy importante, también es gran depredadora de pequeños mamíferos, reptiles e invertebrados como escarabajos y arañas. En general se puede decir que la dieta de esta subespecie abraza un amplio abanico de posibilidades». Porque ante todo es una oportunista.

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