Terremoto

Cuatro ibicencos en el epicentro del seísmo de Marruecos: "Llegué a pensar que era un atentado"

La familia se encontraba en la plaza de Jamaa El Fna de Marrakech cuando el suelo empezó a temblar: “Parecía que un tren pasaba por debajo de nosotros”

Marrakech tras el terremoto de anoche.

Marrakech tras el terremoto de anoche. / ABDELHAK BALHAKI

“Como si un tren pasara por debajo de nosotros”. Así describe el empresario ibicenco José Manuel García Vila lo que sintió cuando a las 23.11 horas del pasado viernes empezó a temblar el suelo de Marrakech, ciudad a la que llegó dos días antes junto a su familia, su esposa Mónica Roselló y sus hijos Olalla (21 años) y Mario (18 años). El terremoto, de magnitud 7 en la escala Richter, ha causado cientos de muertos y de heridos, muchos de ellos muy graves, en el sureste de Marruecos. Tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada 63 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.

Según los datos de los que se dispone hasta ahora, al menos más de una decena de personas fallecieron en Marrakech, donde se encontraban los cuatro ibicencos, que llegaron a Marruecos el pasado 2 de septiembre. Allí iniciaron un circuito turístico que los llevó por diversos parajes de ese país. La última etapa era Marrakech, donde recalaron hace dos días.

Un tatuaje en Jamaa El Fna

Se encontraban en la plaza Jamaa El Fna, una enorme explanada en el centro de la ciudad, cuando pasados 11 minutos de las 11 horas de la noche sintieron un fuerte temblor: “Habíamos ido a cenar. Y de vuelta al hotel nos paramos en Jamaa El Fnaa, la plaza central de la ciudad. Mónica [Roselló, su pareja] y Olalla [su hija] decidieron hacerse allí un tatuaje de jena. Mientras se lo hacían, empecé a notar que el suelo temblaba. Mi primer pensamiento fue, ‘coño, el metro’. Pero allí no hay metro. Parecía que un tren pasara por debajo de nosotros”. Llegó a pensar si había sido un atentado. Ninguno resultó herido.

"Mi primer pensamiento fue, ‘coño, el metro’. Pero allí no hay metro. Parecía que un tren pasara por debajo de nosotros"

Y comenzó el caos: “La gente, muy asustada, empezó a correr. Unos edificios que había cerca, creo que pertenecientes a la mezquita de la Kutubía [muy próxima], se derrumbaron”. Por seguridad, decidieron permanecer en Jamaa El Fna, donde no hay grandes edificios alrededor: “Intentamos mantener la calma. Nos quedamos en el centro de la plaza por ser el espacio más seguro”.

Calle taponada por los escombros

Pasado un tiempo prudencial decidieron regresar al hotel, el Riad dar Fanny, ubicado en la calle Tikhizrit, a nueve minutos andando (en condiciones normales) de la plaza Jamaa El Fna: “Lo hicimos con mucho cuidado, por el caos que había, que si ya suele ser habitual en esa ciudad, con el terremoto fue incluso mayor: había personas corriendo, motos y bicicletas acelerando por las callejuelas…”.

García indica que en ese trayecto no vio muchos inmuebles derrumbados por efectos del terremoto: “Poco antes de llegar al hotel, la calle estaba prácticamente taponada por los restos de un edificio que se había desplomado completamente. Para continuar el camino tuvimos que atravesar esos escombros”. Ya en el hotel se sintieron más tranquilos.

“Poco antes de llegar al hotel, la calle estaba prácticamente taponada por los restos de un edificio que se había desplomado completamente. Para continuar el camino tuvimos que atravesar esos escombros”

Regreso a España

“Tras ver los daños ocasionados -explica el ibicenco-, para mí no se corresponde con un terremoto de magnitud 7 en la escala Richter. Apenas he visto edificios caídos, sólo alguna fachada, cristales rotos de escaparates… al menos en la zona donde estamos alojados, que es la de la Medina”.

El viaje acababa justo este sábado por la noche: “Intentaremos coger el vuelo de vuelta a España. De momento no sabemos si saldrá sin problemas con destino a Madrid o habrá cancelaciones. Esa es nuestra única preocupación en estos momentos”.  

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