Los taxistas de Ibiza quieren que la gestión sea insular, pero sin cambiar las reglas del juego

El presidente de la Federación Insular del Taxi defiende la creación de un área de prestación conjunta en Ibiza pero sin modificar las preferencias de los taxistas de cada municipio ni montar turnos de guardia

Doble fila de taxis frente a la entrada y salida del aeropuerto de Eivissa. | VICENT MARÍ

Doble fila de taxis frente a la entrada y salida del aeropuerto de Eivissa. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissaE.R.

Los taxistas urgen a los ayuntamientos a que cambien el sistema de gestión del servicio a través de la creación de un área de prestación conjunta con un órgano de control supramunicipal, pero no quieren cambiar la forma de funcionar del sector.

Antoni Riera, presidente de la Federación Insular del Taxi de Eivissa (Fitie), que aglutina a casi todas las asociaciones de taxistas, afirma que el consenso alcanzado en el sector pasa por la gestión insular del servicio, pero sin cambiar las actuales reglas del juego, fundamentalmente «las preferencias» de los taxistas en cada municipio.

«Queremos trabajar prácticamente igual que ahora pero dentro del marco legal de un área de prestación conjunta: que sigan existiendo los cinco municipios, las distintas asociaciones de cada uno y se trabaje de forma conjunta como se hace ahora manteniendo las preferencias municipales y compartiendo el servicio de GPS y las paradas cuando haya mucho trabajo», explica Riera.

Básicamente, el sector quiere que se elimine la orden insular de carga y descarga y se apruebe un reglamento en el que se establezca un régimen sancionador. Con esto, destaca Riera, «el servicio funcionará de otra manera y mejor». Se trata, en palabras del máximo representante de la Fitie, de eliminar la carga burocrática que implica cambiar la orden insular de carga o modificar las tarifas.

La clave de todo este asunto radica en el mantenimiento de la preferencia en las paradas de los taxistas de cada municipio. «No queremos un taxi insular. El Consell quería [en el pasado mandato] crear un taxi insular en el que todos fueran iguales y marcar zonas donde se tenía que hacer guardias para cubrir el servicio. Eso no es lo que queremos. Cada zona ya está cubierta por los taxis de cada municipio. No hay que buscar historias de montar guardias. Cada municipio se responsabiliza de cubrir sus zonas y después se trabaja de manera conjunta para sacar el trabajo de una manera más ágil y legalmente correcta con un régimen sancionador», señala Riera.

Gestión de las paradas

En todo caso, Riera sí cambiaría el sistema actual de gestión de las paradas introducido en la última modificación de la orden insular de carga y descarga que elimina la preferencia municipal en el caso de que haya más personas esperando que taxis locales. «Habría que discutirlo. A algunos les parece bien y a otros no. Pienso que las normas ambiguas como ésta, pero es una opinión personal, no ayudan, crean conflictos. Tiene que estar claro cuándo se puede cargar o no en parada… se puede hacer de otra manera», dice. ¿Cómo? «No tengo una idea concreta, pero me gusta cómo se hacía antes, aunque se creaban atascos. Pienso que se puede hacer de otra manera, y si no se halla … pues se deja igual», señala.

Riera considera que, al crear un área de prestación conjunta, los ayuntamientos tienen que «delegar» la competencia del taxi en el órgano supramunicipal que se constituya para su gestión. «Se entiende que este ente es el que debe tomar las decisiones, como cuántas estacionales se precisan para cada zona. Quizá esto es lo que no gusta tanto a los ayuntamientos y, sobre todo, les preocupa la recaudación [la pérdida de ingresos por la concesión de licencias]. Que se pongan de acuerdo y que cada ayuntamiento siga recaudando lo que les corresponda. A nosotros esto nos da igual», indica.

A los taxistas les urge la constitución de un área de prestación conjunta porque consideran que es la vía legal para poner coto a la entrada de la oferta de VTC, con plataformas como Uber o Cabify. En concreto, con este modelo se pretende convertir toda la isla en un servicio urbano, eliminado los trayectos interurbanos. De este modo, el órgano supramunicipal de gestión podría regular las licencias urbanas, tanto de taxis como de VTC, y limitar la oferta en función de la densidad del tráfico, la contaminación… los parámetros previstos en el decreto aprobado recientemente por el Gobierno central para poner freno a la oferta de VTC en el caso de que el Tribunal Supremo, siguiendo las directrices del tribunal europeo, elimine el cupo máximo de VTC regulado en cada comunidad.

En este sentido, Riera señala que la Administración debe «regular» la oferta de VTC. «No pueden llegar y actuar como un mercado libre», indica, al tiempo que, no obstante, afirma que con un área de prestación conjunta se logrará que el servicio del taxi «funcione mejor» y, con ello, será «difícil de superar por la competencia» de las VTC.

Régimen sancionador

Al ser preguntado acto seguido sobre cómo funcionará mejor el servicio del taxi cuando la intención es que siga funcionando igual, Riera responde que «en teoría, no ha de ser exactamente igual». «Habrá que establecer un buen cupo de trabajo por temporada (variar el número de licencias estacionales) y, sobre todo, cuando haya un reglamento sancionador que multe las malas conductas, el servicio funcionará de otra manera. Falta un reglamento para que se trabaje mejor», insiste.

Suscríbete para seguir leyendo