Emergencias da por controlado el incendio en la planta de biomasa

La UME intervino el lunes por última vez en la instalación, según el jefe de actuaciones, Gárriz, quien explicó que este martes se solicitará bajar al nivel uno del Plan Territorial de Protección Civil de Baleares

Vista aérea de la planta de biomasa de Sant Rafel, al lado de la autovía de Sant Antoni.

Vista aérea de la planta de biomasa de Sant Rafel, al lado de la autovía de Sant Antoni. / Emergencias de Baleares

Un «punto de inflexión». El responsable de las operaciones en la planta de biomasa de Sant Rafel, Pablo Gárriz, dio el lunes por controlado el incendio en la planta de biomasa, y concretó que los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) concluían ese mismo día sus funciones de apoyo en las instalaciones.

Tras retirar decenas de camiones a diario (del orden de 150 a 200), la magnitud de las acumulaciones de restos vegetales ha diminuido sensiblemente. De unos 42.000 metros cúbicos amontonados originalmente, solo restan alrededor de 8.000. Con estos mimbres, ya es posible acometer la extinción del fuego propiamente dicha, aseguró.

El control del incendio no es todavía oficial. Su declaración debe solicitarse en la reunión de la dirección del Plan Territorial de Protección Civil de Baleares (Platerbal), que se celebra hoy, indicó Gárriz. En este encuentro se pedirá volver al índice de gravedad uno del Platerbal y se abordarán los siguientes pasos a dar para cerrar la emergencia, que a partir de ahora será «mucho más planificable», vaticinó Gárriz.

Hasta ahora, las labores han buscado evitar mayores riesgos y daños para el entorno y la población, en lo que Gárriz denomina «fase de consolidación y mejora». Según defendió, los parámetros de calidad del aire muestran valores normales, aunque concedió que «por las noches ha habido algún momento puntual» en el que se han superado los índices normales relativos a las partículas en suspensión en el polígono de Montecristo, la zona en la que se han efectuado las mediciones.

Este fin de semana se ha pasado de la «fase de consolidación» a la de extinción, y con ello se cumple el plazo de una semana establecido para su control, explicó Gárriz. El jefe de operaciones señaló que, incluso, podrían haberse anticipado en un día a la previsión si no hubieran sufrido un contratiempo. Recientemente se averiaron dos retroexcavadoras, maquinaria para la remoción y retirada de la tierra de los montones.

Las acumulaciones de restos vegetales, que superaban en un primer momento los diez metros de altura, son ahora mucho menores y están delimitadas entre sí, pero todavía deben establecerse «trincheras transversales» para evitar que los focos de combustión se extiendan.

Con el aligeramiento de los montones de restos, se consigue liberar calor y se facilita la aplicación de agua, que hasta ahora ha servido para refrigerar los montones retirados.

En estos momentos, existen focos activos, pero no hay puntos calientes que puedan suponer un riesgo, consideró Gárriz. El jefe de operaciones quiso agradecer el trabajo realizado a todas las partes que han colaborado hasta el momento en la emergencia.

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