Los hoteles de 4 estrellas de Ibiza ganan un 29% de viajeros y de pernoctaciones desde la pandemia

Las estadísticas turísticas ya reflejan la importante reconversión de la planta hotelera pitiusa llevada a cabo en los últimos años, en la que, sobre todo, los tres estrellas han dado un importante salto cualitativo al aumentar de categoría. Así, los datos del pasado mes de mayo, los últimos de los que se disponen y que acaban de ser publicados por el Ibestat, indican que han cedido su liderazgo (en número de plazas y hoteles) a los hoteles de cuatro estrellas, que alojaron ese mes a 100.061 viajeros, casi un 29% más (+22.412 turistas) que en 2019, el año precovid.

Si hace cuatro años los clientes de los cuatro estrellas suponían el 27,8% del total, este año ese porcentaje ya ha ascendido al 36,4%. Aquel 2019 se registraron más turistas en hoteles de tres estrellas (112.916, el 40% del total) que en los de cuatro (77.649). Pero actualmente, y como consecuencia de la mejora de la planta hotelera ibicenca (por ejemplo del Piscis, ahora District, de Vibra en Sant Antoni), el número de personas que duermen en tres estrellas se ha reducido un 20,4% (23.101 clientes menos), de manera que ahora representan el 32,6% del total. Hacía ocho años que los alojamientos de esta categoría, que fueron durante un largo periodo el baluarte de nuestra oferta turística, no acogían a tan pocos turistas.

Aumento de pernoctaciones

Ese incremento también se percibe en las pernoctaciones, que en los cuatro estrellas se incrementaron un 29,5% (+106.045) respecto a 2019, mientras las de los tres estrellas cayeron un 15,5% (-80.797).

Los datos del Ibestat, basados en la información aportada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), apuntan que en cuatro años la planta de cuatro estrellas (que estuvo abierta al completo en mayo, no así la de tres estrellas, que estuvo casi al 90%) ha sumado una decena de hoteles, mientras que la de tres estrellas se ha reducido en 11. De ahí que el número de plazas de cuatro estrellas haya aumentado casi un 30% en ese periodo, unas 4.800 plazas más.

Y a más estrellas, mayores precios. La tarifa media (de todas las categorías) en mayo fue de 120 euros, similar a la de 2022. Pero la de los cuatro estrellas se incrementó un 5,2%

Precios al alza

Y a más estrellas, mayores precios. La tarifa media (de todas las categorías) en mayo fue de 120 euros, similar a la de 2022. Pero la de los cuatro estrellas se incrementó un 5,2% interanual (hasta alcanzar los 110 euros, casi seis más que hace un año) y un 26,4% más si se compara con la de 2019. Por el contrario, los tres estrellas cobraron de media 98,7 euros, un 6,6% menos que en 2022. Los que se salieron fueron los de cinco estrellas, que de media tuvieron una tarifa de 362,7 euros, 72 euros más que hace 12 meses (+24,7%).

Por municipios, el que tiene la tarifa más cara es Sant Josep (171,7 euros), seguido de Ibiza (139,5), Formentera (103,3) y Santa Eulària (98,9). En la cola, como siempre, Sant Antoni (78,8 euros). En Mallorca es de 102 euros, bastante inferior a la tarifa de las Pitiusas.

Más italianos y británicos

De los 275.005 viajeros alojados en hoteles en mayo (un 15,8% más que hace un año y a sólo 4.000 clientes del dato de 2019), la mayoría (89.926) fueron británicos, que si bien recuperan el fuelle pedido durante la crisis sanitaria (han crecido nada menos que un 35% en un año) aún están lejos (-16,5%) de los que nos visitaron en 2019 (107.768).

También han mejorado sustancialmente los italianos, de los que durmieron en hoteles pitiusos 26.059, casi un 20% más que hace un año y el mejor dato de toda su historia en ese mes

También han mejorado sustancialmente los italianos, de los que durmieron en hoteles pitiusos 26.059, casi un 20% más que hace un año y el mejor dato de toda su historia en ese mes. Los neerlandeses parece que ya tienen un cupo fijo (en torno a los 20.000), como los españoles (41.796, 1.400 más que hace un año y una cantidad similar, aunque aún por debajo, a la de antes del covid). Los alemanes (27.448), con dos millares más que hace un año, no consiguen aún acercarse a las cifras prepandémicas, cuando escogían estas islas para veranear hasta 8.000 más que actualmente.

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