Literatura

‘El deseo eterno’, una historia sobre manadas y burundanga ambientada en Ibiza

Ana Ballabriga y David Zaplana son los autores de esta obra recién publicada, ganadora del Certamen ‘Auguste Dupin’ de Novela Negra

Los escritores Ana Ballabriga y David Zaplana, en Cartagena, ciudad en la que residen.

Los escritores Ana Ballabriga y David Zaplana, en Cartagena, ciudad en la que residen. / Archivo personal de A. B. y D. Z.

Maite Alvite

Maite Alvite

En su última novela, ‘El deseo eterno’, ambientada en Ibiza, Ana Ballabriga y David Zaplana abordan temas de rabiosa y triste actualidad como las violaciones en grupo, la sumisión química y la comercialización a través de plataformas de pornografía de agresiones sexuales. Fue una conversación con Mariti Pereira, portavoz de la Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de la Violencia Sexual y de Género, la que motivó a los autores a escribir esta obra, que vio la luz el pasado 18 de enero. «La conocimos hace tres años en la Semana Negra de Gijón y nos habló de las dificultades que tienen para ser creídas las mujeres víctimas de agresiones sexuales, de la poca formación que tienen jueces y fuerzas de seguridad para enfrentarse a estas situaciones, de los diferentes protocolos que se aplican en estos casos, sobre todo en lo que se refiere a sumisión química, y de los contenidos que se cuelgan en webs de internet mostrando abusos y agresiones», explica Ballabriga.

La pareja de escritores, residente en Cartagena, invirtió un año entero en escribir esta obra. La mayor parte del tiempo lo dedicaron a investigar y documentarse. Hablaron para ello «con abogados, fuerzas de seguridad del Estado y hospitales, para conocer sus protocolos en casos de agresiones sexuales por sumisión química», detalla la escritora. Durante ese proceso viajaron a las Pitiusas, donde habían decidido ambientar la novela.

Sin ningún vínculo estrecho con la isla, los autores optaron por Ibiza porque es un lugar que les gusta y «porque se presta y se adapta a las necesidades de la historia, al ser un lugar de vacaciones que visitan personas de todo el mundo». «Muchas agresiones por sumisión química ocurren en zonas de playa y las víctimas muchas veces son mujeres extranjeras al ser más vulnerables», asegura Ballabriga.

En ‘El deseo eterno’, la protagonista, Iris, es víctima de cinco jóvenes que la violan empleando para ello burundanga, el nombre popular que se le da a la escopolamina. Los sucesos, detalla la escritora, ocurren en Platja d’en Bossa. La trama, que se desarrolla por completo en Vila, comienza tras el juicio, cuando los agresores son absueltos y puestos en libertad. Es entonces cuando la hermana de la víctima, Keira, decide tomarse la justicia por su mano y urde un plan para que todos y cada uno de los culpables paguen por lo que han hecho.

Aunque «no se han inspirado en ningún caso real concreto», Ballabriga reconoce que «cuando se lee el libro hay cosas que recuerdan a situaciones que ocurrieron», por ejemplo, en el caso de la manada de Pamplona, cuando se filtraron a medios de comunicación datos personales sobre la víctima.

Esta «historia de venganza», avisa Ballabriga, no es una novela para todos los públicos. Es una historia «dura, escrita un poco con rabia», admite. ‘El deseo eterno’ «es una obra breve, de ritmo trepidante, llena de misterio y giros inesperados y que, sobre todo, contiene «mucha crítica social» al mostrar «la crueldad e injusticia de la sociedad en los casos de agresiones sexuales». Así la define Ballabriga, que la tilda también de «feminista» porque invita a reflexionar sobre la necesidad de «que cambien los protocolos para que mejore la situación para las mujeres víctimas de agresiones sexuales».

La novela, que se puede encontrar ya en la librería Sa Cultural de Vila, ganó el año pasado el Certamen ‘Auguste Dupin’ de Novela Negra, convocado por Distrito 93, que es la editorial que, como premio, acaba de publicar la obra. ‘El deseo eterno’, además, ha sido finalista, entre otros, del premio LH Confidencial y del Martín Fierro de Denuncia Social.

En marzo estos escritores de Cartagena comenzarán la gira de presentaciones de ‘El deseo eterno’. En principio, no tienen planeado recalar en Ibiza, donde Ballabriga presentó en 2019 ‘Soy Rose Black’, otra novela que ambientaron en la isla. Ibiza también ha sido fuente de inspiración de otra obra, ‘La profecía del desierto’, un thriller de aventuras que transcurre en Arabia Saudí, pero cuya protagonista está inspirada «en una historiadora del arte y bailarina de danza árabe» que conocieron en un viaje a la isla.

Escribir a cuatro manos

Ballabriga y Zaplana llevan 25 años como pareja y escribiendo juntos. Empezaron cuando estudiaban en la universidad, él, Telecomunicaciones, y ella, Psicología. Allí descubrieron que compartían el placer de la lectura y de la escritura. Hasta ahora han publicado siete novelas, con una de ellas, ‘Ningún escocés verdadero’, ganaron el Premio Literario de Amazon.

Escribir a cuatro manos no resulta complicado para ellos. «Primero pensamos en el germen de la historia, investigamos, intercambiamos ideas, hacemos un guion y nos distribuimos las diferentes tramas, las escribimos y las revisamos», detalla Ballabriga. La ventaja de trabajar juntos, señala, «es que el oficio de escribir es menos solitario y que tienes un primer filtro para saber si una historia va a funcionar o no». La fórmula les funciona y no piensan cambiar. Así de claro lo dice Ballabriga: «Para nosotros compartir nuestra visión del mundo y compartir la literatura es muy importante y gratificante. Creo que somos mejores escritores juntos de lo que lo seríamos por separado».

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