Localizados los primeros restos arqueológicos del siglo XIII en Formentera

El equipo de arqueólogos formado por María José Escandell Torres, Ricardo Marlasca Martín y Josep María López Garí presentaron durante las pasadas Jornadas de Estudios Locales de Formentera los importantes descubrimientos que han realizado en la isla, y que han recogido en la publicación ‘El yacimiento arqueológico de Can Celleràs, venda des Monestir, la Mola’.

El hallazgo es fruto del estudio previo que requieren los proyectos de construcción en zonas de interés arqueológico como es la venda des Monestir, por su proximidad al monasterio de monjes agustinos del siglo XIII conocido como Monasterio de Santa María de la Mola. Los restos encontrados abarcan dos periodos claros a lo largo del siglo XIII: uno almohade, del 1200 al 1235, y el segundo de la conquista aragonesa-catalana, desde ese año hasta el 1300.

Uno de los arqueólogos, Ricard Marlasca, explicó a Diario de Ibiza cómo fue el hallazgo de Can Celleràs, que se puede considerar único: «Era una finca en la que no se conocía ningún yacimiento pero que por la proximidad a la zona de es Monastir se hizo el seguimiento arqueológico. Primero salió la esquina de un edificio andalusí, de inicios del siglo XIII o finales del XII». El experto reconoce que desconoce el momento de su construcción pero sí el de su deconstrucción por parte de los catalanes, «que lo vaciaron y desmontaron seguramente para construir el monasterio, documentado en la segunda mitad del siglo XIII. En este periodo, la Mola prácticamente era de los monjes, pero también trajeron a gente».

A los pocos días de excavación «apareció otro edificio prácticamente calcado al primero, también de la época andalusí; no hay otro yacimiento igual de esta época en Balears, de ahí su importancia». Los restos hallados sitúan estas construcciones a lo largo de todo el siglo XIII, poco antes de que Formentera quedara deshabitada por efecto de la peste negra.

Piezas muy finas

Marlasca describe el contexto: «Hemos encontrado un horizonte de tiempo de la época almohade con el típico reparto cerámico, bastante completo, con todos los tipos que puedes encontrar e incluso piezas muy delicadas que se suelen encontrar en zonas urbanas. Hemos encontrado piezas muy finas con decoración muy barroca en un yacimiento teóricamente humilde, de campesinos». Este hecho llama la atención ya que ese tipo de material suele aparecer en yacimientos de entornos urbanos.

La excavación también permite situar el primer momento de repoblación cristiana, «en 1235 llegan los catalanes y conquistan las islas y a partir de entonces se produce la repoblación y en este yacimiento también hemos encontrado los primeros materiales que acompañan a estos catalanes, que son unas ollas bastante grandes para cocinar, con las que viajaban». Incluso han localizado los agujeros que hacían para hacer fuego. Pero también han encontrado seis monedas, mandadas hacer por Jaume I, que corresponden a la primera acuñación que se hizo en Valencia en 1249, pero «hubo una segunda en 1271, esto es importante ya que todas las monedas son de la acuñación valenciana». El arqueólogo precisa que a partir del 1300 estas acuñaciones valencianas ya van acompañadas de otros lugares, «de Jaca, Barcelona y otros sitios. Esto nos permitiría cerrar, en términos de antigüedad, este yacimiento en el 1300».

Exposición en el faro de la Mola

Lo más destacado y excepcional es la aparición de dos tableros de juego, de unos 30 centímetros de lado, de alquerque (marro en catalán). Se trata de un antiguo juego de mesa semejante, en sus distintas modalidades, al tres en raya. Estos tableros y otros hallazgos de Can Celleràs se expondrán en el Faro de la Mola a partir de noviembre.

Marlasca detalló: «Son dos piezas únicas de juego de alquerque de nueve y de doce fichas. Este entretenimiento aparece en el Libro de los Juegos de Alfonso X el Sabio, hemos encontrado fichas y un dado, es el conjunto completo». Estas piezas son especialmente interesantes ya que «solo hay un tablero similar en el mundo en el contexto de un yacimiento andalusí, en Murcia». Marlasca subraya la importancia de la excavación: «Estamos ante un yacimiento excepcional que nos ha dado muchas sorpresas».

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