Premios Diario de Ibiza | Formenterers Solidaris: «Ser solidario es cuestión de justicia humana»

Formenterers Solidaris es uno de los colectivos ciudadanos con más penetración social en la atención y compromiso con las personas más necesitadas de Formentera. En un lugar donde el lujo, los precios del alquiler de viviendas y de la cesta de la compra se disparan, esta organización ayuda cada día a las personas que menos ruido hacen y que aparentemente son invisibles para el resto de sus conciudadanos.

«Sí, en Formentera hay pobres e influyen los precios de los alquileres, durante la temporada de verano van trabajando y se nota mucho la diferencia con el invierno, hay personas mayores solas, usuarios de todo el año. Ser solidario es una cuestión de justicia humana», sentencia Sara Miguel, actual secretaria.

En esta charla también está Esperanza Costa, hermana de la anterior secretaria, que fue una de las personas que más se implicó en este proyecto solidario, Teresa Costa (fallecida el 19 de noviembre de 2022). La labor de Teresa está tan presente en esta asociación que es imposible hablar de este colectivo sin citarla por la dedicación y compromiso que regaló en sus últimos años.

Al conocer que Diario de Ibiza les había dado el premio al compromiso cívico que se entrega este jueves en la gala de los 130 años, la ONG manifestó: «Estamos muy contentos y agradecidos por este premio que reconoce nuestro trabajo a lo largo de estos 16 años. Una ONG no nace para ganar premios pero la visibilidad que nos da nos ayuda a llegar a más personas y, cómo no, nos anima a seguir adelante con más ganas».

Entre las acciones que desarrolla Formenterers Solidaris está el reparto de ropa y alimentos y la asistencia, de todo tipo, a personas sin recursos. También trabajan en colaboración con órdenes religiosas en diferentes países, especialmente en Perú.

Formenterers Solidaris recibió el premio Sant Jaume del Consell de Formentera en 2019 y un año después con la pandemia puso a prueba la capacidad de reacción de sus voluntarios para actuar, desinteresadamente, in situ, y paliar en la medida de sus posibilidades la grave crisis social que se derivó.

En 2020 atendieron a unas 1.200 personas (el 10% de la población residente) que pasaron ese invierno por el mostrador de la parroquia de Sant Ferran en busca de alimentos, a través de los vales que facilitaba la conselleria insular de Bienestar Social. En ese momento los donativos de empresas, comercios, carnicerías, pescadores y las ayudas del Consell que superaron los 30.000 euros, permitieron hacer frente a una situación crítica, que visibilizó, por primera vez, la brecha económica y social que existe en la isla entre ricos y pobres.

Los orígenes

La asociación nació cuando un grupo de mujeres vio que había personas necesitadas en la isla a las que podían ayudar.

Sara Miguel y Esperanza Costa hacen memoria juntas durante la conversación. La primera recuerda: «Todo empieza con María Costa, de Celestino, la tía María la llamábamos todos, y con las mujeres que montaban los espectáculos de Manos Unidas en el cine, debía ser sobre el 2002». Relata que María Costa empezó, en su casa, a recoger ropa usada y a repartirla a personas necesitadas, «luego estaban nuestras madres, que montaban los espectáculos para recaudar dinero».

Sara recuerda que más tarde hubo un relevo generacional: «Ya cuando nosotras nos hicimos adultas nos subimos al carro, durante un tiempo estuvimos colaborando con Cáritas, pero luego decidimos montar una ONG de Formentera y seguir con Cáritas, que lo seguimos haciendo».

Así, en 2007 se crea Formenterers Solidaris, donde algo tuvo que ver el entonces párroco, Miguel Ángel Riera, que impulsó la creación de la ONG y estableció una colaboración a través de las parroquias de la isla.

«Hace 16 años éramos una quincena de personas, había también un grupo de jóvenes que iban entonces a catequesis y también se sumaron, la lista de personas es muy larga», recuerda la secretaria. Se reunían cada semana en el colegio de las monjas, Virgen Milagrosa, de la congregación de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, en Sant Francesc. Sara destaca también la implicación de Sor Francisca Serra (ya fallecida).

La mayoría son mujeres

Es curioso que en ese momento y ahora la mayoría de las voluntarias eran mujeres, con alguna excepción: «Sí, la mayoría somos mujeres, aunque en la junta directiva tenemos a Emi Miguel y a Carlos Marí, que es el tesorero y está desde el primer momento, también hay que citar a Álvaro Villaseñor, pero luego es verdad que aparecen los hombres cuando hay que cargar la ropa en los camiones de la empresa de transporte Foreva cuando los enviamos a Ibiza».

Teresa Costa sale de nuevo en la conversación: «Ella capitaneaba y cuando se puso enferma le hubiera gustado seguir trabajando como maestra del colegio de Sant Ferran, pero no la dejaron, y nosotras íbamos a su lado ayudando en lo que podíamos, ella se sentía muy activa y no se paró, se lo cargaba todo a la espalda, las actas, el papeleo y demás».

Poco a poco Formenterers Solidaris se convirtió en el eslabón necesario entre los servicios sociales y los vecinos necesitados.

Una de las labores que más les ocupa es la gestión de la ropa que los vecinos dejan en los contenedores específicos. En este tema tanto Sara Miguel como Esperanza Costa lamentan la falta de civismo de algunos vecinos que literalmente han reventado y forzado esos contenedores para conseguir ropa que finalmente se reparte gratis. Incluso comentan que en ocasiones se encuentran residuos dentro que estropean la ropa: «Esto nos da mucho trabajo, primero tenemos que recoger el contenido una parte se queda en el almacén que tenemos en Sant Francesc y la otra la enviamos a Ibiza; en 2021 enviamos 15 toneladas de ropa y el pasado año 14. Lo llevamos a un almacén frente al campo de fútbol y luego Xicu Ferrer, de Transportes Foreva, aprovecha cuando lleva camiones vacíos a Ibiza para cargar y llevárselo a Cáritas de Ibiza». En cuanto a la recogida de ropa, Formenterers Solidaris pide que la gente deje la ropa en bolsas y no la tire al contenedor tal cual, ahora estamos intentando reubicar estos contenedores».

Subrayan que se financian gracias a los donativos puntuales de personas y de empresas, a la ayuda del Consell de Formentera que acaba de suscribir para este año y a las cuotas de los cerca de 50 socios que tienen actualmente: «La sociedad de Formentera es solidaria», afirman.

Formenterers Solidaris atendió en 2022 a 65 familias que suman 125 vecinos