Subida de precios

La cesta de la compra en Ibiza: "Con el aceite de girasol a este precio habrá que cocinar a la plancha"

Los supermercados explican que se ven obligados a repercutir el aumento de costes en los productos

David Ventura

David Ventura

De momento hay de todo, pero más caro. A día de hoy, el paro de transportistas todavía no ha afectado al abastecimiento de los supermercados de Ibiza, como puede comprobar cualquiera que se acerque a ellos a efectuar una compra. Hay escasez puntual de aceite de girasol y de harina, y falta pescado local, pero lo que preocupa a los consumidores es el precio.

«Con el aceite a este precio habrá que cocinar a la plancha», señala Inmaculada Rodríguez, una vecina de Ibiza. Una frase que explica un sentimiento cada vez más extendido de enfado ante una espiral inflacionaria que golpea directamente el bolsillo de los consumidores. Una situación de la que los supermercados son plenamente conscientes.

«Los depósitos de aceite de girasol se encuentran en países con los que ahora no hay contacto, con lo que unido a la sobredemanda y la especulación, y a que se ha acaparado aceite para tres meses, se produce una distorsión del mercado», explica Alfonso Díaz, director de operaciones de Hipercentro: «El coste del transporte ha subido un 30% en un mes, súmale el gasto en electricidad que supone el mantenimiento de las cámaras frigoríficas... La situación te empuja a subir precios».

«El coste del transporte ha subido un 30% en un mes, súmale el gasto en electricidad que supone el mantenimiento de las cámaras frigoríficas... La situación te empuja a subir precios».

«Los proveedores suben precios y esto te obliga a subirlos tú también, ya que los márgenes comerciales son pequeños», explica Antonio Moya, gerente de Eroski. «Todo a nivel general está subiendo, la guerra afecta a los proveedores, faltan materias primas», añade.

Esta escasez de materiales tiene consecuencias directas en el sector de la construcción, pero también en el alimentario. Un ejemplo lo tenemos en el caso de las latas de conserva: «No hay material para hacer latas, hay menos aluminio y ha subido muchísimo de precio», señala Alfonso Díaz. Una situación de mercado absolutamente distorsionada que tiene difícil arreglo: «Hay menor producción y exceso de demanda, eso provoca que los productos disparen su precio ya que los productores atienden a quien mejor les paga. Es algo parecido a lo que sucedió con las mascarillas cuando empezó la pandemia».

Las cadenas de supermercados con las que ha contactado Diario de Ibiza aseguran que tienen suficientes productos perecederos almacenados, y que los productos frescos son los más expuestos a contratiempos eventuales. Toni Prats, gerente de los Suma de Sant Antoni y Cala de Bou, explica que, en su caso, el género les llega en barco desde Cataluña y que no han tenido ningún problema de suministro de producto fresco. En su caso, los problemas han surgido por el contexto del mercado de materias primas: «Nos han faltado latas de conservas y harina, pero de manera puntual».

La carne de Asturias

Alfonso Díaz, director de operaciones de Hipercentro, explica que el paro le afectó en un primer momento porque «ha tenido mucho seguimiento en Burgos y León, e interfirió en el transporte de la carne que nos llega desde Asturias, pero ya tenemos el problema solucionado». «No es un paro total. Hay zonas donde los piquetes han estado más activos y han afectado a la entrada de los camiones en algunos polígonos, pero el porcentaje de los que han parado es pequeño», añade.

Una situación parecida refiere Antonio Moya, gerente de Eroski: «El pescado fresco gallego que nos traen a través Mercamadrid sí se ha visto afectado porque en Galicia ha habido bloqueos de transportistas, y ahora sólo tenemos variedades de piscifactoría. Los demás productos nos llegan puntuales».

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