Fútbol - La posición de los colegiados

Los árbitros reclaman «castigos ejemplares» contra los aficionados violentos en los campos de fútbol

Julián Córdoba, delegado del Comité Técnico Arbitral de Balears, se muestra «decepcionado y consternado» ante el comportamiento agresivo de adultos hacia un colegiado de 16 años en un partido

Julián Córdoba, delegado del Comité Técnico de Árbitros de Balears. | COMITÉ TÉCNICO ARBITRAL

Julián Córdoba, delegado del Comité Técnico de Árbitros de Balears. | COMITÉ TÉCNICO ARBITRAL

Jesús Rodríguez

Jesús Rodríguez

El delegado del Comité Técnico de Árbitros de las Islas Baleares, Julián Córdoba, condenó con contundencia los hechos acaecidos el pasado fin de semana, en el que el padre de un jugador de la SD Portmany agredió verbalmente y profirió diversos insultos al árbitro del partido que disputaron los infantiles de este equipo frente a los de la Peña Deportiva, en el campo municipal de Santa Eulària, a la vez que alabó la actitud del colegiado de 16 años: «Hizo un trabajo impecable». Córdoba afirmó que, desde su institución, «han hecho todo lo que deberían». Después, ha sido turno del Comité de Competición, organismo que debe decidir la sanción, la que ha sido bastante suave: un partido a puerta cerrada y una multa que asciende a un máximo de 500 euros.

El delegado arbitral, que en febrero ha cumplido ocho años en el cargo, invita a deportistas, técnicos, clubes, directivos, aficionados, medios de comunicación y árbitros a unir fuerzas: «Ha llegado el momento de evitar, entre todos, un incidente con final irreversible».

Precisamente, el jueves de la semana pasada hubo una ponencia organizada por la Federación Balear, que se muestra activa en su campaña contra la violencia en el fútbol para erradicar la violencia física y verbal de los campos. «Tenemos muchos jóvenes pitando, capacitados para dirigir estos partidos», decía el dirigente, que quería arropar a los suyos: «El trabajo que ha hecho el árbitro del pasado fin de semana ha sido magnífico, y desde el Comité Técnico Arbitral no podemos hacer más». Córdoba rogaba al Comité de Competición que haya «castigos ejemplares», porque «siempre está mal faltar el respeto a un árbitro, pero todavía es más punible cuando el partido es de jóvenes de 14 y 15 años», y esperaba no volver a tener que «lamentar nunca más hechos como este, aunque lo hayamos dicho ya unas cuantas veces», espetaba. No es para menos, ya que los árbitros se llevan sintiendo menospreciados desde hace muchos años, desamparados ante los «numerosos insultos que reciben cada jornada», y sin «ningún tipo de esperanza de que esta situación pueda cambiar, viendo lo que estamos viendo estas últimas semanas», agrega.

Castigos ejemplares

Al ser cuestionado sobre si cree que desde los clubes se podría hacer algo más, no lo tiene claro: «Una acción individual no se puede controlar por un club, pero si una persona insulta, el club debe actuar», aunque los clubes no pueden prohibir la entrada a ningún padre ni madre en los campos de fútbol: «Los campos municipales son propiedad de los ayuntamientos, por lo que los clubes no pueden impedir a ningún padre ni madre el acceso a ellos, ya que no son suyos».

Por eso, una de las medidas que el delegado arbitral pide a los clubes, es que «si un padre o una madre son recurrentes en hechos lamentables como los del pasado fin de semana, se expulse a los hijos de esos equipos», porque esos padres «no defienden los valores de esos clubes ni de la competición».

«Aunque los hijos no tengan la culpa, es la única manera de actuar que podrían emplear los equipos para que estas situaciones no se repitan», añade. El delegado arbitral sostiene que «el fútbol es un deporte que tiene unos valores, y la gente que no quiera cumplir con esos valores, no tiene que poder asistir a este tipo de eventos». Solicita a los organismos competentes, como son la Federación y el Comité de Competición, que pongan las herramientas necesarias y que empujen para que estas prácticas dejen de existir en los campos de fútbol. Córdoba confía en el endurecimiento de las sanciones para poder llegar a este fin, ya que desde su Comité Arbitral, «es imposible hacer más. Nosotros no podemos poner las sanciones, nuestro trabajo termina cuando hacemos el acta».

Identificar a quienes insultan

Respecto a poder identificar a las personas que insultan, tiene dudas:«Es muy complicado saber diferenciar qué persona es la que te insulta, la que te dice que eres un inútil o que no vales para este trabajo. Además, hay muchas veces que son varias las personas que nos insultan, y nosotros estamos concentrados en nuestro trabajo, que es arbitrar».

También se muestra partidario de seguir impulsando iniciativas desde la Federación balear de Fútbol. La FFIB trasladó a Ibiza el pasado jueves su campaña de sensibilización para erradicar la violencia física y verbal para promover la tolerancia, la igualdad, y el respeto en los campos de fútbol. Cada fin de semana la FFIB organiza 750 partidos con 35.600 federados de fútbol y fútbol sala, de los cuales una inmensa mayoría no tienen ningún tipo de altercado ni de polémica, pero todavía queda «mucho trabajo por hacer», confiesa.

Por último, espera «no tener que volver a ser noticia por tener que lamentar estas acusaciones», que empañan la competición. Córdoba recuerda que «son solo niños que juegan para disfrutar y pasárselo bien».

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