Fiestas de Jesús: «‘Trascolar’ es un trabajo de paciencia»

El trasiego del vino es una cita indispensable en las fiestas de Jesús que rinde homenaje a las tradiciones payesas

El arte de hacer vino es una tradición que se conserva desde hace generaciones en Ibiza. En Jesús saben muy bien que hay costumbres que no han de perderse y por ello cada año, desde hace más de una década, organizan la trascolada del vino en sus fiestas, que ayer acogieron este proceso en la plaza del pueblo, una semana después de la fonyada des raïm. Del trasiego se espera que salgan entre unos 120 y 150 litros de vino, de los 200 kilos de uva que se pisaron el sábado pasado, que luego se podrá degustar durante la torrada de sobrasada en Navidad.

Maribel Joan y Juanje Planells pertenecen a la comisión de fiestas y desde las 19 horas se han puesto en marcha, ya que la jornada no iba a ser corta. «Trascolar es un trabajo de paciencia», afirma Joan mientras llena una de las garrafas que va a pasar a fermentación durante dos meses. El objetivo de los organizadores es mostrar cómo se hacía antes el vino.

«‘Trascolar’ es un trabajo de paciencia» | FOTOS DE TONI ESCOBAR

FOTOS DE TONI ESCOBAR / El zumo cae en el filtro para llenar la garrafa que se tapará con un tapón de frígola.

«El proceso comienza por la fermentación. Hemos estado moviendo la uva para que fermente todo por igual y que todo coja la misma dinámica, y cuando deja de hacer la fermentación grande hacemos el trasiego. Después se deja dos meses para que coja el grado. Ahora colocamos un tapón de frígola [hinojo] en las garrafas para que siga respirando el vino y luego se tapa bien en un mes o dos», explica Planells mientras pasa el zumo a una jarra para añadirlo al bidón donde se convertirá en vino.

El oído es un gran acompañante para saber cuándo es necesario cambiar el tapón de frígola por uno normal, así como la vista. Joan afirma que ella siempre sabe cuándo deja de fermentar porque ya no escucha hervir el zumo, pero también se puede conocer si se ve que ya no hay burbujas en el contenido.

Algunos vecinos deciden acercarse a ver cómo se hace este proceso o llevan a sus hijos a la plaza para que se empapen de la tradición. «Está bien que aprendan desde pequeños. Ella estuvo también en la fonyada», afirma Joan Costa, que viene cada año con su hija a ver cómo hacen el vi pagès.

«‘Trascolar’ es un trabajo de paciencia»

Toni Escobar / El programa de Joves al Carrer se celebró durante el trasiego del vino con diversas actividades.

Víctor Joan es el primo de Maribel y también acude cada año a ver la trascolada. Ha llegado a la plaza con su hijo, que quiere que aprenda las viejas costumbres payesas, y su pareja. «Me gusta mucho la tradición y ver cómo se hacía antiguamente, no solo beberlo», comenta entre risas el vecino, que se dispone a ir a los juegos de Joves al Carrer, que ofrecen diversas actividades coincidiendo con la jornada festiva en Jesús.

«Todavía no se puede decir cómo está el vino hasta que fermente. En Navidad ya lo sabremos con la torrada de sobrasada», cuenta Maruja Torres, madre de Maribel, y que todos los años ayuda en todo el proceso: «desde que se recoge la uva hasta que se hace la trascolada».

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