Fiestas de Jesús: Un vino para hacer pueblo

Los vecinos de la localidad se juntan para elaborar el vino comunitario que después disfrutarán en las fiestas de Navidad

La cita se completa con la fiesta popular de la Colla de l’Horta, que en septiembre reemprende sus talleres de artesanía

Las fiestas patronales de Jesús destacan por una peculiaridad única en Ibiza. Aprovechando que coinciden con la vendimia, los vecinos se juntan para elaborar vino. Los que tienen vid, aportan la uva, la pisan entre todos, sobre todo los más pequeños, y disfrutarán del resultado juntos en las fiestas de Navidad, con una torrada de sobrasada en la plaza del pueblo y, el que sobre, en el resto de actos festivos de final de año.

El espíritu comunitario de esta cita se completa con la fiesta popular de la Colla de l’Horta, con ball pagès, una cantada y sonada tradicional. Tampoco falta una exhibición de las distintas especialidades de artesanía que la propia agrupación difunde con los cursos, abiertos a todo el público, que reemprende en septiembre.

Los talleres incluyen elaboración de espardenyes, senalles y senallons con esparto, confección de ropa con telar, ganchillo o elaboración de los instrumentos del folclore autóctono (este año toca el tambor). Mientras los artesanos de la Colla de l’Horta hacen gala de sus habilidades frente al club social, buena parte de la plaza está tomada por los niños.

Una parte de los más pequeños se reparte entre los talleres infantiles que organiza la Federació de Colles de Ball Pagès, que recuperan buena parte de los entretenimientos de toda la vida, como carreras de saco, la cuerda o canciones populares. El otro foco de diversión rodea a Alfredo Marí de Jugueroix, con sus juguetes gigantes de madera, como el tres en ralla, laberintos para bolas o una singular versión del vibráfono a zapatazos, el chancláfono.

Todos a pisar

Pero antes que nada, a las 18.30, toca colaborar con el vino. Como cada año, desde 2010, Juan Jesús Planells trae su fonyador y la cuba, donde se ha puesto una restenyada de tomillo en su agujero. Otros miembros de la comisión de fiestas, Maribel Juan, José Luis García o Vicent Juan, van introduciendo unos 200 kilos de uva que han traído otros vecinos.

Los vecinos obtendrán unos 120 litros de vino con los 200 kilos de uva que van a pisar

Los más pequeños hacen cola para divertirse pisando los racimos, pero también alguno de los mayores. Lina Planells estrena la cuba con sus hijas Laia y Lina, que participan en esta fiesta prácticamente desde que se aguantan de pie. A ellas les dejan probar un vasito del mosto dulcísimo que acaban de extraer, mientras que los adultos disponen de una mesa para catar vi pagès de la añada anterior y moscatel.

De esta pisada, se calcula que saldrán unos 120 litros. Esta semana, empezará la fermentación en la misma cuba hasta el viernes, cuando se hará la trascolada (trasiego) del vino, de nuevo en la plaza de Jesús, otra oportunidad para juntarse los vecinos en una nueva fiesta. En esta siguiente fase, el caldo se verterá en garrafas de cristal, cubiertas con otra restenyada de tomillo hasta que termine la fermentación en un mes. Ya solo quedará taparlas y esperar a Navidad para disfrutar del resultado.

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