La cita

Arte en Ibiza: Las aventuras de Eduard Micus con la madera

El Espacio Micus abre este sábado una exposición de cuadros y esculturas del desaparecido artista alemán que le da nombre

Una de las obras de la exposición que se inaugura este sábado. | ESPACIO MICUS

Una de las obras de la exposición que se inaugura este sábado. | ESPACIO MICUS / fernando de lama. eivissa

Fernando de Lama

Fernando de Lama

Para Katja Micus la exposición con obras en madera de su padre, Eduard Micus (Höxter, Weser 1925 - Jesús, Ibiza 2000), que inaugura este sábado, 8 de abril, tiene algo especial. Le trae el olor de las diferentes maderas que guardaban en la casa de Ibiza, cuando era niña, y también en la de la familia en Alemania, del abuelo, que tenía una empresa de fabricación de muebles.

«Mi padre tenía cierto miedo a los materiales muy valiosos, prefería los más humildes. La mayor parte de las piezas de la exposición están hechas con cajas de madera, de las de fruta. Mi madre las guardaba para encender la chimenea y cuando se quería dar cuenta mi padre se las había quitado y las había destrozado con un martillo para incluirlas en algún cuadro. Ella se enfadaba mucho», rememora Katja, que recuerda a su padre «siempre feliz en su estudio»: «Él era muy feliz trabajando. Se pasaba las horas allí arriba mientras mi madre, Ingrid, y los demás hacíamos las cosas de la casa».

La exposición se inaugura el sábado, de 17 a 20 horas, en el edificio que él creó para albergar su obra y la de otros artistas, el Espacio Micus de Jesús, donde estará abierta los domingos de 11 a 14 horas hasta el mes de julio, o por cita telefónica en el 971191923.

Dos esculturas más coloridas en madera de los años 60. | ESPACIO MICUS

Dos esculturas más coloridas en madera de los años 60. | ESPACIO MICUS / fernando de lama. eivissa

Se compone de medio centenar de obras desde los años 50 hasta finales de los 90 y desde pequeños formatos a grandes cuadros de más de cuatro metros. Todas tienen el empleo de la madera como denominador común, bien como base o en collages o como material principal, en esas piezas de sello Micus en las que se oponen los campos blancos con estructuras más o menos desordenadas. También se mezcla con telas, papeles, hojas de plantas o ramas, además de las virutas de la sierra.

Perturbación y silencio

«Los trabajos en madera son resultado de la perpetua búsqueda de nuevos materiales adecuados, con los que se transporta la misma idea del contraste a una lógica propia del cuadro, y se alcanza un sonido en la comparación de lo intacto con la perturbación, incluso la destrucción», escribió el propio Micus en el texto de un catálogo, en el que hablaba de ese juego de contrarios omnipresente en su obra: «Lo silencioso refuerza lo disturbado y lo disturbado o destrozado hace más silencioso el silencio. O sencillamente, lo uno complementa lo otro. Las dos mitades dan como resultado una totalidad».

Además de los cuadros, en los que predominan los grandes espacios blancos, apenas destacados con algunos azules y ocres, la muestra contiene dos sorpresas para los conocedores de la obra del artista alemán, que llegó a Ibiza en 1965 de la mano de su amigo, el también desaparecido Erwin Bechtold, y se instaló definitivamente en Jesús en 1972.

Se trata de dos pequeñas esculturas en madera más coloridas y con un aire pop y orgánico creadas en los 60. Son las dos únicas de ese estilo que quedan en el Espacio Micus. «Creo que había más, pero mi padre las pintó de blanco cuando se instaló en Ibiza», señala Katja, que gestiona los fondos desde el fallecimiento de su padre, hace 23 años.

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